Manteca (heb. jêleb, peder; jem’âh [de la raíz jm’, «denso (espeso)»], «mantequilla»). Cuajada* de leche; no la manteca o mantequilla como se la prepara hoy. La sustancia parece haber sido preparada poniendo leche en un recipiente de cuero y luego amasada o sacudida hasta que se formaban grumos. Sara preparó estos grumos para sus huéspedes celestiales (Gen 18:8), y David y sus hombres los recibieron cuando entraron en Mahanaim (2Sa 17:29). Junto con la miel y el aceite, los productos lácteos eran un símbolo de abundancia (Deu 32:14; Job 20:17; 29:6; Isa 7:22). El sabio afirma que el que «bate la leche, sacará mantequilla»; del mismo modo, quien provoca la ira causará contienda (Pro 30:33). Véase Crema. Mantequilla. Véase Manteca. Manto. En el AT es traducción de varias palabras hebreas. La naturaleza exacta de cada 746 pieza de ropa* que se describe con ellas es en muchos casos muy incierta. El «manto babilónico» (Jos 7:21) sin duda era una ropa exterior decorada y costosa, importada de Babilonia, como los que usaría un príncipe o un hombre muy rico. En 2Ki 8:15 se traduce «paño» un término hebreo de significado incierto. La traducción aparentemente sugiere que para consumar el asesinato se usó una parte del manto o de la cubrecama del rey sirio. En el NT se usan los términos gr. himátion, una ropa exterior, una capa;* jlamús, «manto» (Mat 27:28, 31); ependút’s, un «ropaje exterior» (Joh 21:7), término genérico para cualquier vestimenta* exterior (puede ser un manto o una capa; no necesariamente la capa de un pescador, como creen algunos); y jiton, «vestidura» (Mar 14:63).
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico