A. VERBOS 1. grafo (gravfw, 1125) se usa: (a) de formar letras sobre una superficie o material de escribir (Joh 8:6); también en Gl 6.11, donde el apóstol habla de haber escrito con grandes letras de su propia mano, lo que muy probablemente significa que en este momento tomó la pluma de manos de su amanuense y acabó de escribir la epístola por sí mismo. Esto no lo niega el hecho de que el verbo esté en el tiempo aoristo o pasado definido, lit.: «Yo escribí», porque en griego el que escribía una carta se ponía al lado del lector y hablaba de ella como habiendo sido escrita en el pasado. En castellano se diría «os escribo», tomando la perspectiva desde el momento en que estamos ejecutando la acción; cf. Flm 19 (esta epístola es indudablemente autógrafa), donde una vez más la traducción equivalente castellana se da en tiempo presente (véanse también Act 15:23; Rom 15:15). Es posible que el apóstol, en Gálatas, se refiriera a que había escrito el cuerpo de la epístola, pero la primera alternativa parece la más probable; en 2Th 3:17 dice que la salutación final va escrita de su propia mano y habla de ella como «el signo en toda carta mía», lo que algunos entienden como un propósito para el futuro más que una costumbre ya establecida; véase, sin embargo, 1Co 16:21 y Col 4:18: La ausencia de este rasgo en las otras Epístolas de Pablo se puede explicar en forma diferente, al no depender su genuinidad de este rasgo; (b) poner por escrito, registrar (p.ej., Luk 1:63; Joh 19:21, 22); se usa de las Escrituras como autoridad determinativa: «escrito está», o «está escrito» (p.ej., Mc 1.2; Rom 1:17; cf. 2Co 4:13); (c) de escribir instrucciones o de dar información (p.ej., Rom 10:5 «Moisés escribe»; 15.15; 2Co 7:12); (d) de lo que contenía un registro o mensaje (p.ej., Mc 10.4,5; Joh 19:19; 21.25; Act 23:25). 2. epistelo (ejpistevllw, 1989) denota enviar un mensaje por carta, escribir una carta (stello, enviar; castellano, epístola), (Act 15:20; 21.25; algunos mss. tienen apostello, enviar; Heb 13:22).¶ 3. prografo (progravfw, 4270) denota escribir antes (Rom 15:4; en los mss. más acreditados por la moderna crítica textual; TR tiene grafo; Eph 3:3). Véanse DESTINAR, PRESENTAR. 4. engrafo (ejngravfw, 1449) denota escribir en (Luk 10:20; 2Co 3:2,3).¶ 5. epigrafo (ejpigravfw, 1924) se traduce escribir encima o sobre (epi) en Mc 15.26; figuradamente, sobre el corazón (Heb 8:10; 10.16); sobre las puertas de la Jerusalén celestial (Rev 21:12); se traduce con una cláusula verbal en Act 17:23 «estaba esta inscripción», lit.: «sobre la que había sido inscrita».¶ Cf. el nombre epigrafe, véase , y Nº 2. 6. katagrafo (katagravfw, 2608), escribir abajo (kata, abajo, y Nº 1). Se usa en Joh 8:6:¶ B. Adjetivo graptos (graptov», 1123), de A, Nº 1, escrito. Aparece en Rom 2:15:¶ C. Nombres 1. gramma (gravmma, 1121), una letra del alfabeto, etc. Se usa de las Sagradas Escrituras en 2Ti 3:15: Para los varios usos de este término véase CARTA, Nº 1, y LETRA. 2. grafe (grafhv, 1124), relacionada con A, Nº 1 (castellano: grafía, gráfico, etc.), denota primariamente un dibujo, pintura; después un escrito: (a) de las Escrituras del AT: (1) en forma plural, la totalidad (p.ej., Mat 21:42; 22.29; Joh 5:39; Act 17:11; 18.24; Rom 1:2, donde «los profetas» comprende la generalidad de los escritores del AT; 15.4; 16.26, lit.: «escritos proféticos», expresando el carácter de todas las Escrituras); (2) en singular con referencia a un pasaje particular (p.ej., Mc 12.10; Luk 4:21; Joh 2:22; 10.35, aunque aplicable a la totalidad; 19.24,28,36,37; 20.9; Act 1:16; 8.32,35; Rom 4:3; 9.17; 10.11; 11.2; Gl 3.8,22; 4.30; 1Ti 5:18, donde la segunda cita es de Luk 10:7, de lo que se puede deducir que el apóstol consideraba «escritura» el Evangelio de Lucas, al igual que Deuteronomio, de donde se toma la primera cita); con referencia al todo (p.ej., Jam 4:5; para la traducción de este pasaje, véase ENVIDIA, B, Nº 1); en 2Pe 1:20 «ninguna profecía de la Escritura», una descripción del todo, con una especial aplicación al AT en el siguiente versículo; (b) de las Escrituras del AT, las aceptadas por los judíos como canónicas, y de todas las del NT aceptadas como autoritativas por los cristianos (2Ti 3:16); estas últimas debían ser distinguidas de las muchas epístolas falsas y otros escritos religiosos espúreos que ya habían sido producidos y circulaban en época de Timoteo. Esta discriminación sería dirigida por el hecho de que «toda Escritura», caracterizada por inspiración de Dios, sería provechosa para los propósitos mencionados (cf. RV). En la RVR la traducción se refiere al canon completo de las Escrituras («Toda la Escritura»), pero no estaba acabado cuando el apóstol escribió a Timoteo. La traducción correcta es «toda Escritura» (RV, RVR77, NVI, Besson). Las Escrituras son frecuentemente personificadas por los escritores del NT (al igual que por los judíos, Joh 7:42): (a) como hablando con autoridad divina (p.ej., Joh 19:37; Rom 4:3; 9.17, donde se dice que la Escritura habla a Faraón, dando el mensaje realmente enviado a él anteriormente de parte de Dios por medio de Moisés; Jam 4:5, véase más arriba); (b) como poseyendo la capacidad sensible de la previsión, y el poder activo de la predicación (Gl 3.8, donde la Escritura mencionada fue escrita más de cuatro siglos después de ser pronunciadas las palabras). Las Escrituras, en tal caso, toman el lugar de su Divino Autor con una intimación de que permanecen perpetuamente caracterizadas como la voz viviente de Dios. Esta agencia divina es otra vez ilustrada en Gl 3.22 (cf. v. 10 y Mat 11:13). 3. epigrafe (epigrafe, 1923), Véanse .
Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento
La significancia de la escritura es incalculable: su invención bien puede ser la línea divisora entre los pueblos primitivos y los pueblos civilizados, la era prehistórica y la era histórica. La escritura primero aparece como escritura pictográfica en algún lugar alrededor del año 3200 a.C. y se encuentra entre los sumerios (se cree que son los inventores de la escritura), los egipcios, y los cananitas. Después de su escrito pictográfico, muy luego, los sumerios desarrollaron la escritura cuneiforme, y sus documentos que datan tan temprano como 2900 a.C. pueden ser leídos por medio de estos caracteres en forma de cuña. El sistema cuneiforme se difundió rápidamente entre los babilonios semitas, asirios, hititas, y muchos otros.
En Egipto, la escritura se desarrolló de acuerdo a un sistema jeroglífico que puede ser remontado al año 2900 a.C. Este sistema se difundió a través de su propia serie de modificaciones y desarrollos independientes.
Al parecer, el sistema alfabético tiene su origen alrededor del año 1800 a.C. en Canaán. No es del todo cierto cómo este sistema se relaciona con los sistemas de escritura más antiguos, pero desde el momento en que todos los sistemas pueden ser remontados a un tipo original muchos creen que el alfabeto fue inventado en un lugar en particular por un individuo o un grupo de individuos, quienes estaban familiarizados con los jeroglíficos egipcios, el estilo cuneiforme, y otros estilos de escritura (véase F. Cross, Jr., «Writing», TCERK, pp. 1191–1192). En todo caso, este sistema cananeo (fenicio) de escritura llegó a ser, a la vez, la base para todas las escrituras alfabéticas y es en esta fuente que el hebreo tiene su origen. Hasta la fecha, los primeros ejemplares de escritura hebrea clásica son la piedra moabita ca. 850 a.C., y el muy recientemente descubierto Calendario de Gezer ca. 925 a.C., pero los antecedentes del hebreo clásico son aun más antiguos.
La escritura es mencionada frecuentemente en el AT, particularmente en relación con varios sucesos históricos y sagrados (Ex. 17:14; 28:11; 31:18; 32:15). Se esperaba que reyes, sacerdotes, profetas, escribas profesionales, y gente de alta posición fueran capaces de leer y escribir (Dt. 17:18; 24:1, 3; Is. 29:11–12).
Además, en las Escrituras se mencionan varios materiales para la escritura, tales como la piedra cubierta con yeso (Dt. 27:2–3), y también piedras grabadas con cincel (Jos. 8:32; Ex. 34:28; Dt. 4:13). Aunque el cuero y el papiro no son mencionados en el AT, se presume que eran conocidos y usados (Jer. 36:2–4, 18, 23; Esd. 4:7–11). Otros materiales para la escritura, usados por los pueblos del AT, eran tiestos, tablas de madera, metales, y piedras preciosas. En los tiempos del NT, el pergamino y el papiro llegaron a ser los materiales dominantes para la escritura.
La expresión «está escrito», gegraptai, se usa como cincuenta veces en el NT en referencia a citas del AT. (Juan usa gegrammenon estin). Se deriva de grafō, «escribir», y esta relacionada con hē grafē, que se usa para pasajes individuales de la Escritura o para el plural de Escritura como un todo. Gegraptai se usa ampliamente en papiros en referencia al carácter autoritativo y regulatorio del documento referido. En la esfera de la revelación divina, gegraptai «siempre implica una apelación a la autoridad normativa e indiscutible del pasaje citado» (Crem p. 165). Por consiguiente, cuando los escritores sagrados se referían a la Sagrada Escritura en estos términos significaba que lo hacían como una apelación a la autoridad absoluta (DeissBS, T & T Clark, Edimburgo, 1901, pp. 112–114).
Hoy en día para algunos ha sido un problema reconocer que una palabra escrita podría, perfectamente, ser descrita como la revelación autoritativa de Dios. No es comprensible, desde luego, que los escritores de la Biblia pensaban que por el hecho de que ellos escribían sus palabras poseían alguna autoridad mágica; mejor dicho, los escritores sagrados, habiendo recibido la palabra de revelación de Dios, recordaban estas palabras para que ellas pudieran constituir un estandarte objetivo contra las fluctuaciones del tiempo y la historia. Dios dijo así a Moisés, «escribe esto para memoria» (Ex. 17:14). También debe recordarse que sólo de la palabra escrita «se esperan las cuatro características de duración, catolicidad [universalidad, N. de T.], inmutabilidad y pureza; cuatro atributos, los dos primeros imparten a nuestra palabra humana algo del carácter divino, y los dos últimos forman un correctivo contra la imperfección de nuestra condición pecaminosa» (A. Kuyper, Principles of Sacred Theology, Eerdmans Publishing Co., Grand Rapids, Michigan, 1954, pp. 405s.).
BIBLIOGRAFÍA
- Bonfante, «Alphabet», Colliers Encyclopedia, 1955, I, pp. 408–412; B.F.C. Atkinson, «Alphabet», EncyBrit, 1957, I, pp. 677–685; A.C. Moorhouse, The Triumph of the Alphabet; B.B. Warfield, PTR, 8:560s.; D. Diringer, The Alphabet.
Glenn W. Barker
TCERK The Twentieth Century Encyclopaedia of Religious Knowledge
Crem Cremer’s Biblico-Theological Lexicon of NT Greek
DeissBS Deissmann, Bible Studies
EncyBrit Encyclopaedia Britannica
PTR Princeton Theological Review
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (224). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología