Est 3:10 entonces el rey quitó el a de su mano
Est 8:8 y selladlo con el a del rey; porque un
Jer 22:24 si Conías hijo de .. fuera a en mi mano
Dan 6:17 selló el rey con su a y con el a de sus
Luk 15:22 y poned un a en su mano, y calzado en
Jam 2:2 entra un hombre con a de oro y con
latín anellus. Joya, generalmente de oro, muy usada como adorno personal en los tiempos antiguos, la cual se llevaba en los dedos, las orejas, la nariz, Gn 24, 22; 35, 4; Ex 35, 22; Nm 31, 50; Jc 8, 24; Jdt 10, 4; Jb 42, 11; Is 3, 21; Ez 16, 12; Os 2, 15; Lc 15,22; St 2, 2. El a. se empleaba para sellar cartas y documentos 1 R 21, 8, y era parte de las insignias reales. Judá le entregó a Tamar su a. o sello en prenda Gn 38, 18; en Gn 41, 42, se lee que el faraón le entrega su a. real a José; el rey Asuero, a Amán y Mardoqueo, Est 3, 10 y 12; 8, 2 y 8; Antíoco IV Epífanes pone a Filipo al frente del reino y le encarga la educación de su hijo y le entrega las insignias reales, el a., 1 M 6, 14-15; Cuando Daniel fue arrojado al foso de los leones, éste fue tapado con una piedra que fue sellada con el a. del rey Dn 6, 18; en el episodio de Daniel y los sacerdotes de Bel, las puertas del templo a este ídolo fueron selladas con el a. del rey Dn 14, 1-22; Literariamente, se usa el término a. en comparaciones, como en Pr 11, 22; 25, 12; Ben Sirá elogia Zorobabel al decir que †œes como a. en la mano derecha†, Si 49,11, de acuerdo con el oráculo de Ag 2, 23; Jr 22, 24.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
(heb., tabba†™ath, hundir o sellar; gr., daktulios, pertenecer a un dedo). Este artículo de joyería derivaba su nombre de su uso como un sello. Se convirtió en el símbolo de autoridad (Gen 41:42-43; Est 3:10; Luk 15:22). El anillo muy temprano llegó a ser valioso, como se muestra por el lamento de Isaías (Isa 3:18-23). Originalmente, el sello era portado en una cadena o un alambre alrededor del cuello, mas la necesidad de asegurarlo guió a ser puesto en la mano. El sello era una piedra grabada, atado al anillo (Exo 28:11).
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano
Pieza de forma circular que se utilizaba mayormente con fines estéticos en los dedos, la nariz o las orejas. También se tallaba en él algún signo que indicara la identidad del dueño, como símbolo de autoridad, en forma de sello. Así se estampaba con el a. en barro blando o cera señalando quien aprobaba o enviaba o hacía algo. Por eso Faraón †œquitó su a. de su mano, y lo puso en la mano de José†, indicando así su exaltación al poder (Gen 41:42). El decreto de Asuero †œfue escrito, y sellado con el a. del rey† (Est 3:12). Es, pues, símbolo de autoridad. Dios promete a †¢Zorobabel que le pondrá †œcomo a. de sellar† (Age 2:23).
Dar un a. significaba otorgar dignidad y aceptación a la persona. Terminada su aflicción, a Job sus familiares y amigos le dieron dinero †œy un a. de oro† cada uno (Job 42:11). En la parábola del hijo pródigo, el padre ordena que le pongan †œa. en su mano† (Luc 15:22). Santiago advierte que no se discrimine en la congregación entre un pobre y un †œhombre con a. de oro† (Stg 2:2). Es también símbolo de belleza (†œSus manos, como a. de oro engastados de jacintos† [Can 5:14]). †¢Joyas.
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
tip, META UTEN COSM COST Los anillos tenían varias funciones y usos, como joyas y sellos (véase). Como joyas, eran señal de elevada posición. Existían los anillos para las narices, que llevaban las mujeres (Gn. 24:47). El anillo-sello que se llevaba en el dedo, o a veces colgado en un cordel sobre el pecho, se consideraba como objeto de gran valor (Gn. 38:18; Cnt. 8:6). Otros anillos denotaban alto rango social y alta dignidad y, por tanto, se los consideraba como un objeto de lujo. En algunos casos, al figurar en el botín, se los reservaba para Dios (Gn. 41:42; Nm. 31:50; Is. 3:21; Est. 3:10, 12).
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
Señal de distinción, regalo precioso, alianza de amor, signo de alegría (Lc 15,22).
E. M. N.
FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001
Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret
Aro pequeño. Tanto los hombres como las mujeres hebreos, egipcios, asirios, babilonios, griegos, romanos y de otros pueblos de la antigüedad tenían la costumbre de llevar adornos anulares de varias clases. Se llevaban en la nariz, en las orejas y en los dedos. (Véanse ARETE; NARIGUERA.) Entre los materiales utilizados estaban el oro, la plata, el latón, el bronce, el vidrio, el hierro y el marfil, y algunos anillos hasta tenían piedras engastadas. Los egipcios sentían una particular predilección por los anillos con una imagen del escarabajo pelotero, que para ellos era un símbolo de la vida eterna. Entre los muchos artículos de joyería hallados en la tumba del faraón egipcio Tutankamon, se encontró un anillo de tres aros que tenía tres escarabajos, uno de lapislázuli y dos de oro. En algunos anillos romanos había inscripciones alusivas a la mitología o hasta representaciones de sus antepasados o amigos.
En la ilustración del hijo pródigo Jesús dijo que cuando este regresó a su casa, su padre lo perdonó y mandó que se le colocase un anillo en la mano. (Lu 15:22.) Ese acto demostraba el favor y afecto del padre, así como la dignidad, honra y posición otorgadas a este hijo restablecido. Santiago, el medio hermano de Jesús, aconsejó a los cristianos que no mostraran favoritismo a aquellos que estuvieran vestidos con ropa espléndida y llevaran anillos de oro en sus dedos, un signo de riqueza y posición social. (Snt 2:1-9.) De manera similar, el apóstol Pedro señaló que el adorno espiritual es mucho más importante que tales adornos, aunque no condenó el llevarlos. (1Pe 3:1-5.)
Anillos de sellar. Las palabras hebreas para anillo, anillo de sellar o sortija con sello provienen de una raíz cuyo significado básico es †œhundir† (Jer 38:6) y †œsellar†. (1Re 21:8.) Estos términos parecen estar relacionados con el uso que principalmente se les daba a algunos anillos antiguos, es decir, hacer una impresión sobre arcilla o cera †˜hundiéndolos†™ o presionándolos sobre ella. Estos tipos de anillos se hacían de oro, plata o bronce, y algunos tenían engastada una piedra grabada que llevaba el nombre o símbolo del propietario. El sello iba fijo o era giratorio, a modo de rodillo. Algunos se llevaban colgados, probablemente del cuello, con un cordón ornamental. (Gé 38:18, 25.)
El anillo de sellar de un gobernante u oficial era un símbolo de su autoridad (Gé 41:41, 42), y con él se sellaban los documentos oficiales o cosas que no debían ser alteradas, tal como se usan en la actualidad los sellos oficiales o las firmas. (Est 3:10-13; 8:2, 8-12; Da 6:16, 17.)
Uso figurado. En tiempos antiguos el anillo de sellar llegó a convertirse en expresión proverbial con la que se aludía a personas o cosas valiosas. Jeremías profetizó que el rey Conías (Joaquín) de Judá no se libraría de la calamidad aunque fuese un †˜anillo de sellar sobre la diestra de Jehovᆙ. Y, en efecto, Joaquín fue destronado después de una gobernación muy breve. (Jer 22:24; 2Re 24:8-15.) Jehová dijo respecto al fiel Zorobabel: †œTe tomaré, […] y ciertamente te pondré como anillo de sellar, porque tú eres aquel a quien he escogido†. (Ag 2:23.) Como Jehová había designado oficialmente a Zorobabel para reedificar el templo de Jerusalén, era para El un instrumento valioso, como un anillo de sellar en Su mano. Zorobabel respondió con resolución al estímulo que Jehová le dio a través de los profetas Ageo y Zacarías, y llevó adelante las obras de reedificación a pesar de que el rey de Persia, indebidamente informado, las había prohibido. (Esd 4:24–5:2.) Jehová continuó valiéndose de su siervo con el fin de llevar a cabo su propósito, y no hubo gobernante humano alguno capaz de apartar a Zorobabel de ese servicio privilegiado.
Fuente: Diccionario de la Biblia
daktulios (daktuvlio», 1146), anillo de dedo. Aparece en Luk 15:22:¶ Nota: crutodaktulios, adjetivo que significa «con anillo de oro», (alguien) aureo-anillado, de crusos, oro, y daktulos, dedo. Aparece en Jam 2:2:¶
Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento