HIERRO

Deu 8:9 cuyas piedras son h, y de .. sacarás cobre
2Sa 23:7 se arma de h y de asta de lanza, y son
Job 19:24 con cincel de h y con plomo fuesen
Job 41:27 estima como paja el h, y el bronce
Ecc 10:10 si se embotare el h, y su filo no fuere
Isa 60:17 traeré oro, y por h plata, y por madera
Jer 1:18 yo te he puesto .. como columna de h
Jer 15:12 ¿puede alguno quebrar el h, el h del
Jer 17:1 el pecado .. escrito está con cincel de h
Jer 28:13 mas en vez de ellos harás yugos de h
Eze 4:3 una plancha de h .. en lugar de muro de h
Dan 2:33 sus piernas, de h; sus pies, en parte de h
Act 12:10 llegaron a la puerta de h que daba a la


Hierro (heb. barzel; aram. parzel, parzelâ’; gr. sìd’ros, sid’róus, sidereos). En Deu 8:9 se describe la tierra prometida como una «tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre». Las exploraciones modernas han descubierto antiguas minas de hierro en el distrito de Ajlûn (en la Transjordania), cerca de Petra (en Edom), en Madián (al este del Golfo de Aqaba) y en los montes Libano. Como la fundición del hierro requiere altas temperaturas, su elaboración demandó un desarrollo muy largo. No fue hasta el s XVIII a.C., cuando el hierro llegó a ser común en el mundo antiguo; sin embargo, es equivocada la idea de que no se conocí­a este metal en los primeros siglos del 2º ó 3er milenios a.C. Los objetos de hierro más antiguos generalmente son objetos de joyerí­a que se encuentran en tumbas de perí­odos en lo que no existen registros escritos. Están trabajados en hierro meteórico, como lo demuestra su contenido de ní­quel, un elemento que no se encuentra en el hierro terrestre. Tanto en Egipto como en Sumeria el nombre del hierro es «metal celestial», lo que también apunta a su origen meteórico. Sin embargo, ya se producí­a hierro en pequeñas cantidades de minerales terrestres en el 3er milenio a.C. Esto se demostró con el hallazgo de herramientas de ese metal empotradas en 2 pirámides de la 4ª dinastí­a, como también de instrumentos de hierro encontrados en la Mesopotamia en los niveles más tempranos de Tell Asmar, Tell Chagar Bazar y Mari. Además, textos del tiempo de Hamurabi (s XVIII a.C.) y las Cartas de Amarna* (s XIV a.C.) atestiguan su empleo en Mesopotamia 544 y Egipto en tiempos patriarcales y de Moisés. Esta breve reseña de la evidencia extrabí­blica del uso temprano del hierro está en armoní­a con el registro bí­blico que lo menciona desde tiempos muy tempranos. Tubal-caí­n, descendiente de Caí­n, trabajó el hierro (Gen 4:22). En la época de Moisés se usaban objetos de ese metal (Num 35:16; Deu 3:11; Jos 6:19, 24). Los «carros herrados» de los cananeos (Jos 17:16; Jdg 1:19; 4:3, 13) no eran vehí­culos de guerra hechos de hierro, sino que tení­an algunas terminaciones o elementos del mismo, como lo ilustra la referencia que hace Tutmosis III llamándolos «carros de oro» en un lugar, en tanto en otro dice que tení­an decoraciones de oro. En los tiempos de Saúl, el hierro todaví­a era muy escaso entre los hebreos, mientras que los filisteos, que parece que lo obtení­an de Anatolia o de Chipre, lo monopolizaban (cf 1Sa 17:7; 13:19-22). Sin embargo, desde los dí­as de David en adelante fue más abundante, y se lo usaba para hachas y trillos (1Ch 20:3), herramientas y clavos de construcción (1Ki 6:7; 1Ch 22:3), utensilios para grabar (Jer 17:1), barras, cadenas y láminas para cubrir las puertas de la ciudad (Psa 105:18, BJ; 107:10, 16; 149:8; Isa 45:2; Act 12:10) y para hacer í­dolos (Dan 5:4). En Jer 15:12 se utiliza la expresión «hierro del norte», que probablemente sugiere que los hebreos lo obtení­an de los fenicios que viví­an al norte de ellos (Eze 27:12, 19). Bib.: R. J. Forbes, JEOL 9 (1944):207-214; A. Lucas, Ancient Egyptian Materials and Industries [Materiales e industrias del antiguo Egipto] (4ª ed., Londres, 1962), pp 235-243. Higaión. Véase Salmos, Los (III.B.8). Higo. Véase Higuera.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

latí­n ferrum. Es el metal más abundante en la tierra. Reemplazó al bronce en la fabricación de armas y otros instrumentos. Se comenzó a emplear en el Oriente Próximo, en el siglo XIII a. C. En las Escrituras se menciona a Túbal Caí­n, hijo de Silá, de la descendencia de Caí­n, como el padre de los forjadores de metales; Caí­n en algunas lenguas semitas significa forjador. En Canaán los primeros en usar el h. fueron los filisteos, cuando se asentaron allí­, ca. 1200 a. C., donde habí­a h. en abundancia, Dt 8, 9. Los israelitas, aún en tiempos del rey Saúl, no trabajaban el hierro, †œno habí­a herreros en todo el territorio de Israel†, y debí­an acudir a los filisteos, †œque no hagan los hebreos espada ni lanzas†, decí­an defendiendo su monopolio, incluso para afilar sus instrumentos de labranza y pagar, y en la guerra contra éstos, para la batalla de Micmás, sólo Saúl y su hijo Jonatán contaban con espada, 1 S 13, 19-22.

El término h. es empleado a menudo figuradamente. Se compara la esclavitud en Egipto con un horno de h., Dt 4, 20; 1 R 8, 51; Jr 11, 4. Por su dureza, en las maldiciones, a continuación del Código Deuteronómico, Yahvéh le dice al pueblo que si no cumple sus mandatos, la tierra se volverá como el h., Dt 28, 23; de Behemot, la bestia del libro de Job, se dice que tiene un esqueleto como h. forjado, Jb 40, 18; Isaí­as les dice a los israelitas que tienen barrotes de h. por cerviz, tal el endurecimiento y la terquedad de este pueblo, Is 48, 4.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

ver MINERALES

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

†¢Tubal-caí­n fue †œartí­fice de toda obra de bronce y de h.† (Gen 4:22). En Job, libro muy antiguo, se menciona el h., diciendo que †œse saca del polvo, y de la piedra se funde el cobre† (Job 28:2). Este metal era conocido por los israelitas en la época del éxodo, pero no eran expertos en su extracción o en fabricar objetos con él. Les causó asombro ver que los cananeos tení­an †œcarros herrados† (Jos 17:16). Una de las caracterí­sticas que Dios mencionó de Canaán era que sus †œpiedras son h., y de cuyos montes sacarás cobre† (Deu 8:9). En efecto, existí­an yacimientos de h. en las montañas de Edom y en el S del Lí­bano. Josefo menciona una †œmontaña de h.† cerca de Gerasa. Pero el h. que utilizaban los filisteos parece haber sido de importación, a través de su comercio marí­timo y con los fenicios. Hubo un tiempo en que †œno se hallaba herrero† en Israel y habí­a que †œdescender a los filisteos para afilar cada uno la reja de su arado, su azadón, su hacha o su hoz† (1Sa 13:19-20), lo que quiere decir que los filisteos manejaban la tecnologí­a del h. más que los israelitas.

El h. era utilizado para fabricar toda clase de utensilios para la guerra, así­ como para fines agrí­colas y domésticos. Se mencionan †œinstrumentos de h.† (Num 35:16); camas (Deu 3:11); cinceles (Job 19:24; Jer 17:1); espadas y lanzas (1Sa 13:19); cuernos (1Re 22:11); grillos (Sal 105:18); cadenas (Sal 149:8); trillos (Amo 1:3); yugos (Jer 28:14); cerrojos (Deu 33:25; Isa 45:2); clavos (1Cr 22:3); martillos y hachas (Deu 19:5; 1Re 6:7; 2Re 6:6); estatuas de dioses (Dan 5:4); etcétera.
sentido metafórico se usa el h. para señalar la dureza. Así­, se dice que Dios sacó al pueblo de Israel †œdel horno de h., de Egipto† (Deu 4:20), para hablar del duro sufrimiento de los israelitas en aquel paí­s. El castigo por la desobediencia serí­a que la tierra serí­a como h. debajo de ellos (Deu 28:23). Se le dice a Israel que era †œduro, y barra de h.† su cerviz, y su †œfrente de bronce† (Isa 48:4). †¢Metales y minerí­a.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, META PIED

vet, Ya antes del Diluvio fue conocido el hierro. Tubal-Caí­n, descendiente de Caí­n, trabajó el bronce y el hierro (Gn. 4:22). Los egipcios antiguos conocí­an el hierro, al que llamaban «metal celestial». Habí­a hachas y otros útiles de hierro en época de Moisés (Nm. 35:16; Dt. 19:5). La cama de Og era de hierro (Dt. 3:11). En época de Josué se elaboraban objetos de hierro (Jos. 6:19, 24); se conocí­an los carros de hierro para fines bélicos (Jos. 17:16), también mencionados en el perí­odo de los Jueces (Jue. 1:19; 4:3, 13). De hierro se hací­an armaduras, armas, puntas de lanza, corazas (1 S. 17:7; Ap. 9:9); instrumentos de labranza, arados, trillos (2 S. 12:31; Am. 1:3); martillos, clavos (1 R. 6:7; 1 Cr. 22:3); cinceles (Jb. 40:26); puertas, grillos, cerrojos, cadenas (Sal. 107:10, 16; 145:18; 149:8; Is. 45:2; Hch. 12:10); í­dolos (Dn. 5:4). El hierro provení­a de Tarsis, Grecia, y del norte, indudablemente de lugares alrededor del mar Negro (Jer. 15:12; Ez. 27:12, 19). Se encontraba también en tierra de Israel (Dt. 8:9), especialmente en los montes del Lí­bano. Hay numerosas indicaciones de que el hierro fue utilizado mucho antes de lo que algunos arqueólogos están dispuestos a admitir. El mineral era tratado en hornos (Dt. 4:20; 1 R. 8:51) que, a juzgar por los del Lí­bano, eran de piedra y medí­an más de 3 m. de altura con un diámetro de casi 1 m. Se calentaban estos hornos con carbón vegetal, activando la llama con fuelles (Ez. 22:20; cfr. Jer. 6:29). Parece que los filisteos aprendieron en el norte a servirse del hierro, y guardaban celosamente el secreto del proceso metalúrgico (1 S. 13:19-22). Flinders Petrie descubrió la confirmación de este monopolio de los filisteos al desenterrar altos hornos e instrumentos de hierro en Gerar. El uso del hierro no llegó a difundirse ampliamente en Israel hasta después del aplastamiento del poderí­o filisteo por parte de David.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Uno de los metales más antiguos conocidos por el hombre y considerado en la actualidad como el más abundante, útil y barato de todos. Ocupa el cuarto lugar entre los elementos que más abundan en la corteza terrestre, y se dice que alrededor del 90% del núcleo de la Tierra es hierro. El registro bí­blico revela que se utilizó en la manufactura de herramientas, clavos, puertas, armas, grilletes, instrumentos de escritura e incluso dioses falsos.
El hierro puro no es común en el comercio. El hierro colado contiene aproximadamente un 3% de carbono, además de pequeñas cantidades de otros elementos. El hierro forjado tiene mucho menos carbono. (Job 40:18.) Las muchas variedades de acero son tan solo hierro aleado con carbono y otros aditivos para darles caracterí­sticas especiales. La traducción †œacero† que aparece en la Versión Valera de 1909 está equivocada. Deberí­a leer †œcobre†. (1Sa 17:5; 2Sa 22:35; Job 6:12; 20:24; 41:27; Sl 18:34.) Debido a lo primitivo de los hornos y los métodos de fundición en tiempos bí­blicos, el hierro nunca se purificaba por completo, sino que era una aleación de carbono y otros elementos. Tubal-caí­n, del IV milenio a. E.C., fue el primer hombre del que se sabe que forjó y trabajó el hierro. (Gé 4:22.)
Una clase de hierro que el hombre usó en tiempos antiguos fue el que procedí­a de meteoritos. En algunas tumbas egipcias se han hallado cuentas hechas con este hierro. Sin embargo, el hombre no estaba limitado a esta fuente. Extrajo óxidos y sulfuros de hierro, y logró fundirlos a pesar de las altas temperaturas que se necesitan para ello. (Job 28:2; Eze 22:20; véase REFINAR, REFINADOR.) No obstante, en comparación con el cobre y el bronce, que podí­an trabajarse en frí­o, el uso del hierro era bastante limitado, aunque se le consideraba de mucho valor debido a su gran resistencia y utilidad. El hierro se contaba entre los despojos de guerra que más apreciaban los israelitas. (Nú 31:22; Jos 6:19, 24; 22:8.) Sin embargo, ellos dispondrí­an de su propio hierro, no solo del que consiguieran como despojo de guerra. Moisés prometió que cuando llegaran a Palestina, hallarí­an depósitos de este metal, y así­ fue. (Dt 8:9.) Según la Biblia, otros lugares de donde provení­a el hierro eran: Tarsis, Vedán y Javán de Uzal. (Eze 27:12, 19.)
Durante su conquista de la Tierra Prometida, los israelitas se enfrentaron a carros de guerra armados con hoces de hierro. (Jos 17:16, 18; Jue 1:19.) En algún momento durante el reinado de Saúl, †œno se hallaba un herrero [metalario] en toda la tierra de Israel†. Debido a una proscripción que impusieron los filisteos, solo disponí­an de una espada el rey y su hijo Jonatán; Israel se vio obligado a llevar todas las herramientas de metal a los filisteos para que las afilasen. (1Sa 13:19-22.)
Sin embargo, el rey David posteriormente reunió grandes cantidades de hierro para la construcción del templo. Bajo el reinado de Salomón se contribuyó †œhierro que valí­a cien mil talentos† (1Cr 22: 14, 16; 29:2, 7), o, según muchas traducciones, †œcien mil talentos de hierro†. Si la referencia es al valor del hierro y los talentos eran de plata, su precio equivaldrí­a a 660.600.000 dólares (E.U.A.). Si se hace referencia al peso del hierro, ascenderí­a a unas 3.420 toneladas métricas.

Uso figurado. El horno de hierro es un sí­mbolo de opresión tiránica (Dt 4:20; 1Re 8:51; Jer 11:4), y los yugos de hierro representan esclavitud inquebrantable. (Dt 28:48; Jer 28:13, 14.) En un sentido figurado, el hierro simboliza dureza (Le 26:19; Dt 28:23), terquedad (Isa 48:4; Jer 6:28), fuerza (Jer 1:18; Da 7:7; Rev 9:9), poder real y autoridad judicial. (Sl 2:9; Rev 2:27; 12:5; 19:15.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

A. NOMBRE sideros (sivdhro», 4604), hierro. Se encuentra en Rev 18:12:¶ B. Adjetivo sidereos (sidhvreo», 4603), de hierro. Aparece en Act 12:10, de una puerta de hierro (Rev 2:27; 9.9; 12.5; 19.15).¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento