(leitourgía, latreia, latreuein)
Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento prefieren el término latreuein, «trabajar por un salario o como esclavo», a therapeuein, para significar el servicio de Dios, en consonancia con el término abód, «servir», en hebreo. Leitourgía (laos-ergon: servicio público) en los Setenta designa casi siempre el servicio litúrgico ante la Tienda del encuentro; en el Nuevo Testamento, este término designa en tres ocasiones el culto del Antiguo Testamento. Leitourgía es un término típicamente paulino: 63 veces en Pablo por 3 veces en el resto del Nuevo Testamento. En Rom 9,4, latreia es el culto que «los hijos de la promesa» rindieron en Israel al Dios que les había manifestado su gloria. En Rom 12,1 este término significa el culto logikos (un culto espiritual que toma cuerpo en la existencia cotidiana) que los bautizados rinden a Dios en Jesucristo.
Por el anuncio mismo del evangelio, Pablo «sirve» a Dios (latreuein: Rom 1,9), ofreciéndole el sacrificio de alabanza de las naciones (Rom 15,9-11). En Filipenses, la perspectiva del martirio permite a Pablo presentar el anuncio de «la palabra de vida» en términos sacrificiales (aunque tuviera que derramarme en libación: 2,17). Pero, la «liturgia de la fe», si se trata ciertamente de la fe anunciada, no es tanto un sacrificio como el culto en espíritu (Rom 1,9) que se le ha concedido al apóstol poder rendir a Dios, cuando es el servidor del cumplimiento de las Escrituras sobre las naciones (Rom 15,7-13; cf. Flp 2,16-17). En cuanto apóstol enviado a las naciones, Pablo es el liturgo de Jesucristo (Rom 15,16).
M. G.
AA. VV., Vocabulario de las epístolas paulinas, Verbo Divino, Navarra, 1996
Fuente: Vocabulario de las Epístolas Paulinas