El AT usa el término ʿam hā-āreṣ («pueblo de la tierra») para referirse a: (1) Los habitantes nativos de Palestina en contraste con los hebreos (Gn. 23:7, 12, 13; Nu. 14:9, «pueblo de la tierra» RV60); (2) la población mezclada que resistió el restablecimiento de Palestina después del exilio (Esd. 9:1, 2; 10:2, 11; Neh. 10:28–31); (3) el pueblo israelita como un todo (2 R. 15:5; Ez. 12:19; 33:2; 39:13); y (4) la gente común en distinción del rey, príncipes, sacerdotes, y profetas (2 R. 11:14; Jer. 1:18; Ez. 7:27; 22:29; 46:3, 9).
En todas las referencias anteriores al exilio, el término lleva consigo la idea de la posesión de la tierra y posee significado sociológico. En la literatura rabínica llega a ser un término puramente religioso, refiriéndose a aquellos que, a causa de su pobreza, distancia de Jerusalén, o simple descuido, no observaban las leyes rituales de la purificación. El ʿam hā-āreṣ no tenía instrucción en cuanto a su religión, y de este modo, eran negligentes en el desempeño de sus obligaciones. Los fariseos creían sinceramente que ese rebaño estaba fuera del seno de la verdadera religión. Hillel comenta: «un hombre bruto no teme pecar y el hombre ignorante (ʿam hā-āreṣ) no puede tener piedad» (Aboth 2:6). Strack-Billerbeck trata de identificar al pobre de Lc. 6:20 y Mt. 5:3 con el ʿam hā-āreṣ, pero el hecho que se incluyan dentro de su número habitantes de la ciudad y labradores, ricos y pobres, y hasta reyes (SBK, II, p. 495), hace que su posición sea improbable. Con toda probabilidad, Jesús y sus discípulos fueron considerados por los fariseos como ʿam hā-āreṣ debido a que comían con las manos no purificadas (Mr. 7:1–15) y por arrancar espigas en el día de reposo (Lc. 6:1–15). En Jn. 7:49, es del todo seguro que los fariseos se estaban refiriendo al ʿam hā-āreṣ, cuando dijeron «Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es». El odio mutuo que había entre los fariseos y el ʿam hā-āreṣ llegó a su clímax en el segundo siglo d.C. ¡Un rabino enseñó que un ʿam hā-āreṣ podía ser asesinado en el día de la expiación, aun si el día caía en el día de reposo! R. Akiba dijo de sí mismo, «Cuando yo era un ʿam hā-āreṣ solía decir: me gustaría tener en mis manos a uno de estos eruditos, lo mordería como un asno» (Pes. 49b). Después de la revuelta de Bar Kochba (132–135 d.C.) desaparecieron estas enemistades.
BIBLIOGRAFÍA
Montefiore, Rabbinical Literature and Gospel Teachings, pp. 3–15; Abrahams in Montefiore’s The Synoptic Gospels, II, pp. 646–669; R. Meyer en WNT; G.F. Moore en Jackson y Lake, Beginnings, I, pp. 439–445; SBK, I, pp. 190–192; II, pp. 494–500.
Walter W. Wessel
RV60 Reina-Valera, Revisión 1960
SBK Kommentar zum Neuen Testament aus Talmud und Midrasch (Strack and Billerbeck)
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (24). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología