Zacarías (heb. Zekaryâh[û], «Yahweh ha recordado [se acuerda de mi]» o «recordado por Yahweh»; nombre que aparece en un sello heb. antiguo y en una pesa en la que figura una inscripción; aram. Zekaryah; gr. Zajarías). 1. Decimoquinto rey del reino norteño de Israel, si tomamos en cuenta a Tibni.* Era hijo de Jeroboam II, y con él la dinastía de Jehú llegó a su fin (2Ki 10:30), cuando fue asesinado en Ibleatn por Salum después de un breve reinado que apenas duró 6 meses (c 753-752 a.C.; 14:29; 15:8-12). 2. Abuelo materno del rey Ezequías de Judá (2Ki 18:1, 2; 2Ch 29:1). 3. Descendiente de Rubén y jefe de la tribu (1Ch 5:7). 4. Hijo de Meselemías, un levita coatita; sirvió como portero del santuario durante el reinado de David (1Ch 9:21, 22; 26:2) y era un astuto consejero del monarca (26:2, 14). 5. Benjamita de Gabaón, hijo de Jehiel (1Ch 9:35, 37); tío abuelo del rey Saúl. Véase Zequer. 6. Levita del 2º orden empleado por David: primero para el traslado del arca a Jerusalén (1Ch 15:18, 20), y más tarde para servir delante del arca del Señor (16:5); posiblemente sea el mismo a que se refiere Zacarías 8. 7. Sacerdote que tocaba la trompeta cuando se trasladaba el arca a Jerusalén durante el reinado de David (1Ch 15:24). 8. Hijo de Isías, levita coatita, de los días de David (1Ch 24:25); posiblemente el mismo a que se refiere Zacarías 6. 9. Levita merarita, hijo de Hosa; David lo empleó como portero (1Ch 26:10, 11). 10. Hombre cuyo hijo Iddo fue el jefe de los manasitas de Galaad durante el reinado de David (1Ch 27:21). 11. Príncipe nombrado por el rey Josafat para enseñar la ley en las ciudades de Judá (2Ch 17:7). 12. Levita gersonita, de la familia de Asaf, e hijo de Benaía. Su hijo Jahaziel animó al rey Josafat a combatir contra Moab (2Ch 20:14, 15). 13. Hijo del rey Josafat de Judá (2Ch 21:2). 14. Hijo de Joiada y sumo sacerdote durante el reino de Joás de Judá. Cuando se generalizó la apostasía en Judá después de la muerte de su padre Joiada, el Espíritu Santo impulsó a Zacarías para que reprendiera a la nación por sus transgresiones. Esto provocó tal resentimiento en ciertos círculos y enojó al rey de tal manera -a quien quizá se lo censuró personalmente- que éste mandó apedrearle en el atrio del templo (2Ch 24:20-22). Este es sin duda el Zacarías a quien se refirió Jesucristo 2 siglos después en su famosa declaración acerca de la sangre de los justos derramada en la tierra, «desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el templo» (Luk 11:50, 51). Zacarías, hijo de Joiada, es la única persona de ese nombre mencionada en la Biblia como asesinada en el templo. La muerte de Abel 1212 aparece en el primer libro de las Escrituras hebreas, y el martirio de Zacarías en el último; de allí que las palabras de Cristo, «desde» y «hasta», tenían la intención de cubrir todo el ámbito del AT. El hecho de que a Zacarías se lo llame «el hijo de Berequías», en el pasaje paralelo de Mat 23:35, plantea un problema, porque el bien conocido profeta Zacarías, que vivió y trabajó después del exilio en los días de Zorobabel, sí era hijo de Berequías. Algunos tratan de solucionar el problema afirmando que las palabras «el hijo de Berequías» de Mat 23:35 no forman parte de la declaración de Jesucristo, sino que son una frase equivocada añadida posteriormente por algún escriba cuando copió este pasaje. Pero ésta no es la única explicación posible del caso. En hebreo, «hijo» a menudo significa nieto o descendiente; el mártir Zacarías bien podría haber sido llamado hijo* tanto de Joiada como de Berequías si estaba en la línea de ambos. Véanse Berequías 8; Zacarías 19. 15. Consejero del rey Uzías de Judá; su consejo le produjo prosperidad al monarca mientras siguió las indicaciones de su asesor (2Ch 26:5). 16. Levita de la casa de Asaf; le ayudó al rey Ezequías a limpiar el templo (2Ch 29:13). 17. Levita coatita, capataz de los obreros que reparaban el templo durante el reinado de Josías (2Ch 34:12). 18. Importante funcionario del templo, probablemente sacerdote, durante el reinado de Josías (2Ch 35:8). 19. Profeta, hijo de Berequías y nieto de lddo (Ezr 5:1; Zec 1:1; es muy probable que naciera en Babilonia), autor del libro que lleva su nombre. Tal como Jeremías y Ezequiel, muy posiblemente fuera a la vez sacerdote y profeta. Se llega a esta conclusión porque pertenecía a la casa de lddo, y un importante sacerdote que llevaba ese nombre regresó con Zorobabel a Palestina (Neh 12:1, 4). También es posible que Zacarías 28 (véase más abajo) haya sido descendiente del profeta Zacarías. El libro contiene mensajes dirigidos a Zorobabel, el jefe político de la nación; a Josué, el sumo sacerdote; y al pueblo en general, pero da poca información acerca del autor. Fue contemporáneo del profeta Hageo (Hag. 1:1; Zec 1:1), junto a quien desempeñó un importante papel en la tarea de estimular a los judíos que habían regresado para que reanudaran la construcción del templo y lo terminaran (Ezr 5:1, 2). 20. Miembro de la familia de Paros. Regresó a Jerusalén bajo la conducción de Esdras, acompañado de 150 hombres miembros de su familia (Ezr 8:3). 21. Miembro de la familia de Bebai. Regresó a Jerusalén, en días de Esdras, en compañía de 28 hombres miembros de su familia (Ezr 8:11). 22. Hombre importante que envió Esdras para que indujera a los levitas y los servidores del templo a regresar con él a Jerusalén (Ezr 8:16). 23. Miembro de la familia de Elam; se había casado con una mujer extranjera en días de Esdras (Ezr 10:26). 24. Jefe de los levitas, o sacerdote, que le ayudó a Esdras en la lectura de la ley (Neh 8:4). 25. Hijo de Amarías, de la familia judía de Fares (Neh 11:4). 26. Hijo de Siloni (Neh 11:5). 27. Sacerdote, hijo de Pasur y padre de Amsi (Neh 11:12). 28. Sacerdote, cabeza de la casa de Iddo en días del sumo sacerdote Joiacim (Neh 12:16); tal vez fuera un descendiente de Zacarías 19, el profeta. 29. Levita, hijo de Jonatán, de la casa de Asaf. Dirigió a un grupo de músicos durante la dedicación del muro de Jerusalén en días de Nehemías (Neh 12:35, 36). 30. Sacerdote que tocaba la trompeta durante la dedicación del muro de Jerusalén en días de Nehemías (Neh 12:41). 31. Hijo de Jeberequías. Fue uno de los testigos que figuraban en una tablilla escrita por Isaías (ls. 8:2). 32. Padre de Juan el Bautista (Luk 3:2), un sacerdote que pertenecía a la clase de Abías. Vivía en una ciudad ubicada en la región de las colinas de Judea con su esposa Elisabet (1:5, 39, 40). Se los describe como un matrimonio de edad, sin hijos, y se dice que «ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor» (vs 6, 7). En una ocasión, cuando la clase a la que Zacarías pertenecía estaba prestando servicio en el templo, se lo eligió para que ofreciera el incienso (Luk 1:9). Mientras cumplía sus obligaciones, una gran multitud se encontraba rindiendo culto afuera (v 10). De repente se le apareció el ángel Gabriel, de pie junto al altar del incienso (vs 11, 19). Zacarías tuvo miedo, pero el ángel lo calmó y le informó que sus oraciones habían sido oídas: tendría un hijo al que le daría el nombre de Juan (vs 12, 13). El niño no debía beber bebidas fuertes, y sería lleno del Espíritu Santo desde su nacimiento. Su obra especial consistiría en «preparar al Señor un 1213 pueblo bien dispuesto» (v 17). Zacarías dudó de que esto fuera posible, ya que tanto él como su esposa eran personas de edad avanzada (v 18), por ello Gabriel le anunció que quedaría mudo hasta que la predicción se cumpliera (v 20). Al salir del templo Zacarías trató de explicarle a la gente inquieta por qué se había demorado tanto (vs 21, 22). Esta comprendió «que había visto visión en el santuario». Cuando terminó su período de servicio regresó a su casa (v 23), y siguió mudo hasta después del nacimiento del niño. Véase Abías 9. Cuando llegó el momento de circuncidar al bebé, los vecinos y parientes decidieron que debería llevar el nombre de su padre, pero su madre dijo que debía llamarse Juan. Consultado Zacarías, quien todavía estaba mudo, escribió «Juan» en una tablilla (vs 59-63). Entonces su lengua se soltó, «habló bendiciendo a Dios» (v 64) y profetizó acerca de la obra que haría su hijo, a quien se llamaría «profeta del Altísimo» (vs 67-79). Como resultado del incidente, difundido por casi toda Judea, muchos conocieron a Juan y se preguntaban qué le depararía el destino (vs 65, 66). Zacarías, Libro de. El penúltimo de los así llamados Profetas Menores; o de «Los Doce», como se los conoce según la clasificación judía. I. Autor. El profeta Zacarías (Zec 1:1). Véase Zacarías 19. II. Ambientación. Zacarías, que tal vez también era levita y sacerdote, regresó con Zorobabel de Babilonia en el 536 a.C. (Neh 12:16; cÆ’ Ezr 5:1; Zec 1:1). Su ministerio profético comenzó en el 2º año de Darío I el Grande (Zec 1:1; es decir, 520/519 a. C.), unos 16 años después que el 1er, contingente de exiliados regresó a Judea de Babilonia. La última anotación cronológica que aparece en el libro corresponde al 4º año de Darío (7:1; 518/517 a.C.), pero es casi seguro que Zacarías vivió para ver el templo terminado en el 515 a.C., en el 6º año de ese mismo rey (Ezr 6:14,15). Luego del decreto de Ciro, unos 50.000 judíos volvieron a Judea bajo la conducción de Zorobabel* (Ezr 1:8; 2:1, 2, 64, 65). Muy poco después de su regreso pusieron los fundamentos del 2º templo (3:1-10), y esta obra progresó en alguna medida durante el resto del reinado de Ciro (535-530 a.C.) y mientras Cambises gobernaba (530-522), a pesar de la oposición enemiga. Pero con el tiempo las tareas cesaron casi por completo, principalmente como consecuencia de la constante oposición de los samaritanos y de los obstáculos que opusieron (4:1-5). El reino del falso Esmerdis, sucesor de Cambises (522), fue demasiado corto como para afectar la obra, y Darío I -el legítimo sucesor del trono, quien eliminó al impostor- dio órdenes precisas para proseguirlas. Pero antes de que su decreto oficial otorgara nueva vigencia al original de Ciro que autorizaba la reconstrucción del templo (5:3-6:13), la gente, animada por los profetas Hageo y Zacarías, había comenzado a trabajar con todo entusiasmo (Hag. 1:2, 12-15; Zec 1:1; Ezr 5:1) y prosperaban gracias a la bendición de Dios (Hag. 2:5, 15, 18, 19). La obra avanzó rápidamente hasta que la reconstrucción del templo se terminó en el 6º año de Darío (Ezr 6:15). Los mensajes proféticos de Zacarías se dieron durante este período final de la obra (520-518), y su propósito consistió en infundir esperanza en las gloriosas posibilidades que se abrían ante los judíos que habían regresado del cautiverio, si eran fieles. Después del cautiverio, Dios prometió renovar su pacto con Israel (Eze 36:21-27, 34, 38; cÆ’Jer 31:10-38; Zec 1:12-17; 2:12), y les ofreció concederles las correspondientes bendiciones (Jer 33:4, 6-26; Eze 36:8-15). Todo eso podía cumplirse sólo si su pueblo estaba dispuesto a cooperar (Zec 6:15; cf Isa 54:7; Jer 18:6-10; Eze 36:11; 43:10, 11; Mic 6:8; Zec 10:6), y la futura edad de oro llegaría a su culminación con el advenimiento del Mesías. Pero el fracaso de la nación en lograr los mínimos requerimientos de Dios quedó claramente en evidencia un siglo después, en los días de Malaquías (Mal 1:6, 7, 12, 13; 2:2, 13, 14, 17; 3:7, 13; etc.). III. Bosquejo. Las profecías de Zacarías se podrían resumir de la siguiente manera: El 1º de sus 3 mensajes consiste en una serie de 8 visiones apocalípticas (Zec 1:1-6:15) que describen simbólicamente la total restauración del pueblo elegido y que alcanzan su culminación con el advenimiento del Mesías. El 2º mensaje (7:1-8:23) es una reprensión del pecado y una invitación a vivir una vida justa. El 3er mensaje (9:1-14:21) describe los acontecimientos finales de la historia, de acuerdo con el plan original de Dios para Israel, que incluye su gloriosa liberación de todos sus enemigos. IV. Contenido. En la introducción (Zec 1:1-6), el Señor llama a su pueblo diciéndole: «VolveHos_ y yo me volveré a vosotros» (v 3). Los exhorta a que no sigan el mal ejemplo de sus padres en quienes, durante su cautiverio, se habían cumplido todas las maldiciones señaladas por la ley de Moisés como castigo por la desobediencia (Zec 1:4-6; cf Dan 9:11, 12). 1214 En la 1ª de la serie de 8 visiones apocalípticas (Zec 1:7-17) Zacarías ve a un hombre que cabalga sobre un caballo alazán en medio de unos mirtos, seguido de otros caballos. Se pregunta al Señor: «¿Hasta cuándo no tendrás piedad de Jerusalén?» (v 12), y el Altísimo contesta que ha celado «con gran celo a Jerusalén y a Sion» y que está «muy airado contra las naciones» que tanto han oprimido a su pueblo (vs 14, 15); ahora se ha vuelto a Jerusalén con misericordia y el templo será reedificado (vs 16, 17). En la 2ª visión la obra de las naciones que han oprimido a Jerusalén está simbolizada por 4 «cuernos», y los medios que el Señor empleará para reparar el daño hecho, por 4 «carpinteros» que aparecerán «para derribar los cuernos de las naciones» (1:18-21). En su 3ª visión Zacarías ve a un hombre que lleva un cordel de medir (2:1-3), quien sale para «medir Jerusalén» (v 2) y trazar planes para su restauración. La ciudad será habitada nuevamente (v 4), y el Señor mismo la protegerá de todos sus enemigos (vs 5-9); «Moraré en medio de ti» (v 10) y «se unirán muchas naciones a Jehová en aquel día» (v 11). La 4ª visión nos muestra al sumo sacerdote Josué, en su papel de representante de los judíos que habían regresado de Babilonia, de pie, delante del ángel de Jehová, cubierto de «vestiduras viles» (cp 3). Satanás lo acusa ante el Señor y afirma que es indigno. El Señor reprende a Satanás y promete a Josué -y por ende a su pueblo- un cambio de vestiduras (vs 2-4) si se dispone a andar en sus caminos y a honrarlo (v 7). Entonces el Mesías, «el Renuevo», vendrá e Israel vivirá seguro (vs 8-10). En la 5ª visión (cp 4) Zacarías ve un candelabro de oro con 2 olivos a sus lados que dan aceite a las lámparas. Junto con la visión se le da un mensaje a Zorobabel asegurándole que el glorioso propósito de Dios se llevará a cabo «no con ejército ni con fuerza, sino con mi Espíritu» (v 6). La época de Zorobabel es «el día de las pequeñeces» (v 10), pero un magnífico futuro se abre delante del pueblo. En la 6ª visión (5:1-4) Zacarías ve «un rollo que volaba»: una «maldición» que entrará en las casas de quienes no estén a la altura de la norma divina. El rollo que vuela es la voluntad revelada de Dios a su pueblo, especialmente su ley moral (v 4). La 7ª visión (vs 5-11) describe la manera como Dios se propone eliminar a los pecadores de los vs 1-4. Zacarías ve un efa* (una medida de capacidad) con una tapa de plomo y con una mujer adentro; ésta, según se le dice, representa la «Maldad» (v 8) de los judíos impenitentes, a la que simbólicamente se lleva de nuevo a la tierra de Sinar (Babilonia). En la 8ª visión (6:1-8) Zacarías ve 4 carros tirados por 4 clases de caballos. Estos, se le dice, son «los cuatro vientos [espíritus] de los cielos» (v 5) que han salido para «recorrer la tierra» (v 7) con el fin de verificar el cumplimiento del propósito de Dios para Israel. El Señor no va a abandonar a su pueblo hasta que se cumpla en su favor todo lo que se ha propuesto hacer. Al concluir la 1ª sección de su libro, se instruye a Zacarías para que ponga simbólicamente coronas en la cabeza de Josué, el sumo sacerdote, como preanuncio de la venida del Renuevo, el Mesías (vs 11, 12), quien será sacerdote y rey (v 13). En sus días vendrán hombres de «lejos» para «edificar el templo de Jehová» (v 15). El gozoso futuro descrito en estas visiones simbólicas se materializará, dice el profeta, únicamente si el pueblo es obediente a «la voz de Jehová vuestro Dios» (v 15). En el 2º mensaje (cps 7, 8) el profeta denuncia en primer lugar ciertas prácticas religiosas hipócritas, y declara que lo que el Señor pide de su pueblo es misericordia y piedad «cada cual con su hermano» (7:9), que es la esencia de la verdadera religión. Porque esto no se había manifestado, Dios permitió que su pueblo fuera al exilio (v 14) y languideciera por 70 años en Babilonia. Pero él todavía tiene mucho celo por Sion (8:1, 2), y llevará a cabo sus propósitos con respecto a su pueblo (v 3): regresará a Jerusalén, lo traerá del cautiverio, lo hará morar con seguridad allí y lo volverá a aceptar como su pueblo elegido (vs 7, 8). Por eso les dice: «Esfuércense vuestras manos» (v 9), sobre todo en lo que se refiere a su carácter moral (vs 16, 17), para amar la verdad (v 19). Si hacen esto, las naciones de la tierra acudirán rápidamente «a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén» (vs 21, 22). De todas partes de la tierra vendrá gente para reunirse con los judíos y dirán: «Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros» (v23). El 3er mensaje se divide en 2 secciones, a cada una de las cuales Zacarías le da el nombre de «profecía» u «oráculo»; es decir, un mensaje solemne (9:1; 12:1). En el 1º de ellos Dios se propone derribar a los enemigos de Judá, atraer al pueblo a sí mismo y establecer el reino mesiánico (cp 9). Refrigerará a su pueblo (10:1) y serán «como si no los hubiera desechado» (v 6; cf vs 8-12); es decir, como si no los hubiera enviado al exilio. El cp 11 constituye una solemne advertencia contra los falsos «pastores» o dirigentes, quienes han extraviado a la gente que debieron cuidar. La 2ª «Profecía» u «oráculo» (12-14) bosqueja 1215 los acontecimientos finales de la historia como habrían ocurrido si Israel hubiera sido fiel (véase 6:15). El cuadro que se pinta se asemeja a la batalla de Gog y Magog a la que se refiere Ezequiel (38:39), y estos 2 pasajes constituyen el fundamento profético del cuadro de las últimas grandes batallas que se librarán al fin del tiempo: en el Armagedón (Rev 16:12-16), y en la de Gog y Magog después del milenio (20:8, 9). Tal como Zacarías describe la escena, «todas las naciones de la tierra» sitiarán Jerusalén (Zec 12:2, 3), pero Jehová defenderá a los habitantes de la ciudad (v 8) y destruirá «todas las naciones que vinieren contra Jerusalén» (v 9). Mientras suceda esto la gente aparentemente traspasará al Mesías libertador, y al darse cuenta de lo que han hecho llorarán muchísimo (vs 10, 11). Pero «en aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de la inmundicia» (13:1), y Dios purificará la tierra de sus ídolos y de los falsos profetas (vs 2, 3). El Mesías será «herido en casa» de sus presuntos «amigos» (v 6), y como resultado de ello las ovejas -es decir, el pueblo- serán dispersadas (v 7). Las 2/3 partes de toda la tierra serán «cortadas en ella, y se perderán», pero la otra 3ª parte será metida «en el fuego» y se la refinará, y será el pueblo de Dios para siempre jamás (vs 8, 9). Son ante quienes se abrirá el «manantial» (13:1) con el fin de purificarlos del pecado y la inmundicia. Después el Señor saldrá para pelear «con aquellas naciones» (14:1-3) que atacarán Jerusalén, y descenderá sobre el monte de los Olivos, que se partirá en dos, para constituir un gran valle (v 4). En aquel día saldrán aguas vivas de Jerusalén (v 8; cÆ’ Eze_47), «Jehová será rey sobre toda la tierra» (Zec 14:9) y Jerusalén «será habitada confiadamente» (v 11). La forma como Dios eliminará a los que, rechazando su invitación llena de gracia para unirse a su pueblo elegido, combatan contra Jerusalén, se describe en los vs 12-14, 17-19. Y con el tiempo «todos los que sobrevivieron de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos» (v 16; véase CBA 4:1107, 1108). En cuanto a la naturaleza condicional de las profecías hechas al antiguo lsrael (a lo cual Zacarías llama la atención; 6:15) y en qué medida se las puede aplicar al pueblo de Dios de los últimos días, dado que aquél malogró el cumplimiento de estas promesas, véanse Profeta (II); Pueblo elegido.
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
nombre de varón. 1. Uno de los doce Profetas Menores. Predicó en Jerusalén durante el reinado de Darío el Grande, ca. 520-518 a. C., Za 1, 1-7; 7,1. Intervino activamente en la restauración del Templo, junto con Ageo. Sus exhortaciones, vaticinios y visiones se hallan contenidos en el libro homónimo, dividido en dos partes.
Zacarías es un libro del A. T. que se atribuye al sacerdote y profeta hebreo Z., siglo VI a. C. Pertenece a uno de los doce libros proféticos conocidos como Profetas Menores, sobre todo debido a su brevedad.
En los primeros capítulos el autor inicia resaltando el compromiso espiritual y la obediencia, en que judíos y gentiles adorarán juntos a Dios, en época del periodo posterior a la cautividad de Babilonia, cuando se realizó la reconstrucción del Templo y de Jerusalén, Za 1, 1-6.
Luego contiene profecías entremezcladas con una serie de ocho visiones que el profeta experimentó en el 518 a. C., Za 1, 7-6, 8. Visiones de imágenes apocalípticas y que un ángel interpreta para Z., y que predicen la llegada de una era mesiánica.
También describe la coronación del sacerdote Josué por orden de Yahvéh, quien conducirá al pueblo hacia la reconstrucción del Templo, Za 6, 9-15.
En los capítulos siguientes Za 7 y 8, redacta profecías que describen las condiciones que prevalecerán en la Jerusalén restaurada.
Finalmente aparecen oráculos apocalípticos con numerosas alusiones que hoy son difíciles de comprender. Los oráculos más importantes son la restauración de Israel tras la derrota de sus enemigos, Za 9 y 11.
El advenimiento del Mesías; y el inminente y gran día de Yahvéh día del restablecimiento de la alianza y el Dios de Israel será adorado por todo el mundo. 2. Sacerdote del templo de Jerusalén, esposo de Isabel y padre de Juan Bautista, Lc 1, 14. 3. Sacerdote, hijo de Baraquías que fue muerto entre el altar y el santuario, Mt 23, 35; Lc 11, 51. 4. Hijo de Yehoyadá y sumo sacerdote bajo el reinado de Joás de Israel, 2 Cro 24, 21-23. 5. Uno de los testigos presentados por el profeta Isaías al escribir el nombre simbólico de su hijo Maher Salat Jas Baz, rápido botín, próximo pillaje, Is 8, 2.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
(heb., zekhar-yahu, Jehovah recuerda).
1. Decimocuarto rey de Israel, hijo de Jeroboam II. En cumplimiento de 2Ki 10:30, fue el último de la casa de Jehú. Después de reinar seis meses, fue asesinado por Salum, su sucesor (2Ki 15:8-10).
2. Un jefe rubenita (1Ch 5:7).
3. Un coreíta (1Ch 9:21; 1Ch 26:2, 1Ch 26:14).
4. Un benjamita (1Ch 9:37).
5. Un portero levita en tiempos de David (1Ch 15:17-18, 1Ch 15:20; 1Ch 16:5).
6. Uno de los sacerdotes de David utilizado como trompeta para ayudar a traer el arca de la casa de Obed-edom de regreso a Jerusalén (1Ch 15:24).
7. Levita de Uziel (1Ch 24:25).
8.
Merarita en tiempos de David (1Ch 26:11).
9. Manasita en tiempos de David (1Ch 27:21).
10. Uno de los príncipes a quien envió Josafat a enseñar en las ciudades de Judá (2Ch 17:7). 1
1. El padre del profeta Yajaziel e hijo de Benaías (2Ch 20:14). 1
2. Tercer hijo de Josafat, muerto a espada por su hermano Joram (2Ch 21:2-4).
1
3. Hijo de Joyada, sumo sacerdote, quien buscó detener la marea creciente de idolatría. Se formó una conspiración en su contra y, bajo órdenes del rey, fue apedreado (2Ch 24:20-22). 1
4. Un profeta que ejerció una influencia buena y sobresaliente sobre el rey Uzías (2Ch 26:5). 1
5.
El padre de Abía (2Ch 29:1). 1
6. Levita que en tiempo del rey Ezequías ayudó en la limpieza del templo (2Ch 29:13). 1
7. Un cohatita que fue uno de los supervisores que ayudó en las reparaciones del templo en días del rey Josías (2Ch 34:12). 1
8. Uno de los administradores del templo en tiempos del rey Josías (2Ch 35:8).1
9. Uno que regresó a Jerusalén con Esdras (Ezr 8:3). 20. Hijo de Bebai que regresó con Esdras (Ezr 8:11). 2
1. Uno de los que estaban junto a Esdras cuando éste leía la ley al pueblo (Neh 8:4; Ezr 8:15-16). 2
2. Hijo de Elam, que a sugerencia de Esdras se divorció de su esposa gentil (Ezr 10:26). 2
3. Un hombre de la tribu de Judá (Neh 11:4). 2
4. Un descendiente de Sela que vivió en Jerusalén (Neh 11:5). 2
5. Uno que ayudó en la obra en Jerusalén después de la cautividad (Neh 11:12). 2
6. Un sacerdote en días de Joyaquim (Neh 12:16; Ezr 5:1; Ezr 6:14). 2
7. Uno de los sacerdotes que llevaban la trompeta en la dedicación del muro de Jerusalén bajo el liderazgo de Esdras y Nehemías (Neh 12:35, Neh 12:41). 2
8. Un contemporáneo de Isaías (Isa 8:1-2). 2
9. El penúltimo de los 12 profetas menores.
Descendía de una línea de sacerdotes, siendo hijo de Berequías y nieto de Ido (Zec 1:1). Fue profeta tanto como sacerdote (Zec 1:7).
Regresó a Jerusalén de la cautividad de Babilonia bajo Zorobabel. Comenzó su ministerio profético durante el octavo mes del segundo año del rey persa Darío (Zec 1:1). Fue contemporáneo de Hageo, comenzando su ministerio dos meses después de él. 30. Padre de Juan el Bautista (Luk 1:5, Luk 1:67-69). 3
1. Hijo de Berequías (Mat 23:35; Luk 11:51) asesinado entre el altar y el templo.
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano
(Yahveh se acuerda).
1- Padre de Juan el Bautista: (Lc.l).
– Esposo de Isabel, irreprensibles, sin hijos, de avanzada edad, Luc 1:5-8- El ángel Gabriel se le aparece y le le dice que tendrá un hijo,: (8-21).
– Su incredulidad y mudez, Luc 1:20.
– Su cántico profético, Luc 1:68-79.
2- Profeta Zacarías: Escritor del «Libro de Zacarías» en donde nos dice.
1- Una serie de 8 visiones nocturnas: (caps. 1 al 6).
2- Exorta al arrepentimiento, 1,7,8,10.
3- Predice la venida, sufrimientos y reinado de Cristo:Luc 9:9, Luc 9:11-12, Luc 9:13-14.
3- Hay 31 personas con el nombre de Zacarías en la Biblia.
Diccionario Bíblico Cristiano
Dr. J. Dominguez
http://biblia.com/diccionario/
Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano
(Dios ha recordado). Nombre de personas del AT.
1. Rey de Israel (743 a.C.). Hijo y sucesor de †¢Jeroboam II. †œHizo lo malo ante los ojos de Jehová†. Gobernó sólo seis meses. †œContra él conspiró †¢Salum hijo de Jabes … y lo mató† (2Re 14:29; 2Re 15:8-11). Se desconocen las causas de esta rebelión de Salum.
. Padre de †¢Abi, la madre del rey †¢Ezequías (2Re 18:2).
. Príncipe de la tribu de Rubén (1Cr 5:7).
. Levita. Portero en el †¢tabernáculo en tiempos de David. Era hijo de †¢Meselemías (1Cr 9:21).
. Personaje en la descendencia de Benjamín (1Cr 9:37). = †¢Zequer.
. Levita. Portero y músico en el †¢templo en tiempos de David (1Cr 15:18-20; 1Cr 16:5).
. Sacerdote en tiempos de David. Era de los que †œtocaban las trompetas delante del arca de Dios† (1Cr 15:24).
. Levita de tiempos de David. Descendiente de †¢Hebrón. Era hijo de Isías (1Cr 24:25).
. Levita. Portero. En la descendencia de Merari. Era hijo de Hosa (1Cr 26:11).
. Personaje en la descendencia de Manasés. Padre de †¢Iddo (1Cr 27:21).
. Uno de los príncipes de tiempos de Josafat. Fue enviado junto con otros †œpara que enseñasen en las ciudades de Judᆠ(2Cr 17:7).
. Personaje en la descendencia de †¢Asaf. Padre de †¢Jahaziel (2Cr 20:14).
. Uno de los hijos del rey †¢Josafat (2Cr 21:2).
. Hijo del sacerdote †¢Joiada, en tiempos del rey †¢Joás. Tras la muerte de Joiada, el rey y sus príncipes se dedicaron a la idolatría. Dios les envió profetas, pero no les hicieron caso. Entonces †œel Espíritu de Dios vino sobre Z.†, quien comenzó a predicar en contra de los pecados del pueblo. †œPor mandato del rey lo apedrearon hasta matarlo, en el patio de la casa de Jehová†. En el momento de expirar Z. dijo: †œJehová lo vea y lo demande†. Joás no tuvo en cuenta que Joiada, el padre de Z. le había salvado la vida y le había hecho rey. La muerte de Z. fue causa de una conspiración que terminó con la vida de Joás, que murió asesinado (2Cr 24:17-26; Mat 23:35; Luc 11:51).
. Vidente de tiempos del rey †¢Uzías. Fue su instructor y consejero. Se le llama †œentendido en visiones de Dios† (2Cr 26:5). Es posible que sea el mismo a quien †¢Isaías usa como testigo de su matrimonio y del oráculo relacionado con †¢Maher-salal-hasbaz (Isa 8:2).
. Levita de tiempos del rey Ezequías que fue uno de los que †œse santificaron … para limpiar la casa de Jehová†, participando así en la reforma religiosa (2Cr 29:13-15).
. Levita. De los hijos de †¢Coat. Uno de los mayordomos que en tiempos de Josías †œse ocupaban en cualquier clase de obra† cuando se restauraba el †¢templo (2Cr 34:12-13).
. Uno de los †œoficiales de la casa de Dios† que ofrendaron gran cantidad de animales para la celebración de la Pascua en tiempos del rey Josías (2Cr 35:8).
. Profeta. Contemporáneo de †¢Hageo y de †¢Esdras. Retornó del exilio y predicó a favor del reinicio de la reconstrucción del †¢templo (Esd 5:1; Esd 6:14). Es probable que el Z. que aparece como cabeza de la familia †œde Iddo† en Neh 12:16 sea este mismo.
. Personaje que regresó del exilio en tiempos de Esdras. Era †œde los hijos de Paros† (Esd 8:3).
. Personaje que regresó del exilio en tiempos de Esdras. Era †œde los hijos de Bebai† (Esd 8:11).
. Personaje que regresó del exilio en tiempos de Esdras. Fue uno de los que habían casado con mujeres extranjeras y fueron obligados a separarse de ellas. Era †œde los hijos de Elam† (Esd 10:26).
. Personaje que ayudó a Esdras en la lectura de la ley (Neh 8:4).
. Personaje en la descendencia de Judá. Ascendiente de †¢Ataías (Neh 11:4).
. Personaje en la descendencia de Judá. Ascendiente de †¢Maasías (Neh 11:5).
. Sacerdote. En la ascendencia de †¢Adaías (Neh 11:12).
. En tiempos de †¢Esdras y †¢Nehemías se intentó restaurar las órdenes sacerdotales establecidas por David. Z. aparece como cabeza de la familia organizada bajo el nombre de †¢Iddo (Neh 12:16). Es posible que sea al mismo #19.
. Sacerdote que participó en la inauguración de la restauración del muro de Jerusalén en tiempos de Nehemías. Era de los que †œiban con trompetas† (Neh 12:35, Neh 12:41).
. Personaje a quien el profeta †¢Isaías usa como testigo de su matrimonio y del oráculo relacionado con †¢Maher-salal-hasbaz (Isa 8:2). Posiblemente sea el mismo #15.
. Sacerdote de la clase de †¢Abías. Padre de †¢Juan el Bautista. él y su mujer eran viejos y no tenían hijos. Un ángel se le apareció mientras oficiaba en el †¢templo y le anunció que tendría un hijo. Por alegar su vejez y dudar del anuncio se le castigó con una mudez hasta que nació el niño. Cuando quisieron ponerle a éste su nombre, escribió sobre una tablilla que le llamarían Juan, como había ordenado el ángel y entonces recuperó el habla (Luc 1:5-25, Luc 1:57-64). La †œcanción† de Z. (Luc 1:67-79) es comúnmente llamada el †œBenedictus†, porque comienza con esa primera palabra, en latín.
