antilogia (ajntilogiva, 485), véase . Se traduce «controversia» en Heb 6:16: Véase también .
Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento
Generalmente se dice que es malo discutir por discutir. Por esa razón muchos cristianos tratan de evitar la controversia en lo posible. Pero vivimos en un mundo en que la verdad y el error están en un conflicto permanente y, a menudo, es imposible permanecer en silencio. Judas nos exhorta a «contender ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos» (Jud. 3).
La controversia que se mantiene en un espíritu de honestidad, candor y moderación puede ser benéfico. Repetidamente en la historia de la iglesia han surgido creencias erróneas, y se ha hecho necesario refutarlas. El surgimiento de tales creencias, a menudo, ha estimulado un estudio más detallado de la doctrina en cuestión, y ha obligado a los líderes ortodoxos a presentar una declaración consistente de su fe. De hecho, la mayoría de nuestros credos se han desarrollado de esa manera. Las controversias doctrinales son el foco central del conflicto entre el error y la verdad, que producen un estudio sustancial de la verdad y la exposición del error. En todas las esferas, el avance del conocimiento ha tomado un curso zigzagueante, primero hacia un lado y luego a otro en la medida que la demostración de los errores encaminaba hacia la senda de la verdad. Tanto en el aspecto teológico, como en el político, económico, histórico, etc., la mayoría de nosotros, si no todos, tenemos ideas erróneas, y un oponente inteligente puede señalarlos y revelar una verdad nueva.
BIBLIOGRAFÍA
- Campbell Smith en HERE.
Loraine Boettner
HERE Hastings’ Encyclopaedia of Religion and Ethics
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (124). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología