Obras de supererogación, según la teología moral católico-romana, son obras voluntarias además y por sobre las que Dios manda. Supererogare significa «pagar más de lo necesario». En asuntos eclesiásticos, supererogatio significa hacer más de lo que Dios requiere. El término se remonta a la Vulgata en Lc. 10:35 (quodcumque supererogaveris), pero no se usó en su presente sentido técnico hasta la Edad Media. La idea se basa en una distinción entre obras que son necesarias y aquellas que son voluntarias. Al realizar estas últimas (tales como aceptar votos de pobreza, celibato y obediencia) hacemos más de lo que Dios requiere. Tales obras de supererogación son meritorias y pueden beneficiar a otros. De ahí la así llamada tesorería de méritos y la posibilidad de indulgencias.
Richard J. Coates
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (588). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología