rey de Siria de la dinastía seléucida, 162-150 a. C., hijo de Seleuco IV. Estuvo cautivo en Roma durante los reinados de su padre y de su tío Antíoco IV Epífanes, y huyó en el año 161 a. C., con la complicidad del historiador griego Polibio, quien cuenta este episodio. D. I mató a Antíoco V su primo e hijo de Antíoco IV Epífanes, y a Lisias, y se apoderó del trono, 1 M 7, 1-4. D. I se mantuvo en permanentes guerras con los judíos, los capadocios y los medas. Fue llamado Sóter, término griego que significa salvador, pues liberó a los habitantes de Babilonia de Timarco, un sátrapa meda. D. I nombró sumo sacerdote a Alcimo, que era aarónida y helenizante, y estorbaba la política de Judas Macabeo, además de que atraía a los asideos, en principio partidarios de los Macabeos. Alcimo y Báquides, amigo del rey y gobernador de Transeufratina, llevaron una propuesta falsa de paz al pueblo judío, a la que los Macabeos no hicieron caso.
Báquides y Alcimo cometieron numerosos crímenes y tropelías contra los judíos, tras lo cual Báquides se marchó donde el rey, quedando el sumo sacerdote al frente de la provincia. En vista de que Alcimo no podía resistir a los Macabeos, D. I envió a Nicanor, general enemigo de Israel, para exterminar al pueblo; pero en Cafarsalamá, Judas Macabeo le mató quinientos soldados, para luego derrotarlo definitivamente en Adasá, 1 M 7; 2 M 14 y 15. Siendo vencido Nicanor, el rey D. I envió de nuevo a Báquides y a Alcimo, y en la batalla en los montes de Azara, murió Judas Macabeo, 1 M 9, 1-18. Jonatán tomó el puesto de Judas, y Báquides fue vencido por Simón en Bet Basí y se volvió a su tierra. Tras un acuerdo con Jonatán, Báquides devolvió los prisioneros que le había tomado a Judá, 1 M 9, 71-72. Al rey D. I le surgió un rival, el usurpador Alejandro Balas, natural de Esmirna, quien simulaba ser el hijo de Antíoco IV Epífanes, y se prolcamó rey en Tolemaida, y fue respaldado por Roma, por los reyes de Pérgamo y por los judíos. Estos recibieron cartas con grandes ofrecimientos por parte de los rivales que se disputaban el trono seléucida, pero los judíos se inclinaron por Alejandro Balas, en vista de los múltiples males que le había causado D. I al pueblo judío.
Finalmente D. I fue vencido y muerto en batalla por el usurpador Alejandro Balas, 1 M 10, 1-53.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital