(-> Cúbala). Significa en hebreo «belleza» y se aplica de un modo especial a los vestidos y adornos, a las joyas y también a la abundancia de posesiones. Aparece, sobre todo, en la literatura sapiencial y en la profética, como en Prov 4,9; 16,31; Is 62,3; 63,14, vincu lándose de un modo especial con la belleza de los hombres y de Jerusalén, como ciudad escatológica donde se expresa la gloria de Dios. La Cábala* ha interpretado la Tifereth como sexta de las sefirot* o atributos de Dios, relacionándola con las dos anteriores (Hesed* y Din*): de la unión de la misericordia infinita y del juicio no sólo justo, sino severo, brota la belleza y el orden de Dios, a modo de armonía. En esa línea podemos decir que la Tifereth-Belleza es la primera y más significativa de todas las armonías divinas, de manera que puede compararse con la experiencia griega del cosmos, expresión de belleza física y mental. Pues bien, para el pensamiento hebreo la belleza más honda no se encuentra en el mundo en cuanto objetivo, sino en la vinculación de la misericordia (Heded) y de la justicia (Din). Hesed, Din y Tifereth constituyen la segunda tríada de las sefirot, en ella se concreta y explícita la primera, de tipo más originario, más vinculado a la misma intimidad de Dios (Kether*, Hokhmah* y Binah*).
PIKAZA, Javier, Diccionario de la Biblia. Historia y Palabra, Verbo Divino, Navarra 2007
Fuente: Diccionario de la Biblia Historia y Palabra