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
tip, BIOG PROF SACE REYE HOMB HOAT HONT
ver, GLOSA
vet, = «Jehová se ha acordado». (1) Benjamita de la familia de Jehiel, de Gabaón (1 Cr. 9:35, 37); llamado Zequer en 1 Cr. 8:31. Si la vocalización tradicional es la correcta, Zequer es un sinónimo que significa «memoria». Sin embargo es probable que se tratara de una abreviación, Zacar, que significa «él se ha acordado». (2) Levita de la familia de Coat, descendiente de Ebiasaf (Asaf). Era hijo de Meselemías, y portero del tabernáculo en el reinado de David (1 Cr. 9:19, 21, 22; 6:2) y sabio consejero (1 Cr. 26:14). (3) Levita del segundo orden; tocaba el salterio en el cortejo que acompañó el arca a Jerusalén. David le asignó un servicio permanente en el tabernáculo erigido para el arca (1 Cr. 15:18, 20; 16:5). (4) Levita de la familia de Coat, de la casa de Uziel, vivió durante el reinado de David (1 Cr. 24:25). (5) Levita de la familia de Merari, cuarto hijo de Hosa. Fue uno de los porteros del tabernáculo durante el reinado de David (1 Cr. 26:10, 11). (6) Sacerdote y músico de la época del rey David (1 Cr. 15:24). (7) Hombre de la media tribu de Manasés en Galaad, padre de Iddo; vivió durante el reino de David (1 Cr. 27:21). (8) Levita, hijo de Asaf y descendiente de Gersón (2 Cr. 20:14). (9) Uno de los príncipes comisionados por Josafat para que enseñaran la Ley al pueblo de Judá (2 Cr. 17:7). (10) Cuarto hijo de Josafat (2 Cr. 21:2). (11) Hijo del sumo sacerdote Joiada e íntegro como su padre. Zacarías vivió durante el reinado de Joás, rey de Judá; dotado del Espíritu, reprochó al pueblo que hubiera abandonado a Jehová después de la muerte de Joiada. Zacarías fue entonces lapidado en el patio del templo por orden del rey (2 Cr. 24:20-22). Es a este Zacarías que parece referirse Cristo al hablar de la sangre de los profetas derramada sobre la tierra (Lc. 11:51). En efecto, Zacarías hijo de Joiada es el único personaje mencionado en las Escrituras que fuera asesinado entre el templo y el altar. La memoria de esta trágica muerte se transmitió de generación en generación. Al estar el libro de Crónicas en último lugar en el canon judío, Zacarías aparece como el último mártir, siendo Abel el primero. Mt. 23:35 constituye un problema, por cuanto Zacarías recibe el apelativo de «hijo de Berequías», aludiendo al bien conocido profeta postexílico. Este pasaje de Mateo, diferente del pasaje paralelo de Lc. 11:51, contiene muy probablemente una glosa que algún copista puso al margen, confundiendo ambos Zacarías, glosa que posteriormente habría sido incorporada al texto (véase GLOSA). (12) Hombre entendido en visiones de Dios y consejero del rey Uzías (2 Cr. 26:5). (13) Rey de Israel; último soberano de la dinastía de Jehú. Accedió al trono de Samaria en el año 30 de Azazías, rey de Judá, y reinó durante seis meses. Hijo de Jeroboam II, murió a manos de Salum, que le sucedió (2 R. 14:29; 15:10). La predicción según la cual Jehú tendría descendientes en el trono sólo hasta la cuarta generación se cumplió en la accesión y muerte pronta de Zacarías (cfr. 2 R. 10:30). (14) Príncipe rubenita (1 Cr. 5:7). (15) Hijo de Berequías; fue testigo de que Isaías escribía unas palabras enigmáticas un año antes de que una profecía revelara su auténtico significado (Is. 8:2). (16) Abuelo de Ezequías por parte materna (2 R. 18:1, 2). (17) Levita descendiente de Asaf. Tomó parte en la purificación del Templo, bajo Ezequías (2 Cr. 29:13). (18) Levita, descendiente de Coat; inspector de los obreros que efectuaron las reparaciones del Templo durante el reinado de Josías (2 Cr. 34:12). (19) Uno de los oficiales de la casa de Dios bajo Josías; indudablemente un sacerdote (2 Cr. 35:8). (20) Hombre de Judá, de la familia de Sela (Neh. 11:5). (21) Otro hombre de Judá de la familia de Fares (Neh. 11:4). (22) Sacerdote descendiente de Pasur de la casa de Malquías (Neh. 11:12). (23) Descendiente de Paros; volvió de Babilonia con Esdras (Esd. 8:3). (24) Otro que volvió del exilio con Esdras hijo de Bebai (Esd. 8:11). (25) Uno de los príncipes encargados por Esdras de traer consigo a levitas y netineos para que acompañaran a los israelitas en su vuelta del exilio (Esd. 8:16). (26) Uno de los que ayudaron a Esdras a leer la ley al pueblo; probablemente sacerdote (Neh. 8:4). (27) Hijo de Elam, siguió la indicación de Esdras de despedir a su mujer extranjera (Esd. 10:26). (28) Levita, hijo de Jonatán, descendiente de Asaf. Dirigió a los levitas músicos en la dedicación de las murallas restauradas de Jerusalén (Esd. 12:35, 36). (29) Sacerdote que hizo sonar la trompeta en la dedicación de las murallas restauradas de Jerusalén (Neh. 12:41). (30) Sacerdote y jefe de la casa patriarcal de Iddo en la época del sumo sacerdote Joiacim (Neh. 12:16; cfr. v. 12). (Véase (ad)). (31) El profeta Zacarías (Zac. 1:1). Véase ZACARíAS (Profeta). (32) Padre de Juan el Bautista. Sacerdote de la clase de Abías (véase ABíAS, b). Su esposa Elisabet era pariente de María de Nazaret (Lc. 1:5, 36). Esta piadosa pareja vivía en la región montañosa de Judá (Lc. 1:39, 40). Habiéndole tocado en suerte ofrecer el incienso, mientras ejercía esta función se le apareció un ángel, que le anunció al anciano que Dios le daría un hijo (Lc. 1:18), que prepararía al Señor un pueblo bien dispuesto de cara a la llegada del Mesías (Lc. 1:13-17). Zacarías, dudando, pidió una señal, que recibió en forma de mudez temporal debido a su incredulidad, hasta el cumplimiento de la promesa (Lc. 1:18-22, 62-64). Cuando el niño nació, Zacarías fue lleno del Espíritu Santo, profetizó acerca del Salvador, alabándolo (Lc. 1:67-79).
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
1.° Hijo de Yóyada, que, por predicar la palabra de Dios, fue apedreado en el atrio del templo; a este crimen hace referencia Jesús (Mt 23,35; Lc 11,51).
2.° Sacerdote, esposo de Isabel y padre de Juan Bautista (Lc 1,5.59-63; 3,2).
E. M. N.
FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001
Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret
El libro de Zacarías figura en el canon entre los doce profetas menores. Se compone de dos partes totalmente distintas, que se atribuyen a autores y a épocas diferentes: cc. 1-8 y 9-14. Esta división se basa en elementos estilísticos, literarios y de contenido. La primera parte se atribuye a Zacarías, probablemente la mismia persona que se menciona como jefe de la familia sacerdotal de Iddo (Neh 12,16). Su actividad comienza en noviembre del año 520 a.C., poco después de Ageo, y dura todo lo más hasta el 518. Se articula en una visión parenética (1, 1 -6), en la relación de ocho visiones (1,7-6,8), en una acción simbólica constituida por la coronación de Zorobabel (6,9-15) y en respuestas en torno al ayuno para recordar la destrucción del templo, seguidas de siete promesas que tienen como motivo la grandeza de la nueva Jerusalén (7-8). Zacarías se preocupa de la reconstrucción del templo, pero sobre todo de la restauración nacional y religiosa, de una era mesiánica en la que se exaltará el sacerdocio y la realeza será ejercida por el †œgermen† (3,8), término mesiánico que se atribuye a Zorobabel.
Con él la capital estará abierta no sólo a los judíos, sino a todos los pueblos que deseen visitar al Señor.
La segunda parte (cc. 9- 14) pertenece a un autor desconocido que escribe probablemente a finales del siglo IV, tras la conquista de Alejandro Magno. En efecto, en 9,11 hay una referencia concreta a la aparición del poder greco-macedonio. Esta sección es importante para la doctrina mesiánica (mesianismo davídico: 12; caracterización del Mesías como humilde: 9,9-10; anuncio misterioso del » traspasado n : 12,10) y por el apocalipsis sobre la Jerusalén escatológica (12-14), G. Lorusso
Bibl.: L. Moraldi, Zacarías, en NDTB, 1971 1974; L. Alonso Schokel – J L, Sicre. Profetas, 11, Cristiandad. Madrid 1980, 1141-1203; G. Denzer, Libros de Ageo, Zacaría’, Malaquias, Joel y segundo Zacarías, Sal Terrae, Santander 1969; C, StuhlmUller, Zacarías en Comentario bíblico San Jerónimo 11, Cristiandad, Madrid 1971, 142-164; J L. Sicre, Profétismo en Israel Verbo Divino, Estella 1993.
PACOMIO, Luciano [et al.], Diccionario Teológico Enciclopédico, Verbo Divino, Navarra, 1995
Fuente: Diccionario Teológico Enciclopédico
SUMARIO: I. El profeta y su tiempo. II. Primera parte (cc. 1-8); III. Los capítulos 9-14.
1. EL PROFETA Y SU TIEMPO. Zacarías (en hebr., Zekarjiah, «Yhwh se ha acordado»), hijo de Berequías, hijo de Idó, mencionado con el profeta /Ageo por Esd 5:1 y 6,14, es el penúltimo de los doce profetas menores. Probablemente es la misma persona mencionada como jefe de la familia sacerdotal de Idó (Neh 12:16), donde se tendría la confirmación de que era de familia sacerdotal, y lo cual explicaría su gran interés por el templo y el culto, a la vez que se comprende el motivo de la impresión que su escrito deja en el lector.
El período de la actividad profética está definido con precisión en su libro (como en el de su contemporáneo Ageo): la llamada a la penitencia y la promesa del perdón divino (1,1-6) tienen fecha de octubreno-viembre del año 520; las ocho visiones (1,7-6,8) son de febrero del año, 519; la respuesta a la cuestión relativa al ayuno (cc. 7-8) es de noviembre del 518. Así pues, Zacarías inició su ministerio dos meses después que Ageo, pero siguió aún por dos años después de la última fecha que podemos asignar a la actividad profética de éste (cf Age 2:20).
Nadie discute la autenticidad de los primeros ocho capítulos de Zacarías, aunque dejan la impresión de que acá y allá hay interrupciones y retoques. En cambio, es diverso el juicio en lo que se refiere a los capítulos 9-14, o sea la segunda parte del libro, según se verá.
Puede parecer exagerado que los dos profetas posteriores al exilio de mayor interés (Ageo y Zacarías) hayan atribuido tanta importancia a una obra tan exterior como la erección del templo; sin embargo, hay que recordar que en las condiciones de los que «volvían» del destierro babilónico, los judíos tenían necesidad, experimentada sobre todo por las personas más significativas, de encontrar su identidad. Además hay que tener presente que estos «retornados» (sacerdotes y laicos) estaban diversamente compenetrados por el espíritu ritualista del gran profeta Ezequiel y que renunciar a la reconstrucción del templo hubiera sido una bancarrota de la fe y de las esperanzas de los «retornados», aunque las dificultades eran muchas.
II. PRIMERA PARTE (cc. 1-8) El mensaje del profeta comienza con una invitación apremiante a la penitencia (Age 1:1-6), a la que siguen ocho visiones dirigidas a infundir ánimo al pueblo. En la primera (Age 1:7-17) ve el profeta cuatro caballeros que montan corceles de diverso color. Un ángel explica que las naciones han excedido la medida al castigar a Israel, por lo cual Yhwh se volverá de nuevo hacia Israel (hacia Jerusalén), su templo será reconstruido y las ciudades de Judá volverán a abundar en toda clase de bienes. En la segunda visión (2,1-4) el profeta descubre cuatro cuernos y cuatro herreros dispuestos a abatirlos (es decir, a derribar el poder que representan); se. trata de cuatro naciones. En la tercera visión (2,5-17) el profeta ve a un hombre con una cinta que se dispone a medir Jerusalén; de hecho, se reedificará mucho más grande de lo que era antes de la destrucción, y desde ahora sus hijos están invitados a volver a la ciudad que Yhwh rodeará con un muro de fuego, volviendo él mismo a ella. En la cuarta visión ve el profeta (3,1-10) al sumo sacerdote Josué ante el tribunal celeste con las vestiduras sucias y a Satanás que lo acusa, pero un ángel hace que el sumo sacerdote se revista de vestiduras limpias y le reprocha a Satanás no haber comprendido las verdaderas intenciones de Yhwh (el profeta quiere significar la restauración del sacerdocio en sus funciones institucionales, interrumpidas con la destrucción del templo y el destierro). En este punto el profeta se dirige directamente a Josué y le anuncia la venida del mesías, que aquí es llamado «germen» (en hebr., úsemah), como más adelante en 6,12 y en Jer 23:15 : obsérvese que la versión griega y la versión latina en lugar de «germen» tradujeron «sol naciente», «oriente», versión seguida por el evangelio de Lucas (Jer 1:78) y por la liturgia latina en la antífona de adviento O Oriens… Con este término el profeta quería designar a Zorobabel como mesías. En la quinta visión (Jer 4:1-14) el profeta ve dos olivos y un candelabro de siete brazos, es decir, los «siete» ojos de Yhwh y sus dos «ramas de olivo», es decir, «dos ungidos que están ante el Señor de toda la tierra», es decir, los dos mesías, Zorobabel y Josué, verosímilmente un mesías «secular» y otro «sacerdote», dos mesías de los cuales hablan los manuscritos de los esenios de Qumrán. Está claro el simbolismo de la sexta visión (Jer 5:1-4): el profeta descubre un rollo de pergamino cubierto de maldiciones que vuela por encima de toda Judea, significando que todo pecador será eliminado antes de la llegada de la salvación. Más complicada es la séptima visión (Jer 5:5-11): el profeta ve a una mujer sentada en un efá (unidad de medida) y transportada por dos mujeres aladas; es el pecado de Judá que es extirpado y llevado a un país enemigo, donde se convertirá en una falsa divinidad. En la octava visión (Jer 6:1-8) el profeta tiene delante cuatro carros arrastrados por caballos que anuncian por todas partes la señal del cumplimiento del programa mesiánico. La visión termina con una palabra de Yhwh al profeta: con el oro y la plata llevados por los judíos venidos de Babilonia debe Zacarías mandar hacer una corona para coronar rey mesías a Zorobabel, «su nombre es germen». Es probable que en esta segunda parte haya intervenido algún retoque determinado por el oscuro fin que tuvo Zorobabel.
En los dos últimos capítulos (cc. 7-8) el profeta trata de diversas cuestiones; en noviembre del año 518 se le hace una pregunta al profeta respecto al ayuno en recuerdo de la destrucción del templo (cf 2Re 25:8-9); la respuesta es aplazada. El profeta invita ante todo a seguir la justicia, el juicio justo, el amor y la misericordia antes que el ayuno (2Re 7:4-14). Siguen siete promesas que tienen por tema la grandeza de la nueva Jerusalén, el retorno de todos los desterrados y la reedificación del templo (cada promesa es presentada con las palabras «Así habla el Señor»:2Re 8:2.3.4.6.7.9. 14). Finalmente, en 8,18-19 está la respuesta a la cuestión del ayuno: el ayuno del cuarto mes (junio julio) conmemora la irrupción de los babilonios a través de los muros de Jerusalén (cf Jer 39:2-3), el del quinto mes la destrucción de la ciudad (cf Jer 52:12), el del séptimo mes el asesinato de Godolías (cf 2Re 25:25; Jer 41:1 ss), el del décimo mes el comienzo del asedio de la ciudad (cf 2Re 25:1).
Como Ageo, también Zacarías ha dejado un escrito muy caracterizado por el tiempo de composición también bajo el aspecto religioso, pues se caracteriza notablemente por el escatologismo mesiánico que distinguía los ideales de los «retornados» del destierro babilónico.
III. LOS CAPíTULOS 9-14. En Zac 9-14, la crítica histórica y literaria, lo mismo que el examen del contenido, ponen de manifiesto una mano y unas ideas muy diversas de los capítulos 1-8. En cuanto al tiempo de composición, nos movemos en un campo de hipótesis. Algunos estudiosos consideran los capítulos 9-14 preexílicos; otros ven en ellos un apocalipsis compuesto después del tiempo de Alejandro Magno. La opinión más verosímil es la siguiente: no hay ningún indicio para atribuir aun mismo autor los capítulos 1-8 y los capítulos 9-14; en los capítulos 9-14 hay una referencia concreta al surgir y a la caída de la potencia grecomacedónica (2Re 9:1-11, 3).
De la alegoría del buen pastor (2Re 11:4-17) saca Mateo un texto que aplica a Jesús: el profeta, despreciado, habla y obra en nombre de Yhwh, por lo cual resulta más estrecha la tipología con Jesús: «Ellos tasaron mi salario: treinta siclos de plata…» (cf Mat 27:3-10); treinta siclos era el precio de un esclavo (cf Exo 21:32). Al citar nuestro texto, Mt lo combina con Jer 32:6-9, atribuyéndolo todo al profeta Jeremías. En los capítulos 12-14 se leen, en cambio, expectativas generales de índole escatológica sobre la destrucción de las naciones y sobre el respectivo comienzo de las fortunas de Jerusalén. Una fecha, incluso sólo razonable, de estos capítulos es imposible (hipotéticamente se piensa en los siglos iv-iii).
Así pues, en los capítulos 9-14 se ven dos partes distintas, división que parece insinuar también el hecho de comenzar el capítulo 9 con «Mensaje. Palabra del Señor…», las mismas palabras con que comienza también el capítulo 12. Por eso algún crítico habla de Déutero-Zacarías (cc. 9-11) y de Trito-Zacarías (cc. 12-14) [/ Malaquías I].
Sin embargo, en esta segunda parte del libro podemos ver también cinco actos distintos de un drama apocalíptico, del modo siguiente: a) un invasor enviado por Dios (acaso Alejandro Magno) devasta Siria, Fenicia y Filistea; pero un «resto» se convierte, y en él viene el príncipe mesiánico de la paz (Jer 9:1-10); b) los judíos de la diáspora unen sus fuerzas con las de Judea y Efraín y derrotan a los griegos (Jer 9:11-17); c) guerra victoriosa de independencia, en la cual los judíos debilitan el poder de los Tolomeos y de los Seléucidas (Jer 10:3-11, 3); d) liberación de Jerusalén atacada por judíos y gentiles: la ciudad llora a un justo asesinado (Jer 11:4-13, 6); e) saqueo de Jerusalén, liberación milagrosa de la mitad de la población, el suelo será extraordinariamente fecundo, la mayor parte de los gentiles serán eliminados; los que de ellos sobrevivan, serán obligados a celebrar la fiesta de las cabañas en Jerusalén.
Del pasaje 12,10 extrae el evangelista Juan un texto que aplica a Jesús en la cruz, traspasado por la lanza: «Volverán sus ojos hacia el que traspasaron…»; se trata de un texto más bien oscuro e indudablemente denso, como por lo demás todos estos capítulos, rebosantes de expectativas mesiánicas y escatológicas.
BIBL.: ACKROYD P.R., The Book of Hagai and Zechariah I-VIII, en «Journal of Jews Studies» 3 (1952) 151-156; BERNINI G., Aggeo, Zaccaria, Malachia, Ed. Paoline 19853; BEUKEN, Haggai, Secharjah, Assen 1967; CHARY Th., Aggée, Zacharie, Malachie, París 1969; DEISSLER A., DELCOR M., Les petits Prophétes, París 1964; ELLIGER K., Das Buch der zwdlf kleinen Propheten, Gotinga 19645; RAD G. VON., Teología del AT II, Sígueme, Salamanca 19763, 357-360; RINALDI G., LUCIANI F., 1 Profeti minori, III. Michea, Nahum, Abacuc, Sofonia, Aggeo, Zaccaria, Malachia, Marietti, Turín 1969; SCHcKEL A., Doce profetas menores, en Profetas II, Cristiandad, Madrid 1980, 1141-1203; STUHLMUELLER C., Zacarías, en Comento bíbl. San Jerónimo 11, Cristiandad, Madrid 1971, 142-164.
L. Moraldi
P Rossano – G. Ravasi – A, Girlanda, Nuevo Diccionario de Teología Bíblica, San Pablo, Madrid 1990
Fuente: Nuevo Diccionario de Teología Bíblica
(Jehová Ha Recordado).
1. Uno de los diez hijos del benjamita Jeiel. (1Cr 9:35-37.) Su nombre aparece abreviado como Zéker en la lista paralela de 1 Crónicas 8:31.
2. Rubenita que posiblemente luchó contra los hagritas en los días de Saúl. (1Cr 5:6, 7, 10.)
3. Portero levita al que se elogia por ser †œun consejero con discreción†. Había sido portero en la entrada de la tienda de reunión, y cuando David reorganizó los servicios de los levitas con vistas al templo que se iba a edificar, a Zacarías le tocó la zona N. Era el primogénito de Meselemías, un coreíta de la familia levita de Qohat. (1Cr 9:21, 22; 26:1, 2, 14.)
4. Levita asignado junto con varios otros a tocar un instrumento de cuerdas en la procesión que trasladaría el arca del pacto a Jerusalén. Posteriormente, tocó ante la tienda que albergó el Arca. (1Cr 15:18, 20; 16:1, 4, 5.)
5. Sacerdote asignado a tocar la trompeta en la procesión que acompañó el arca del pacto a Jerusalén. (1Cr 15:24.)
6. Levita de la familia de Uziel que se menciona con relación a la reorganización del servicio en la casa de Jehová. (1Cr 24:24, 25.)
7. Levita merarita, hijo de Hosá, asignado a la división de los porteros durante el reinado de David. (1Cr 26:1, 10, 11.)
8. Manasita cuyo hijo, Idó, fue un principal de su tribu en Galaad durante el reinado de David. (1Cr 27:16, 21.)
9. Levita cuyo hijo, Jahaziel, aseguró a Jehosafat y al pueblo de Judá que Jehová pelearía por ellos. (2Cr 20:13-17.)
10. Uno de los príncipes del pueblo a quienes Jehosafat encargó en 934 a. E.C. que enseñaran la ley de Jehová por las ciudades de Judá. (2Cr 17:7, 9.)
11. Hijo del rey Jehosafat. Este dio a Zacarías y a sus hermanos generosos regalos, pero el reino pasó al primogénito, Jehoram. Tras acceder al trono, asesinó a Zacarías y a sus demás hermanos, así como a algunos príncipes, a fin de consolidar su posición. (2Cr 21:1-4.)
12. Hijo del sumo sacerdote Jehoiadá. Tras la muerte de Jehoiadá, el rey Jehoás siguió malos consejos, en vez de hacer caso a los profetas de Jehová, y se apartó de la adoración verdadera. Zacarías, que era primo de Jehoás (2Cr 22:11), amonestó con severidad al pueblo en cuanto a este proceder, pero en vez de arrepentirse, lo apedrearon en el patio del templo. Las palabras de Zacarías al morir fueron: †œJehová lo vea y lo reclame†. Se le concedió esta solicitud profética, pues Siria causó gran daño a Judá, y además Jehoás fue asesinado por dos de sus siervos †œa causa de la sangre de los hijos de Jehoiadá el sacerdote†. La Versión de los Setenta y la Vulgata dicen que Jehoás fue muerto para vengar la sangre del †œhijo† de Jehoiadá. Sin embargo, tanto el texto masorético como la Versión Peshitta siriaca utilizan el plural †œhijos†, posiblemente para denotar la excelencia y dignidad del profeta y sacerdote Zacarías, el hijo de Jehoiadá. (2Cr 24:17-22, 25.)
Es muy probable que Jesús estuviese pensando en Zacarías, hijo de Jehoiadá, cuando profetizó que †œla sangre de todos los profetas vertida desde la fundación del mundo† sería demandada †œde esta generación [los judíos del tiempo del ministerio terrestre de Jesús], desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue muerto entre el altar y la casa†. (Lu 11:50, 51.) El lugar de este concuerda con dicha identificación. En el siglo I E.C., Crónicas ocupaba el último lugar en el canon de las Escrituras Hebreas. Por lo tanto, la expresión de Jesús, †˜desde Abel hasta Zacarías†™, era similar a nuestra expresión †œdesde Génesis hasta Revelación†. En el relato paralelo de Mateo 23:35, a Zacarías se le llama hijo de Baraquías, posiblemente otro nombre de Jehoiadá, a menos que lo que se indique sea la existencia de una generación entre Jehoiadá y Zacarías, o que se trate del nombre de un antepasado anterior. (Véase BARAQUíAS.)
13. Consejero del rey Uzías, quien reinó entre los años 829 y 778 a. E.C. Se dice que †œinstruía en el temor del Dios verdadero†. (2Cr 26:5.)
14. Rey de Israel. Era hijo de Jeroboán II, y fue el último gobernante de la dinastía de Jehú. Su gobernación, que según el registro bíblico duró seis meses, terminó cuando lo asesinó Salum. (2Re 15:8-12.) El padre de Zacarías murió en 803 a. E.C., en el año vigésimo séptimo del reinado de Uzías (2Re 14:29), pero pasaron unos once años hasta que Zacarías comenzó su reinado de seis meses, en el año trigésimo octavo de Uzías (c. 792 a. E.C.). (2Re 15:8, 13.) Puede que esto se haya debido a que era muy joven cuando murió su padre o a la considerable oposición (característica del reino septentrional de Israel) que tuvo que vencer antes de afianzarse en el reino.
15. Testigo de que Isaías escribió el nombre de su hijo sobre una tablilla; era hijo de Jeberekías. (Isa 8:1, 2.)
16. Abuelo materno del rey Ezequías. (2Re 18:1, 2; 2Cr 29:1.)
17. Levita de los hijos de Asaf que ayudó a deshacerse de los objetos inmundos que se retiraron del templo al comienzo del reinado de Ezequías. (2Cr 29:13, 15-17.)
18. Levita qohatita asignado a ayudar en la supervisión de las obras de restauración del templo promovidas por el rey Josías. (2Cr 34:8, 12.)
19. Uno de los tres sacerdotes principales que hicieron una generosa contribución de animales para los sacrificios de la gran Pascua que organizó Josías. (2Cr 35:1, 8.)
20. Profeta postexílico y escritor del libro que lleva su nombre. Zacarías se llama a sí mismo †œhijo de Berekías hijo de Idó† (Zac 1:1, 7), pero en otros pasajes se omite el nombre de Berekías. (Esd 5:1; 6:14; Ne 12:4, 16.) Probablemente nació en algún lugar de Babilonia, puesto que su actividad profética empezó tan solo diecisiete años después del regreso del exilio, y es razonable pensar que para entonces tenía más de diecisiete años, aunque todavía se le consideraba †œjoven†. (Zac 2:4.)
Jehová se valió de Zacarías y Ageo para animar a Zorobabel, al sumo sacerdote Jesúa y a los exiliados que habían regresado a terminar la reconstrucción del templo de Jehová, aun cuando todavía estaba en vigor una prohibición del gobierno persa. (Esd 5:1, 2; 6:14, 15.) La profecía de Zacarías contiene mensajes que pronunció con ese fin durante un período de dos años y un mes. (Zac 1:1, 7; 7:1, 8.) No se registra ninguna otra actividad profética de Zacarías. (Véase ZACARíAS, LIBRO DE.)
