EDOMITAS

Edomitas (heb. ‘adômî, ‘Edôm). Descendientes de Edom,* o Esaú, hermano mayor de Jacob (Gen 36:1, 19). Por causa de esta relación, los edomitas eran reconocidos por los israelitas como una nación hermana, y la ley mosaica daba lugar a su admisión en la nación hebrea en la 3a generación, mientras que los moabitas y los amonitas no podí­an ser miembros con todos los derechos hasta la 10a generación (Deu 23:3-8). Los edomitas ocuparon el paí­s al sur del Mar Muerto después de expulsar de allí­ a los horeos* (Gen 14:6; Deu 2:12, 22), conocidos en las fuentes seculares como los hurrianos. Los edomitas, en su historia temprana, eran gobernados por jefes tribales (Gen 36:15-19, 40-43; 1Ch 1:51-54), pero más tarde lo fueron por reyes (Gen 36:31-39; 1Ch 1:43-51). Hacia el fin de su peregrinación por el desierto, los israelitas pidieron permiso para marchar pací­ficamente a través del territorio edomita, pero la solicitud fue rechazada, y los hebreos se vieron obligados a viajar alrededor de Edom en su camino hacia el norte (Num 20:14-21; Deu 2:8). Los registros egipcios del s XIII a.C. mencionan a beduinos edomitas que recibieron permiso para entrar en Egipto en busca de comida durante un perí­odo de hambre. Saúl peleó contra los edomitas (1Sa 14:47), y David los derrotó abrumadoramente (1Ki 11:15, 16; 1Ch 18:12; cf 2Sa 8:13, donde tal vez la BJ esté en lo correcto al no hablar de sirios, ya que ‘dm, «edomitas» [que serí­a el original, según varios Mss hebreos, la LXX y la Sirí­aca], pudo fácilmente ser copiado como ‘rm, «sirios» [por cuanto las letras hebreas d y r son muy similares, tanto en la escritura preexí­lica como postexí­lica]). Luego David puso guarniciones en Edom (2Sa 8:14; 1Ch 18:13), cumpliendo la predicción de Balaam, hecha siglos antes (Num 24:18). Las exploraciones arqueológicas demostraron que Salomón aprovechó la ricas minas de Edom extrayendo cobre de ellas, y construyó la ciudad de Ezión-geber en el Golfo de Aqaba, donde tení­a su puerto la flota de Ofir. Una rebelión contra Salomón con resultados desconocidos habrí­a sido instigada por Hadad, un prí­ncipe edomita que habí­a escapado a Egipto cuando la familia real fue exterminada por Joab a las órdenes de David (1Ki 11:14-22). Sin embargo, Edom habrí­a permanecido como posesión de Judá por lo menos hasta el reinado de Josafat, cuando fue gobernado por un funcionario hebreo que era llamado rey o gobernante (1Ki 22:47; 2Ki 3:9). En ese tiempo ayudó a Judá e Israel en su campaña contra el rey moabita Mesa (2Ki 3:6-27). No obstante, los edomitas se rebelaron contra Joram, el hijo de Josafat, y restablecieron su monarquí­a e independencia (2Ki 8:20-22; 2Ch 21:8-10). Medio siglo más tarde, Amasí­as realizó una campaña contra ellos con mucho éxito, hiriendo a 10.000 edomitas en el valle de la Sal, y conquistó Sela,* la inexpugnable capital, y mató a otros 10.000 despeñándolos desde la altura de su fortaleza de rocas (2Ki 14:7; 2Ch 25:11, 12). Uzí­as (Azarí­as), hijo de Amasí­as, reconstruyó Elat, un puerto en el Golfo de Aqaba (2Ki 14:22). Los edomitas tomaron represalias en el tiempo de Acaz, cuando Peka de Israel y Rezí­n de Damasco atacaron Judá: invadieron el oprimido reino de Acaz y llevaron gente cautiva (2Ch 28:17). Durante este perí­odo Edom fue un estado vasallo de Asiria y pagó tributos sucesivamente a Tiglat-pileser III, Sargón II, Senaquerib, Esar-hadón y Asurbanipal. Cuando Judá fue conquistada por Nabucodonosor, los edomitas se alegraron (Sal, 137:7), pero los profetas los denunciaron por su enemistad contra la nación hermana (Eze 25:12-14; 35:5, 6; Jer 49:7-22; Lam 4:21, 22; Jl. 3:19; Amo 9:12; Oba_10-14). En el perí­odo posterior a la caí­da de Jerusalén (586 a.C.), entraron a la parte sur de Judá. Eventualmente ocuparon el territorio por lo menos hasta Hebrón, probablemente cuando los nabateos* árabes los empujaron sacándolos de sus antiguos asentamientos. Hebrón y otros pueblos judí­os fueron reconquistados por Judas Macabeo (1 Mac. 5:65), y hacia el 100 a.C. Juan Hircano los forzó a adoptar la religión judí­a, incluyendo la circuncisión. De entre estos edomitas judaizados, o idumeos, salió la casa real de los Herodes del NT. Bib.: J. R. Bartlett, PEQ 104 (1972):26-37; B. Rothenberg, Timna: The Valley of the Biblical Copper Mines [Timna: el valle de las minas de cobre bí­blicas] (Londres, 1972); N. Glueck, BA 10 (1947):77-84; ANET 259, 282, 287, 291 294; FJ-AJ xii.8.6; xiii.9. 1.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

tip, TRIB

vet, Nombre dado a los descendientes de Edom (Gn. 36:1-19) y a todos los que se incorporaron a ellos. Tan pronto como Jacob regresó de Mesopotamia, Esaú ocupó la tierra de Edom (Gn. 32:3; Dt. 2:4, 5). Al principio se gobernaban por medio de jefes de tribu, pero al surgir la monarquí­a hebrea, gobernados por reyes (Gn. 36:31-39). Saúl peleó en contra de los edomitas, y David puso guarniciones en Edom después de conquistar el paí­s (1 Cr. 18:13). Los edomitas ayudaron a Israel y a Judá en su lucha contra el rey de Moab, pero bajo el reinado del hijo de Jeroboam se rebelaron. Joram no pudo dominarlos (2 R. 8:20-22); Amasí­as lo logró en el valle de la Sal y tomó Sela, la capital (2 R. 14:7; 2 Cr. 25:11, 12). Juan Hircano obligó a los edomitas a circuncidarse y a incorporarse al pueblo judí­o. Los herodianos eran edomitas y muchos de los zelotes que tomaron parte en la defensa de Jerusalén. Después de este acontecimiento la historia dice muy poco de ellos.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Véase EDOM.

Fuente: Diccionario de la Biblia