CONOCIMIENTO DE DIOS

Diversas perspetivas

El tema del «conocimiento» de Dios se puede estudiar desde varios puntos de vista el concepto de Dios según las religiones, según la reflexión humana sistemática (la filosofí­a) y según la «revelación» o la automanifestación de Dios.

El hombre se pregunta sobre Dios, intentando conocer su existencia, naturaleza y atributos, a partir de las cosas contingentes (dimensión cosmológica-ontológica) y también a partir de su inquietud del corazón humano (dimensión antropológica-histórica). Todo deja entender a Dios; pero Dios es siempre más allá. El conocimiento de Dios es siempre «analógico». Es aquello que ya conocemos, pero es siempre infinitamente más y de otro modo.

La reflexión filosófica o crí­tica sobre Dios se ha desarrollado en algunas culturas (como en la greco-latina), investigando sobre su existencia, naturaleza, atributos, etc. Este conocimiento ha podido llegar a la afirmación de Dios, pero también a la negación o, al menos, al agnosticismo (desconocimiento) y al «deí­smo» (lejaní­a y ausencia de Dios). La reflexión filosófica es, en sí­ misma, buena y necesaria, puesto que parte de la pregunta existencial sobre Dios, pregunta que se encuentra siempre en lo más profundo del corazón del hombre. La misma «negación» de Dios (o de los conceptos sobre Dios) y la afirmación de «agnosticismo» (de desconocer a Dios), indican, de hecho, una preocupación por el tema de Dios.

El conocimiento de Dios en las religiones

Aunque todas las religiones hablan o buscan al mismo «Absoluto» (Dios), no todas tiene el mismo concepto de él. Las religiones llamadas «tradicionales» lo expresan reconociendo su trascendencia, como creador, y también su cercaní­a, como providente. Algunas religiones llamadas «mí­sticas» (como el hiduismo, el budismo, etc.) han expresado la realidad de Dios (o el Absoluto) por un proceso de unión, identificación, experiencia «mí­stica», etc.

El hebraí­smo, el islamismo y el cristianismo reconocen un Dios personal que se ha manifestado «hablando», comunicando sus designios. Es el Dios de la «revelación». Según estas religiones, Dios se ha manifestado en la historia, a través de los acontecimientos, hablando con algunas personas sensibles a su presencia Abraham, Moisés, los profetas, Mahoma… A esta revelación de Dios se responde con una actitud de fe, de aceptar el mensaje divino (garantizado por signos) por respeto a su autoridad y bondad.

El conocimiento de Dios en la revelación de Jesús

El conocimento de Dios por parte de Jesús va más allá de una religión tradicional, de una búsqueda de unión mí­stica o de una experiencia de revelación veterotestamentaria. Sin quitar nada a los contenidos positivos de toda religión basada en la «revelación» divina, Jesús se ha presentado como el Hijo de Dios, la revelación personal de Dios (Jn 14,9), porque «a Dios nadie le ha visto jamás; el Hijo único, que está en el seno del Padre, nos lo ha contado» (Jn 1,18). Por esto, el mismo Dios aceptado por todos, se ha revelado por medio de su Hijo como «Dios Amor» (1Jn 4,8.16).

Referencias Agnosticismo, ateí­smo, búsqueda de Dios, ciencia y fe, contemplación, Dios, experiencia de Dios, fe, religiones, revelación.

Lectura de documentos GS 19-21; CEC 29, 31-43, 2123-2126.

Bibliografí­a J. ESQUERDA BIFET, Hemos visto su estrella ( BAC, Madrid, 1996) cap. IX; E. JÜNGEL, Dios como misterio del mundo (Salamanca, Sí­gueme, 1984); W. KASPER, El Dios de Jesucristo (Salamanca, Sí­gueme, 1985); J. de S. LUCAS, Dios, horizonte del hombre ( BAC, Madrid, 1994). Ver bibliografí­a en referencias Dios, etc.

(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)

Fuente: Diccionario de Evangelización