El hecho de que las palabras hebreas `Asch y `í·yisch, así como otros términos, se usen en relación con el Sol, las estrellas y el cielo indica que aplican a alguna constelación. (Véase Job 9:7-9; 38:32, 33.) Hoy es imposible determinar a qué constelación se refieren y por eso es más seguro transliterar el nombre (como en nuestro encabezamiento), más bien que traducirlo por nombres específicos, tales como †œArcturo† (Val, 1909) (gr. Ar·któu·ros, que literalmente significa: †œGuardián de la Osa†) u †œOsa† (NC).
El hecho de que en Job 38:32 se haga mención de Ash †œal lado de sus hijos† refuerza la creencia de que se trata de una constelación. El punto de vista más generalizado es que pudiera tratarse de la Osa Mayor, ya que esta tiene siete estrellas principales a las que se podría considerar †œsus hijos†. El aspecto importante del texto no es la identificación precisa de la constelación, sino la pregunta que en este se plantea: †œ¿Puedes conducirlos?†. De este modo Jehová Dios destaca ante Job su sabiduría y poder como Creador, ya que es totalmente imposible para el hombre controlar los movimientos de esos inmensos cuerpos estelares.
Fuente: Diccionario de la Biblia