Gen 35:17 le dijo la p .. También tendrás este hijo
Exo 1:15 habló el rey de .. a las p de las hebreas
Partera (heb. meyalledeth). Mujer que ayuda en el nacimiento de un niño. Las parteras se mencionan en la Biblia cuando asisten a Raquel en el nacimiento de Benjamín (Gen_902 35:17) y cuando ayudan a Tamar en el nacimiento de sus mellizos (38:24, 28). En Exo 1:15-21 se nombra a 2 parteras hebreas que desobedecieron la orden de Faraón de matar a todos los niños hebreos varones que nacieran. Probablemente, en la mayoría de los casos, eran parientas o amigas las que realizaban este servicio, como es todavía la costumbre en Oriente.
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
mujer que ayudaba en el parto. Dos parteras hebreas se mencionan en la Biblia, cuando estaba el pueblo de Israel cautivo en Egipto, Sifrá y Puá, Ex 1, 15-21, que desacataron la orden del rey de Egipto de asesinar a los hijos de las hebreas, por temor a Dios. El Señor las recompensó con una prole numerosa, Gn 35, 17; 38, 28.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
tip, OFIC
vet, Las que asisten a las parturientas, las mujeres que dan a luz. Dios dio Su bendición a las parteras hebreas que se negaron a obedecer la orden del rey de Egipto de dar muerte a los hijos varones de las mujeres hebreas. En muchos países sigue habiendo parteras, comadronas o matronas que ejercen la misma función (Gn. 35:17; 38:28; Ex. 1:15-21).
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
El término hebreo para †œpartera† es el participio femenino del verbo ya·ládh (alumbrar, dar a luz), y se refiere a la comadrona, la mujer que ayuda o asiste a la parturienta en el alumbramiento, corta el cordón umbilical y lava a la criatura. (Véase NACIMIENTO.) En tiempos antiguos frotaba al recién nacido con sal y lo envolvía en bandas de tela. (Eze 16:4.)
Tanto los amigos íntimos o parientes como las mujeres de más edad de la comunidad en ocasiones asistían en el alumbramiento, pero debido a que se necesita conocimiento especial, destreza y experiencia, sobre todo en los partos difíciles, solo unas pocas mujeres hacían de ello su profesión. En el caso del nacimiento de Benjamín, †œmientras [Raquel] experimentaba dificultad en el parto†, la partera pudo asegurarle que tendría aquel hijo, aunque Raquel misma murió. (Gé 35:16-19.) Durante el complicado parto que tuvo Tamar al dar a luz gemelos —Pérez y Zérah—, la partera estuvo alerta para determinar quién sería el primogénito. Cuando Zérah †œextendió la mano†, rápidamente le ató un marcador de color escarlata. Sin embargo, él retiró la mano y su hermano salió primero, lo que le provocó a Tamar una ruptura perineal. (Gé 38:27-30.)
Durante la esclavitud de los israelitas en Egipto, las parteras se encontraron en una situación muy crítica y peligrosa: el Faraón llamó a dos de ellas, Sifrá y Puá, y les mandó que dieran muerte a todos los hijos varones de los hebreos en cuanto nacieran. Probablemente estas dos mujeres eran las parteras principales y tenían la responsabilidad de transmitir las órdenes del rey a sus compañeras. No obstante, †œlas parteras temían al Dios verdadero, y no hacían como les había hablado el rey de Egipto, sino que conservaban vivos a los varoncitos†. Por esta razón el Faraón les pidió explicaciones cuando dijo: †œ¿Por qué han hecho esta cosa[?]†. A esto las parteras fingieron que el asunto estaba fuera de su control e insistieron en que las mujeres hebreas eran †œvigorosas†, por lo que daban a luz †˜antes que la partera pudiera entrar a donde ellas†™. (Ex 1:15-19.) Por haber temido a Jehová y haberse negado a cometer infanticidio, Jehová las bendijo y recompensó concediéndoles tener su propia familia. (Ex 1:20, 21.)
Fuente: Diccionario de la Biblia
(
En la tradición heb. la primera mención de parteras aparece en la época de Jacob, cuando atienden a Raquel (Gn. 35.17) y Tamar (Gn. 38.28); en este último caso la partera ató un hilo de grana para marcar al que nació primero, técnicamente el primogénito.
En Mesopotamia y Egipto, y entre los hebreos, para el alumbramiento a menudo las mujeres se ponían en cuclillas sobre un par de ladrillos o piedras—los ˒oḇnayim de Ex. 1.16—o sobre un banquillo ginecológico de forma similar. Todo esto está bien ilustrado en fuentes antiguas. El papiro
Bibliografía. G. Auzou, De la servidumbre al servicio, estudio del libro del Éxodo, 1979, pp. 66s; R. de Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento, 1985, pp. 79.
Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico