Una montaña notable que se eleva desde la llanura de Jezreel hasta llegar a 588 m sobre el nivel del mar. Sus laderas son empinadas y los paisajes que se contemplan desde la cima son estupendos; de ahí que se lo consideraba digno de compararse con el mte. Hermón, a pesar de que este último tenía mayor volumen y altura (cf. Sal. 89.12). Fue escenario del alistamiento de tropas efectuado por Barac (Jue. 4.6) y de un altar idólatra en días de Oseas (cf. Os. 5.1). En tiempos más recientes existió una ciudad en la cumbre, que fue capturada y posteriormente fortificada por Antíoco III en el 218 a.C. En el 53 a.C. fue escenario de una batalla entre los romanos y Alejandro el hijo de Aristóbulo. Josefo, en su papel de general de las fuerzas judías, construyó en el año 66 d.C. una defensa para la ciudad en la cumbre; aun hoy se distinguen ruinas de dicha muralla. Esta montaña también figura en los sucesos de las cruzadas.
Desde el ss. IV de nuestra era, y quizá aun antes, tradicionalmente se opinaba que esta montaña fue escenario de la transfiguración, aunque esto es dudoso; el punto de vista más probable es que dicha montaña sea la que se menciona en Dt. 33.19. Los árabes dieron a la montaña el nombre de Jabal al-Tur; los israelíes le han dado su antiguo nombre heb., Har Tāḇôr.
D.F.P.
Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico