INTERTEXTUALIDAD

(-> crí­tica bí­blica, lecturas). Esta palabra evoca una experiencia básica de la exégesis más antigua, que se esforzó por entender unos textos de la Biblia a partir de otros, pues los judí­os estaban convencidos de que habí­a una profunda conexión entre todos ellos, en el interior de la única Escritura. Los rabinos elaboraron reglas muy precisas para vincular unos textos con otros, siguiendo principios literarios y conceptuales. También la exégesis cristiana puso de relieve la unidad intertextual de los libros bí­blicos, destacando de un modo especial la vinculación del Antiguo y Nuevo Testamento, empleando para ello no sólo los métodos judí­os, sino diversos métodos de tipo helenista (tipos y antitipos, alegorí­as, etc.). La exégesis cientí­fica del siglo XIX y XX dejó un poco a un lado esta experiencia de intertextualidad, pero algunos lingüistas contemporáneos la han puesto otra vez de relieve, destacando el carácter de unidad del texto bí­blico, como gran metarrelato que tiene su propio sentido interno, pero que, al mismo tiempo, se abre a otros relatos y experiencias, tanto de la antigüedad como de tiempos posteriores, conforme al influjo que la Biblia ha tenido y sigue teniendo en la vida y el arte, en la teologí­a y religión de una parte considerable de la humanidad. Sólo así­, en conexión con toda la cultura, puede entenderse la Biblia. En una lí­nea confesional, sigue siendo básica la lectura canónica de la Biblia, en la que resulta esencial la unidad intertextual de los libros sagrados, que se iluminan y explican unos a otros, dentro de la única revelación de Dios.

PIKAZA, Javier, Diccionario de la Biblia. Historia y Palabra, Verbo Divino, Navarra 2007

Fuente: Diccionario de la Biblia Historia y Palabra