SUMER, SUMERIOS

La parte inferior de la antigua Mesopotamia o S de Irak, entre la región de la moderna Bagdad y el golfo Pérsico y al S de la región, se conocía como *Acad. Esta región plana de unos 10.000 m² está atravesada por los ríos *Tigris y *Éufrates. Aunque no se hace referencia a ella directamente en el AT podría tratarse de *Sinar (šin˓ar; sumerio ken͂ir y šumer). Es posible que la civilización sumeria haya servido de telón de fondo de los relatos de Gn. 1–11 (véase II, inf.) Esta región fue colonizada a partir de 4500 a.C. aprox. por sumerios hasta ca. 1750 a.C., cuando fueron finalmente absorbidos por los semitas que habitaban la misma región. El origen de los sumerios no se conoce, aunque las teorías sobre el mismo incluyen migraciones procedentes del E.

I. Historia

La historia de los sumerios se divide en tres períodos: (a) sumeria primitiva, 3000–2700 a.C.; (b) sumeria clásica, 2700–2250 a.C.; (c) neosumeria, 2100–1960 a.C. Se la reconstruye en cada uno de estos períodos principalmente mediante poemas épicos, registros históricos dispersos y cientos de miles de documentos comerciales.

a. El primer período estuvo dominado por tres ciudades principales: Uruk, Aratta y Kis. Las tres figuras principales, todos gobernantes de Uruk, son Enmerkar, Lugalbanda y especialmente Gilgamés, que es el héroe más famoso de toda la historia sumeria. Ya que las figuras y acontecimientos históricos fueron recuperados de composiciones literarias posteriores y no de registros contemporáneos, es difícil asignar los acontecimientos a un nivel arqueológico dado de las ciudades mencionadas. Más todavía, muy poco que corresponda a este período se ha desenterrado en Kis o Uruk. La época es oscura, de la que nos llegan débiles ecos de grandes hechos llevados a cabo por un pueblo joven y vigoroso.

b. El período clásico se centra principalmente en cuatro ciudades: Ur, Kis, Umma y Lagás. Los gobernantes más conocidos son Eannatum, Urukagina y Gudea de Lagás, y Lugalzaggisi de Umma. Para esta época existen documentos contemporáneos que llevan los nombres y registran algunas de las hazañas de dichos gobernantes. Por lo tanto frecuentemente podemos identificar muchas de las ciudades y aun edificios a los que se hace referencia en los documentos. Algo más se sabe arqueológicamente que históricamente acerca de Ur en esta época. Los nombres de los reyes se conocen sin referencia a hechos significativos. Pero el mayor tesoro de todos los tiempos procedente de la Mesopotamia pertenece a este período: las fabulosamente ricas “tumbas reales”. El primer documento histórico verdadero de alguna longitud procede también de este período y trata de la rivalidad entre Umma y Lagás. Fue inscrita alrededor del 2400 a.C., en tiempos de Entemena de Lagás, y contiene muchos datos económicos y sociales, como también históricos. Pero un gobernador posterior de Lagás, Gudea, se conoce mejor hoy porque existen decenas de estatuas grabadas suyas, que dan testimonio de la habilidad en el arte escultórico en piedra dura en esa época. Sus inscripciones proporcionan abundantes datos sobre la vida económica y religiosa. Lugalzaggisi, el último rey sumerio del período, fue víctima del famoso dinasta semítico Sargón de Agade.

c. Casi dos siglos después surgió la época neosumeria, con su capital en Ur, sobre las ruinas de la dinastía acádica. Pero la sangre sumeria se había debilitado drásticamente como resultado de la inmigración generalizada de otros pueblos, especialmente los amorreos. Sólo los dos primeros de los cinco reyes de Ur llevaron nombres sumerios. No obstante, aun después de la desaparición de todos los sumerios, y cuando la lengua ya no se hablaba, esta siguió siendo la lengua de la religión, de la ciencia, del comercio y del derecho durante muchos siglos más.

II. Literatura

La invención de la *escritura ca. 3200 a.C., como surge de textos descubiertos en *Erec, se atribuye a los sumerios. La lengua, en varios dialectos, incluido el “habla fina” (eme.-sal), es aglutinante en su forma y no semítico. No se la puede relacionar con seguridad con ningún grupo lingüístico conocido, si bien comparte elementos que figuran en varios. Ideada onginalmente para fines del registro de transacciones legales y textos económicos y administrativos, los que comprenden el 75% de todos los documentos existentes en sumerio que se valen de la escritura cuneiforme, pronto fue empleada para todos los tipos de literatura que se conocieron posterioremente en todo el antiguo Cercano Oriente. Esta escritura y este género literario fueron adaptados y perfeccionados posteriormente por los *babilonios, los *asirios, los *hititas, los *horeos o hurritas, los *cananeos y los *elamitas.

La historiografía incluye inscripciones edilicias y votivas, relatos militares de relaciones interestatales (Lagás-Umma; estela de los buitres), listas de reyes, fórmulas anuales para el fechamiento, correspondencia real y documentos detallados de importancia (Tummal), además de explicaciones poéticas de grandes acontecimientos (“La maldición de Agade”). Los relatos épicohistóricos de las hazañas de *Sargón de Agade y Ur-Nammu y nueve cuentos épicos dan testimonio de otras formas de historiografía. Estos últimos reflejan las relaciones de las ciudades-estados con sus vecinos, p. ej., Enmerkar y Aratta, Lugalbanda con Enmerkar y Gilgamés con Agga de Kis.

En los mitos sumerios los héroes son deidades y abarcan los siguientes temas: la *creación (“Enlil y Ninlil: el nacimiento del dios-luna”, “La creación de la piqueta”, “Enlil y Ninmah: la creación del hombre”); la civilización (“Enki y el orden mundial: la organización de la tierra y su evolución cultural”, “Inanna y Enki: la transferencia de las artes de la civilización de Eridu a Erec”) y una “época heroica” (“Enlil y Ninhursag: el mito del paraíso sumerio”), como también el fracaso del hombre (“Inanna y Sukaletuda: el pecado mortal del hortelano”). La diosa Inanna (más tarde * Istar) y Dummuzi (* Tamuz) representan un papel protagónico en los mitos acerca del descenso de los dioses al mundo inferior. El *diluvio, aun cuando se conoce en traducción sumeria, bien puede ser de origen literario semítico (cf. la Épica de Atrahasis). Temas similares aparecen en la historiografía primitiva veterotestamentaria (Gn. 1–11).

Los sumerios también compusieron himnos altamente sofisticados para exaltar a dioses, reyes y templos, y lamentaciones para deplorar la destrucción de ciudades y ciudades-estados (Ur, Nippur), o la muerte del dios Tamuz.

Otros géneros sumerios comprenden el comienzo de la llamada literatura “sapiencial” con colecciones de instrucciones, ensayos, fábulas, proverbios y acertijos. Todos ellos adquirieron popularidad mediante su uso en el sistema educacional de las escuelas, en las que la instrucción abarcaba la escritura, la retórica, la música y otras formas, e incluía exámenes. La literatura escolar “competitiva” nos ofrece el contraste entre el “Verano y el invierno”, “El pico y el arado”, etc. Otras competencias se hacían para describir el sistema escolar (é.dub.ba).

III. Cultura

Originalmente parecería que la sociedad sumeria agrupaba las aldeas y ciudades alrededor de las ciudades más grandes, para formar ciudades-estados controladas por un consejo de senadores hombres jóvenes de rango militar hajo el liderazgo de un “señor” (en), más tarde el lugal, ‘hombre principal, rey’. A la par de tales instituciones surgió una burocracia del templo y los sacerdotes, que también poseía propiedades y ocasionalmente dominaba esta sociedad altamente organizada y “democrática”. Se pensaba que el gobierno humano reflejaba en la tierra lo que acontecía en el cielo. El rey no era sino el vicerregente del dios principal de la ciudad, quien lo instalaba en el cargo y le exigía que diera cuenta de su mayordomía en el mismo como dispensador de la ley y la justicia. Posteriormente el rey gobernó a través de gobernadores provinciales y mediante ciertas ciudades designadas para controlar la economía en sus relaciones con los nómadas circundantes.

IV. Legado

Además de su legado literario Sumer proporcionó a las civilizaciones posteriores sus conceptos de ley y gobierno con el apoyo de una “tecnología científica”. Esta última estaba basada en métodos empíricos (datos en listas) y práctica. La astronomía y la matemática usaban tanto el sistema decimal como el sexagesimal, incluida la subdivisión del tiempo y el espacio en grados, de los que nosotros hemos derivado nuestras horas, minutos y medidas lineales. La rueda se ideó tanto para transporte como para el alfarero (* Cerámica) en su trabajo. Las prácticas arquitectónicas incluían el arco, la bóveda, la cúpula, los nichos, las columnas, como también las técnicas decorativas del estucado y el taraceo que se usaban en las fachadas de los templos, en las plataformas de los templos y en las pirámides escalonadas (zigurat). En el arte, el sello grabado y el *sello cilíndrico estaban íntimamente asociados con su larga tradición en materia de escritura.

Bibliografía. A. Parrot, Sumer, 1961; S. N. Kramer, La historia empieza en Sumer, 1974; C. F. Pfeiffer, “Sumer, sumerios, lista de reyes”, °DBA, pp. 628–637.

S. N. Kramer, The Sumerians: their history, culture and character, 1963; T. Jacobsen, Treasures of Darkness, 1976; H. Ringgren, Religions of the Ancient Near East, 1975. Para historia véase CAH², 1–2, pp. 190–195, y para textos ANET³, 1969, pp. 37–39 (mitos, épica), 159ss (leyes), 265ss (textos históricos), 455ss (lamentaciones), 589ss (proverbios), 575ss (himnos).

F.R.S., D.J.W.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico