Porción de masa que se guarda un día o más y se deja fermentar o leudar, y que cuando se mezcla con masa recién hecha, la fermenta rápidamente. La expresión †œmasa fermentada† traduce el término hebreo se´ór.
Los israelitas utilizaban masa fermentada para hacer pan leudado. La pella de masa que se apartaba de una amasadura anterior normalmente se disolvía en agua dentro de la artesa antes de añadir la harina, o podía amasarse junto con la harina. Este parece haber sido el método al que se refirió Jesucristo cuando dijo: †œEl reino de los cielos es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres grandes medidas de harina, hasta que toda la masa quedó fermentada†. (Mt 13:33; Lu 13:20, 21.) También parece haber indicios de que los judíos empleaban las heces o posos del vino como levadura.
Las ofrendas de grano que Israel presentaba a Jehová como ofrendas hechas por fuego no debían estar hechas con masa fermentada. (Le 2:11.) Los israelitas también recibieron el mandato expreso de no tener masa fermentada (empleada en este contexto como símbolo de corrupción y pecado) en sus hogares o dentro de los límites de su territorio durante los siete días que duraba la fiesta de las tortas no fermentadas. (Ex 12:15; 13:7; Dt 16:4.) Si alguien comía algo leudado durante ese tiempo, el mandato era: †œEsa alma tiene que ser cortada de la asamblea de Israel†. (Ex 12:19.)
En el antiguo Egipto también existía la costumbre de apartar algo de la masa cuando se horneaba pan para hacer fermentar masa nueva. Aun hoy, hay lugares, como Chipre, donde es común guardar un poco de la masa en un lugar cálido cuando se ha terminado de amasar. Entre treinta y seis y cuarenta y ocho horas más tarde ya puede usarse para fermentar una masa entera.
Puede que Pablo haya estado pensando en la masa fermentada cuando instó a los corintios: †œQuiten la levadura vieja [gr. zý·men], para que sean una masa nueva, según estén libres de fermento†. (1Co 5:7; véase LEVADURA.)
Fuente: Diccionario de la Biblia