- Bendecir. Los verbos traducidos así en el AT y NT son respectivamente bāraḵ y eulogeō. Los dos tienen el sentido de «bendecir», pero el primero tiene el sentido primario de comunicar un don por medio de una potente aserción (Gn. 1:22, 28). Cuando se dice que el hombre bendice a Dios, la referencia es a la alabanza y a la acción de gracias, y esta bendición siempre es precedida por el reconocimiento de la bendición divina que es la que la impulsa (Sal. 145:1–2; Neh. 9:5; Lc. 1:64; 24:53). Al bendecir a los hombres, Dios les confiere bienes, sea en el momento o más adelante. La bendición toma diferentes formas, la dirección de la bendición a veces se señala con un sinónimo (Gn. 12:2; Nm. 6:23; Sal. 28:9). Ella incluye tanto bienes temporales como espirituales en el AT (Gn. 26:12–13; 1 Cr. 4:10); pero en el NT se asocia más con beneficios espirituales (Hch. 3:26; Ef. 1:3; Gá. 3:8–9).
En algunos pasajes, donde el sentido de la palabra bien expresa un deseo o bien una declaración profética, se dice que los hombres bendicen a los suyos (Gn. 24:60; 27:4; 48:15). Hay algunos ejemplos en los que se indica la bendición del pan y la acción de gracias (Mr. 6:41; 8:7; Mt. 26:26; 1 Co. 14:16).
- Bendito. La palabra barûḵ usualmente se aplica a Dios en el AT (Gn. 9:26; 24:27; 1 S. 25:32). Algunas veces describe a los hombres como benditos de Dios (Gn. 24:13; 26:29; 1 S. 15:13). Eulogētos sólo se usa para referirse a Dios o a Cristo en el NT (Lc. 1:68; 2 Co. 1:2; Ef. 1:3). Por otra parte, ʾešer y makarios siempre se refieren a los hombres o a un estado de existencia. La primera palabra indica bendiciones terrenales (1 R. 10:18), un estado de bendición (Is. 56:2), y es el resultado del favor gratuito de Dios (Sal. 32:1, 2; 65:4; 94:12; 112:1). Con muy pocas excepciones, la palabra se refiere a bendiciones espirituales en el NT. Además de las ocho bienaventuranzas (Mt. 5:3–10), aparecen con frecuencia dichos individuales que muestran la importancia de la idea en la enseñanza de Jesús (Mt. 11:6; 13:16; 16:17; Lc. 11:28; 12:37; Jn. 13:17; 20:29).
III. Bendición. bәrāḵah es lo opuesto a la maldición divina (Dt. 23:5; 28:2; 33:23). A veces representa el bien asegurado por el favor de Dios (Gn. 28:4; 45:25; Ex. 32:29). Eulogia, el término paralelo en el NT, generalmente significa bendición salvadora (Ef. 1:3; 1 P. 3:9). Tenemos dos excepciones en Hebreos (Heb. 6:7; 12:17). Ambas palabras pueden también expresar la palabra de bendición pronunciada por hombres o referirse al bien que se entrega (Gn. 27:12, 35, 36; 2 Co. 5:1; Stg. 3:10; Gn. 33:11; 1 S. 25:27; 2 Co. 9:5).
William J. Cameron
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (84). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología