“Tesoro” se refiere generalmente a cosas valiosas, tales como el oro o la plata. “Tesoros de las tinieblas” (Is. 45.3,
“Tesoro” y “casa de los tesoros” se refieren frecuentemente al lugar donde se guardan tesoros, generalmente en relación con un santuario (Jos. 6.19, 24; 1 R. 7.51; Dn. 1.2), o pertenecientes a un rey (2 R. 12.18; Est. 3.9). En Esd. 2.69; Neh. 7.70s, el “tesoro” es un fondo para reconstruir el templo. En Mr. 12.41; Lc. 21.1 se refiere a las trece cajas en forma de trompetas destinadas a las ofrendas y colocadas en el patio de las mujeres en el templo; aparentemente se usa con referencia a los alrededores de las cajas en Jn. 8.20.
La palabra “tesoro” también tiene el significado más amplio de almacén. En 2 R. 20.13 “la casa de sus tesoros” es un depósito para almacenaje en el palacio (cf.
La Biblia usa “tesoro” y “tesorería” en forma metafórica también. Yahvéh guarda el pecado en los tesoros de su memoria (Dt. 32.34). La sabiduría ha de ser atesorada en la mente, es decir, valorada y tomada en serio (Pr. 2.1; 7.1). El temor de Yahvéh es el tesoro de Sión (Is. 33.6). El cielo es el “buen tesoro” de Yahvéh que contiene lluvia (Dt. 28.12); en la poesía la nieve, el granizo (Job 38.22), y el viento (Sal. 135.7; Jer. 10.13; 51.16) también tienen “tesoros”, “depósitos”. En Zac. 11.13,
En los evangelios sinópticos Jesús usa con frecuencia la palabra “tesoro” en forma figurada. Puesto que Dios recompensa el servicio sincero en el mas allá, se denomina a esto hacer tesoros en el cielo, lo cual contrasta con el afán de hacer dinero en Mt. 6.19s; Mr. 10.21 y paralelos; Lc. 12.33 (cf. Mt. 19.21; Lc. 18.22). Como depósito, ya sea del bien o del mal, el corazón regula la conducta (Mt. 12.35; Lc. 6.45). El corazón del hombre está donde está su tesoro (Mt. 6.21; Lc 12.34),
La frase de Pablo “tesoro en vasos de barro” (2 Co. 4.7) contrasta la gloria del evangelio divino con la debilidad de sus ministros humanos. La sabiduría y el conocimiento son tesoros que sólo se encuentran en Cristo (Col. 2.3).
“Especial tesoro” es la traducción de seḡullâ en Ex. 19.5 (°vrv2; “posesión exclusiva” en °vm), que en Sal. 135.4 es “posesión” y en Ec. 2.8 “tesoros preciados”. También aparece como “especial tesoro” en Mal. 3.17 (
Bibliografía. H. Wildberger, “Propiedad”,
Arndt; L. Koehler, Lexicon in Veteris Testamenti Ligros, 1953.
Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico