írabes (heb. arâbî y arebî; ac. aribu y arubu). Término que se usó principalmente como designación para los pueblos nómades de los desiertos de Siria y de Arabia (cf ls. 13:20; Jer 3:2). Los árabes, en el sentido moderno del término -habitantes de los países árabes del Cercano Oriente, y que incluye muchos que son sólo por idioma y cultura-, eran desconocidos para los escritores del AT. Para los habitantes de la península arábiga, integrada por las fértiles regiones costeras y el gran desierto central, se usaban nombres de tribus. Estos pueblos, de acuerdo con la Biblia, fueron descendientes de Cus, hijo de Cam (Gen 0:7); de Aram, hijo de Sem (v 23); de Joctán, hijo de Sem (vs 26-29); de Abrahán con Cetura (25:1-4); y de Ismael (vs 12-16). Los diversos grupos tribales específicos que descendieron de los 4 hombres principales están en la tabla de la página 85. Las tribus árabes eran los enemigos de Israel en tiempos de los jueces (Jdg_6-8). Salomón 85 hizo contactos con tribus de ese pueblo, cuyas conexiones tribales quedan indefinidas; le conseguían oro, plata y especias (1Ki 10:15; 2Ch 9:14), y una vez fue visitado por la reina de Sabá, del sudoeste de Arabia. Josafat recibió de ellos tributos en ovejas y cabras (2Ch 17:11). Durante el reinado de Joram, Judá sufrió una invasión de árabes que incluso saqueó Jerusalén (21:16), pero Uzías los derrotó (26:7). Oportunamente fueron denunciados por los profetas Isaías (21:12- 17) y Jeremías (25:24, 27). TRIBUS íRABES EN EL ANTIGUO TESTAMENTOS En tiempos de Nehemías, un gobernante árabe, Gesem,* se opuso a la reconstrucción del muro de Jerusalén (Neh 2:19; 6:1-6). Probablemente fue el gobernante de Dedán mencionado en las inscripciones de los lihyanitas, un pueblo árabe que desplazó a los edomitas en el s V a.C. También lucharon contra los judíos en tiempos de los macabeos (1 Mac. 5:39). Los árabes que estaban en Jerusalén en Pentecostés (Act 2:11) tal vez eran judíos o prosélitos que vivían en el reino nabateo de Aretas, que se extendía a lo largo del este y del sur de Palestina. Se cree generalmente que la Arabia donde Pablo pasó algún tiempo después de su conversión (Gá. 1:17) fue este mismo reino nabateo, cuya capital fue Petra. Gálatas 4:25 se refiere al mismo país, ya que la península de Sinaí estaba incluida en el área controlada por los nabateos. En Arabia y Nabatea había muchos cristianos como también judíos. Los árabes cristianos de hoy son descendientes de los cristianos del período de la iglesia cristiana primitiva. Véanse Cedar; Dedán; Hijos del Oriente; Reina de Sabá; Tadmor.
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
Véase ARABIA.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado