HUESTE, HUESTE CELESTIAL

(heb. ṣāḇā˒; maḥaneh se trad. generalmente “campamento”; véase tamb. * Ejército). Estas palabras, respetando el énfasis particular de cada cual, pueden usarse en forma enteramente neutral, por ejemplo con respecto a las “huestes” de Faraón, pero también a las de Israel. Sin embargo, cuando se usan para las huestes de Israel, generalmente tienen connotaciones religiosas, y hay dos usos exclusivamente religiosos de ṣāḇā que conviene notar.

a. Hueste celestial

Esta frase (ṣeḇā haššāmayim) aparece alrededor de quince veces, y en la mayoría de los casos se refiere al objeto del culto pagano (Dt. 4.19, etc., °vrv2 “ejército del cielo”). Los dos significados, “cuerpos celestiales” y “seres angelicales” están entrelazados de modo inextricable. La traducción de la LXX, que se vale de kosmos, stratia, o dynamis, no ayuda a resolver esta cuestión. Indudablemente para la mente heb. la distinción era superficial, y los cuerpos celestiales estaban considerados como íntimamente asociados con los seres celestiales. Más todavía, la angelología que está implícita en las novelas de C. S. Lewis (Out of the Silent Planet, etc. [en cast. Mãs allá del planeta silencioso]) probablemente le hubiera resultado aceptable a los escritores bíblicos. Por cierto que la Biblia sugiere que hay ángeles de rangos diversos que están a cargo de individuos y naciones; no cabe duda de que a la luz de la cosmología moderna este concepto, si es que se lo considera (y bíblicamente debe serlo), tendría que ampliarse en rigor, como lo sugiere el sentido dual de la frase “hueste (ejército) del cielo”, para incluir la supervisión de los elementos del universo físico: planetas, estrellas, y nebulosas.

b. Yahvéh de los ejércitos (Yahweh ṣeḇā˒ôṯ)

Esta expresión se usa casi 300 veces en el AT, y es particularmente común en Isaías, Jeremías, Zacarías, y Malaquías. Es un título de fuerza y poder, usado frecuentemente en contextos militares o apocalípticos. Resulta significativo que la primera mención sea en 1 S. 1.3, en asociación con el santuario en Silo. “De los ejércitos” se vierte en la LXX ya sea por transliteración como sabaōth (cf. Ro. 9.29; Stg. 5.4) o mediante el uso de pantokratōr (‘todopoderoso’). Piensan algunos que surgió como título de Dios en relación con su señorío sobre las “huestes” de Israel; pero su uso, especialmente en los profetas, sugiere claramente también una relación con la “hueste celestial” en su sentido angélico; y ésta bien podría ser la connotación original (* Dios, nombres de).

M.T.F.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico