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Diosa de la mitología azteca, protectora de las flores que embellecen la tierra. Precisamente su nombre significa «la flor más hermosa y colorida». Se la honra con grandes fiestas en la primavera, en las que se le ofrecen flores, sobre todo caléndulas. No admitía sacrificios humanos, pues era diosa muy pacífica.
Un mito cuenta que en el reinado de Quetzalcóatl, ella adornó el mundo con todo tipo de flores, pero llegó un momento en que el dios y rey legendario tuvo que exiliarse de la ciudad de Tula y el poder de los toltecas decreció. Entonces la diosa, entristecida, se refugió en el mundo de ultratumba, del que sólo sale en primavera.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa