LA JERUSALEN de la antigüedad fue el lugar que Jehová eligió para que estuviese su nombre. (2Cr 6:6.) Además de ser el centro de la adoración pura, también era la sede del gobierno de Israel. Se decía de los reyes que gobernaban en Jerusalén que se sentaban †œsobre el trono de Jehová†. (1Cr 29:23.)
El rey David arrebató la fortaleza del monte Sión a los jebuseos y la convirtió en su capital. Salomón extendió los límites de la ciudad, y durante su reinado alcanzó su máximo esplendor. En el monte Moria y sus laderas construyó un templo magnífico y un conjunto impresionante de edificios oficiales. Jerusalén era una ciudad vinculada estrechamente al nombre de Jehová.
Esto nos ayuda a entender por qué a Jerusalén se le da tanta importancia en la profecía bíblica. Es un símbolo adecuado de la propia organización de Jehová y de su Reino Mesiánico en manos de Jesucristo.
[Mapa en la página 752]
(Véase la publicación para ver el texto completo)
Valle de Tiropeón
Monte Moria
OFEL
Guihón
Monte Sión
Ciudad de David
Estanque inferior
Valle torrencial de Cedrón
Valle de Hinón
En-roguel
Números del mapa
1) Templo.
2) Gran patio.
3) Pórtico del Trono.
4) Pórtico de las Columnas.
5) Casa del Bosque del Líbano.
6) Palacio de Salomón.
7) Casa de la hija de Faraón.
8) Escalera que conducía al patio del templo.
9) Palacio de David.
10) Tienda del Arca.
11) Puerta del Agua.
12) Puerta de la Fuente.
13) Puerta Occidental.
14) Puerta de las Ovejas.
15) Puerta de la Inspección.
16) Puerta de los Caballos.
Fuente: Diccionario de la Biblia