La palabra castellana es generalmente la traducción de alguna forma del hebreo yāsaḏ y el griego katabolē y zemelios. El uso puede resumirse como sigue:
- Literal. Esa parte de una estructura que sostiene al resto es el fundamento. Lo sostenido puede ser una montaña (Dt. 32:22), el templo (1 R. 6:37), muros (Esd. 4:12), una casa (Lc. 6:48), etc.
- Figurado. Los siguientes se pueden citar como usos ilustrativos: (1) la fundación o principio del mundo (Mt. 13:35; 25:34; Lc. 11:50; Jn. 17:24; Ef. 1:4; Heb. 4:3; 9:26; 1 P. 1:20; Ap. 13:8; 17:8); (2) Cristo como el fundamento de la iglesia (1 Co. 3:11; cf. Is. 28:16; Mt. 16:18); (3) los profetas y apóstoles como fundamento de la iglesia, con Cristo como piedra del ángulo (Ef. 2:20; cf. Ap. 21:14, 19s.); (4) el ministerio de uno (Ro. 15:20; 1 Co. 3:10); (5) la seguridad del sello de Dios (2 Ti. 2:19).
Además de los usos citados arriba, la palabra fundamento se usa con frecuencia con diferentes connotaciones en la literatura teológica. Por ejemplo, a veces se usa en la expresión «estudios fundacionales» (esto es, Apologética); a veces se habla de «fundamentos» (esto es, las creencias básicas del cristianismo); a veces de «pasajes fundacionales» (esto es, los pasajes de los evangelios que son aceptados por la crítica moderna como absolutamente dignos de confianza); y en muchas otras formas.
Wick Broomall
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (273). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología