Exo 18:19 oye ahora mi voz; yo te aconsejaré
1Ki 12:6; 2Ch 10:9 ¿cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo?
Psa 16:7 bendeciré a Jehová que me aconseja
Ecc 8:2 te aconsejo que guardes el mandamiento
Isa 40:13 ¿quién .. le aconsejó enseñándole?
Rev 3:18 yo te aconsejo que de mí compres oro
Aconsejar no es un acto meramente intelectual; es una obra de misericordia que intenta mirar con amor la extrema complejidad de las situaciones humanas concretas. Ciertamente debemos proclamar la exigencia evangélica, pero ésta, si lo es, siempre es compasiva, alentadora, buena, humilde, humana, filantrópica, paciente. Esta característica del acto de aconsejar no la encontramos con tanta frecuencia en la Iglesia. Al contrario, a veces tropezamos con consejos, o incluso decisiones, que carecen del toque de humanidad típico de Jesús. Jesús sabía adaptarse con amor a las situaciones, sabía encontrar el momento adecuado. Si a la hora de aconsejar existe la actitud misericordiosa, se evitarán muchos pseudoconflictos, porque de nada sirve el manto de la justicia si no va acompañado por la virtud de la prudencia. El que aconseja en la comunidad tiene que tener un gran sentido del consejo como don. Si es un don, hay que pedirlo en la oración y no podemos presumir que lo tenemos. Como tal, debemos acercarnos a él con desapego, puesto que no procede de nosotros, sino que nos es dado. El consejo no es un arma de la que puedo servirme para condenar a los demás; es un don que está al servicio de la comunidad, es la misericordia de Dios que actúa a través de mí. Es verdad que pasa por mi racionalidad —la prudencia es la racionalidad de la acción— pero también atraviesa el movimiento amoroso, consolador, del Espíritu Santo, que produce sensibilidad, confianza, caridad.
Carlo María Martini, Diccionario Espiritual, PPC, Madrid, 1997
Fuente: Diccionario Espiritual
A. Verbo ya>ats (í…[‘y» , 3289), «aconsejar, explicar, anunciar, consultar». El vocablo se ha usado durante toda la historia de la lengua hebrea y aparece en el Antiguo Testamento unas 80 veces. Ya>ats se encuentra primero en Exo 18:19, en donde Jetro le dice a su yerno Moisés: «Te aconsejaré, y Dios estará contigo» (Exo 18:19). El vocablo se encuentra solo una vez más en el Pentateuco, en Num 24:14 «Te indicaré» (rv), «voy a anunciar» (bj, bla), «te explicaré» (nbe). Aunque ya>ats describe con mayor frecuencia «ofrecer buenos consejos», a veces ocurre lo contrario. Un ejemplo trágico es el caso de Acab, rey de Judá, cuya madre «le aconsejaba a que actuase impíamente» (2Ch 22:3). En Isa 23:9 se expresa la idea de una «decisión»: «Jehová de los ejércitos lo decretó» (rv, nbe), «planear» (bj), «tramar» (bla). B. Nombres yo>ets (í…[eyœ , 3289), «consejero». Tal vez la forma más conocida de esta raíz sea la modalidad sustantiva que se encuentra en el pasaje mesiánico, Isa 9:6 «Admirable-Consejero» (nbe), «Consejero admirable (bla), «Maravilla de Consejero» (9.5 bj). El término también se encuentra separado de admirable: «Admirable, Consejero» (rv). ya>ats (í…[;y» , 3289), «aquellos que dan consejos». Con frecuencia, ya>ats se usa en for__________________________________________aconsejan», especialmente a líderes políticos y militares (2Sa 15:12; 1Ch 13:1).
Fuente: Diccionario Vine Antiguo Testamento