MANDAMIENTO NUEVO

El modo de amar de Jesús

El «mandamiento nuevo» o «mandato del amor» corresponde al modo de amar de Jesús, resumido en las actitudes de las bienaventuranzas donación, perdón, servir, hacer el bien, como hijos de Dios que participan de la filiación divina de Jesús. «Os doy un mandamiento nuevo que os améis los unos a los otros…. En esto conocerán todos que sois discí­pulos mí­os si os tenéis amor los unos a los otros» (Jn 13,34-35).

Es, pues, el distintivo de los seguidores de Cristo, cuyo amor se manifiesta principalmente en el perdón, especialmente en circunstancias de persecución y de martirio. Las exigencias de amor de la Ley antigua (resumidas en la «shema») llegan a su mayor perfección amar a Dios participando de su mismo amor divino (por Cristo su Hijo y en el Espí­ritu Santo); amar al prójimo como Cristo le ama y como al mismo Cristo (cfr. Mt 25,40).

La novedad del mandamiento del amor, que manifiesta la novedad del mensaje de las bienaventuranzas, estriba en el modo peculiar de amar por parte de Jesucristo darse él mismo, sin pertenecerse, según los planes salví­ficos del Padre. «Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos» (Jn 15,13). Todo ser humano es amado de este modo singular por Cristo. Es la caracterí­stica del amor divino Dios se da a sí­ mismo, más allá de sus dones. Por esto «la caridad viene de Dios», porque «Dios es Amor» (1Jn 4,7-8).

Las lí­neas vertical y horizontal de la misión

Esta novedad cristiana realiza la armoní­a entre la lí­nea vertical y la horizontal del amor hacia Dios y hacia los hermanos. El amor es vertical descendente, en cuanto que es un don de Dios; ascendente, en cuanto que se dirige hacia él. Y es también horizontal hacia los hermanos sin distinción (cfr. Mt 5,44-48; 1Jn 4). El cruce armónico entre estas dos lí­neas, fundamenta la misión de ser «luz de la tierra» y «sal del mundo» (Mt 5,13-16).

El cumplimiento del mandato del amor por parte de los creyentes, se convierte en un signo eficaz de evangelización (cfr. 13,35; 17,23). La novedad del misterio de la Encarnación del Hijo de Dios y de la redención obrada por él (en su misterio pascual), se hace patente por el modo de amar de los cristianos, si de verdad corresponde al mandato recibido del Señor.

Referencias Alianza, bienaventuranzas, caridad, comunidad eclesial, Dios Amor, martirio, misericordia, obras de misericordia, solidaridad, vida comunitaria.

Lectura de documentos CEC 1822-1829.

Bibliografí­a AA.VV., Caridad y vida cristiana (Madrid, Apostolado de la Prensa, 1973); A. ANCEL, Caridad auténtica (Bilbao, Desclée, 1966); H.U. Von BALTHASAR, Sólo el amor es digno de fe (Salamanca, Sí­gueme, 1971); D. BARSOTTI, La revelación del amor (Salamanca, Sí­gueme, 1966); C. CARRETTO, Lo que importa es amar (Madrid, Paulinas, 1974); J. EGERMAN, La charité dans la Bible (Paris-Tournai, Casterman, 1963); A. FEUILLET, La mission de l’amour divin la théologie johannique (Paris, Gabalda, 1972); J. LAFRANCE, Mi vocación es el amor (Madrid, Espiritualidad 1985); L.J. LEBRET, Dimensiones de la caridad (Barcelona, Herder, 1961); St. LYONNET, El amor, plenitud de la ley (Salamanca, Sí­gueme, 1981); S. RAMIREZ, La esencia de la caridad (Salamanca, San Esteban, 1978); A. ROYO, Teologí­a de la caridad ( BAC, Madrid, 1963); C. SPIC, Agapé en el Nuevo Testamento (Madrid, Cares, 1977).

(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)

Fuente: Diccionario de Evangelización