Si bien el padre de este Zacarías se llamaba Berekías, lo más probable es que cuando Jesús habló de †œZacarías hijo de Baraquías† (Mt 23:35; nótese la grafía diferente), se refiriera a un sumo sacerdote que vivió antes. (Véase núm. 12.)
21. Uno de los †œcabezas† a quienes Esdras envió a reunir ministros para la casa de Dios antes de viajar a Jerusalén en 468 a. E.C. (Esd 8:15-17.) Es posible que sea la misma persona que los núms. 22 ó 23.
22. Cabeza de la casa paterna de Parós. Zacarías y 150 varones de dicha casa viajaron a Jerusalén con Esdras. (Esd 8:1, 3.) Posiblemente se trate de la misma persona que el núm. 21.
23. Cabeza de la casa paterna de Bebai que dirigió a 28 varones de su familia en el viaje de regreso con Esdras. (Esd 8:1, 11.) Posiblemente se trate de la misma persona que el núm. 21.
24. Uno de los hijos de Elam que pusieron fin a sus matrimonios con extranjeras en conformidad con el consejo de Esdras. (Esd 10:10, 11, 26, 44.)
25. Colaborador de Esdras cuando leyó y explicó la Ley al pueblo. Zacarías, probablemente un sacerdote, estaba de pie a la izquierda de Esdras. (Ne 8:1, 2, 4.)
26, 27. Dos hombres de Judá, hijos de Amarías y del selanita, respectivamente, cuyos descendientes moraron en Jerusalén después del exilio en Babilonia. (Ne 11:4, 5.)
28. Sacerdote, hijo de cierto Pasjur, cuyos descendientes vivieron en Jerusalén después del destierro. (Ne 11:10, 12.)
29. Sacerdote asignado a tocar la trompeta en la procesión organizada para la inauguración del muro reconstruido de Jerusalén; hijo de Jonatán. (Ne 12:27, 31, 35.)
30. Otro sacerdote, también asignado a tocar la trompeta, que participó en la misma ceremonia de inauguración que el núm. 29. (Ne 12:40, 41.)
31. Sacerdote y padre de Juan el Bautista. (Lu 3:2.) El y su esposa Elisabet, pariente de María, la madre de Jesús, vivían en las colinas de Judea. Los dos eran temerosos de Dios y obedecían sus mandatos. Aunque eran entrados en años, no tenían hijos. (Lu 1:5-7, 36.)
Cuando le llegó el turno a Zacarías de ofrecer incienso durante †œla división de Abías†, probablemente a finales de la primavera o principios del verano del año 3 a. E.C., entró en el santuario como de costumbre. En esa ocasión se le apareció Gabriel, el ángel de Jehová, y le informó que su ruego había sido oído favorablemente y que su esposa Elisabet le daría un hijo, a quien tendría que llamar Juan. Gabriel le dio instrucciones sobre la crianza de su hijo y le explicó lo que este lograría. (Lu 1:5-17.) Zacarías le pidió al ángel una señal para estar más seguro. Por mostrar tal desconfianza, se le dijo que perdería la facultad del habla hasta después del nacimiento de Juan. (Lu 1:18-23.) En el octavo día después del nacimiento del niño, Elisabet rechazó el nombre que los vecinos y parientes querían ponerle e insistió en que su hijo había de llamarse Juan. Cuando preguntaron al padre, Zacarías tomó una tablilla y escribió sobre ella: †œJuan es su nombre†. Al instante recuperó el habla y pronunció una profecía concerniente a la obra de su hijo y a la del Mesías. (Lu 1:13, 57-79.)
Fuente: Diccionario de la Biblia
Za 1-14
Sumario: 1. El profeta y su tiempo. II. Primera parte (cc. 1-8); III. Los capítulos 9-14.
1. EL PROFETA Y SU TIEMPO.
Zacarías (en hebr., Zekarjiah, †œYhwh se ha acordado), hijo de Be-requías, hijo de Ido, mencionado con el profeta / Ageo por Esd 5,1 y 6,14, es el penúltimo de los doce profetas menores. Probablemente es la misma persona mencionada como jefe de la familia sacerdotal de Ido (Ne 12,16), donde se tendría la confirmación de que era de familia sacerdotal, y lo cual explicaría su gran interés por el templo y el culto, a la vez que se comprende el motivo de la impresión que su escrito deja en el lector.
El período de la actividad profética está definido con precisión en su libro (como en el de su contemporáneo Ageo): la llamada a la penitencia y la promesa del perdón divino (1,1-6) tienen fecha de octubre-noviembre del año 520; las ocho visiones (1,7-6,8) son de febrero del año, 519; la respuesta a la cuestión relativa al ayuno (cc. 7-8) es de noviembre del 518. Así pues, Zacarías inició su ministerio dos meses después que Ageo, pero siguió aún por dos años después de la última fecha que podemos asignar a la actividad profética de éste (Ag 2,20).
Nadie discute la autenticidad de los primeros ocho capítulos de Zacarías, aunque dejan la impresión de que acá y allá hay interrupciones y retoques. En cambio, es diverso el juicio en lo que se refiere a los capítulos 9-14, o sea la segunda parte del libro, según se verá.
Puede parecer exagerado que los dos profetas posteriores al exilio de mayor interés (Ageo y Zacarías) hayan atribuido tanta importancia a una obra tan exterior como la erección del templo; sin embargo, hay que recordar que en las condiciones de los que †œvolvían† del destierro babilónico, los judíos tenían necesidad, experimentada sobre todo por las personas más significativas, de encontrar su identidad. Además hay que tener presente que estos †œretornados† (sacerdotes y laicos) estaban diversamente compenetrados por el espíritu ritualista del gran profeta Ezequiel y que renunciar a la reconstrucción del templo hubiera sido una bancarrota de la fe y de las esperanzas de los †œretornados†™, aunque las dificultades eran muchas.
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II. PRIMERA PARTE (cc. 1 -8)
El mensaje del profeta comienza con una invitación apremiante a la penitencia (1,1-6), a la que siguen ocho visiones dirigidas a infundir ánimo al pueblo. En la primera (1,7-17) ve el profeta cuatro caballeros que montan corceles de diverso color. Un ángel explica que las naciones han excedido la medida al castigar a Israel, por lo cual Yhwh se volverá de nuevo hacia Israel (hacia Jerusalén), su templo será reconstruido y las ciudades de Judá volverán a abundar en toda clase de bienes. En la segunda visión (2,1- 4) el profeta descubre cuatro cuernos y cuatro herreros dispuestos a abatirlos (es decir, a derribar el poder que representan); se. trata de cuatro naciones. En la tercera visión (2,5-17) el profeta ve a un hombre con una cinta que se dispone a medir Jerusalén; de hecho, se reedificará mucho más grande de lo que era antes de la destrucción, y desde ahora sus hijos están invitados a volver a la ciudad que Yhwh rodeará con un muro de fuego, volviendo él mismo a ella. En la cuarta visión ve el profeta (3,1-10) al sumo sacerdote Josué ante el tribunal celeste con las vestiduras sucias y a Satanás que lo acusa, pero un ángel hace que el sumo sacerdote se revista de vestiduras limpias y le reprocha a Satanás no haber comprendido las verdaderas intenciones de Yhwh (el profeta quiere significar la restauración del sacerdocio en sus funciones institucionales, interrumpidas con la destrucción del templo y el destierro). En este punto el profeta se dirige directamente a Josué y le anuncia la venida del mesías, que aquí es llamado †œgermen† (en hebr., üsemah), como más adelante en 6,12 y en Jer 23,15: obsérvese que la versión griega y la versión latina en lugar de †œgermen† tradujeron †œsol naciente†™, †œoriente†™, versión seguida por el evangelio de Lucas (1,78) y por la liturgia latina en la antífona de adviento O Oriens… Con este término el profeta quería designar a Zorobabel como mesías. En la quinta visión (4,1-14) el profeta ve dos olivos y un candelabro de siete brazos, es decir, los †œsiete† ojos de Yhwh y sus dos †œramas de olivo†™, es decir, †œdos ungidos que están ante el Señor de toda la tierra†™, es decir, los dos mesías, Zorobabel y Josué, verosímilmente un mesías †œsecular† y otro †œsacerdote†™, dos mesías de los cuales hablan los manuscritos de los esenios de Qumrán. Está claro el simbolismo de la sexta visión (5,1 -4): el profeta descubre un rollo de pergamino cubierto de maldiciones que vuela por encima de toda Judea, significando que todo pecador será eliminado antes de la llegada de la salvación. Más complicada es la séptima visión (5,5-1 1): el profeta ve a una mujer sentada en un efá (unidad de medida) y transportada por dos mujeres aladas; es el pecado de Judá que es extirpado y llevado a un país enemigo, donde se convertirá en una falsa divinidad.