Carcas (heb. Karkas, «severo»; nombre persa, generalmente considerado equivalente con el avestano [idioma iranio] Kahrkasa, «buitre»). Eunuco del rey Jerjes (Est 1:10). Cárcel. Traducción del: 1. Heb. bôr, «hoyo», «cisterna» (Gen 40:15; 41:14). 2. Heb. bêth habbôr, «casa de una cisterna» (Exo 12:29; Jer 7:15). 3. Heb. bêth kele’, «cárcel», «prisión» (ls. 42:7). 4. Gr. fulake «lugar de guarda», «prisión» (Mat 5:25; Act 5:19; Rev 2:10; 18:2; etc.). 5. Gr. ter’sis (Act 4:3 etc.). Existen otras palabras y expresiones que dan la misma idea de confinamiento. Lugar de encierro para las personas que esperan el juicio o que han sido sentenciadas por una corte o un gobernante. En las antiguas naciones paganas los castigos se caracterizaban por la crueldad (Jdg 1:7; 2Ki 25:7), y los lugares de encarcelamiento a veces se diseñaban como para privar a los prisioneros de toda comodidad. Con frecuencia se usaban las cisternas vacías o con poca agua para poner en ellas prisioneros. Dado que el calabozo y/o la mazmorra era la parte más oscura y pésima -por lo general ubicados en una cueva subterránea-, es fácil comprender que una persona no podía subsistir mucho tiempo en un confinamiento tan inhumano. José fue encadenado por lo menos durante una parte de su confinamiento (Psa 105:17, 18). En la cárcel filistea, Sansón fue engrillado y forzado a hacer un trabajo humillante (Jdg 16:21). Jeremías fue recluido en una mazmorra («cisterna», BJ) donde se enterró en el barro y estuvo a punto de morir de hambre (Jer 38:6, 9). Más tarde, fue sacado de allí y puesto en «el patio de la 211 cárcel hasta el día que fue tomada Jerusalén» por los babilonios (v 28). Algunos de los profetas sufrieron prisión a manos de los gobernantes y del pueblo, rebeldes y enfurecidos (1Ki 22:26, 27; 2Ch 16:10; Mat 14:3; cf Heb 1:36). Cristo enseñó a sus discípulos a socorrer a los que están en la cárcel (Mat 25:36, 39; etc.). Los primeros cristianos con frecuencia sufrían prisión no sólo a manos de los paganos, sino también ante la ira de los judíos (Act 4:3; 12:1-4; etc.). Dios a veces intervino para liberar a sus siervos (5:19; 12:6-10; 16:25-27). A veces, los presos eran encadenados a soldados asignados para cuidarlos (12:6, 7; cf 28:16, 20). Pablo y Silas fueron encarcelados en Filipos (Phi 16:23, 24), y Pablo, más tarde, estuvo en la cárcel durante más de 2 años en Cesarea (Act 23:35; 24:27). En Roma, Pablo fue 2 veces confinado: la primera vez, durante 2 años en su propia casa alquilada (28:16, 30); y más tarde (cf 2 Tit 1:8), de acuerdo con la tradición, en una prisión romana. También de acuerdo con ella, tanto Pablo como Pedro estuvieron un tiempo en la cárcel Mamertina en Roma (aunque es poco probable que Pedro, por no ser ciudadano romano y no tener importancia política, hubiera sido recluido en un lugar reservado para los prisioneros políticos). Los seguidores de Cristo fueron advertidos de que a veces su suerte sería la de ser encarcelados (Rev 2:10; figs 222, 390). Carcoma. Véase Gusano.
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
Uno de los †œsiete eunucos que servían delante del rey †¢Asuero†, a quienes éste mandó buscar a la reina †¢Vasti (Est 1:10).
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
Uno de los siete oficiales de la corte del rey Asuero por medio de quienes requirió la presencia de la reina Vasti, requerimiento que esta no escuchó. (Est 1:10-12; véase OFICIAL DE LA CORTE.)
Fuente: Diccionario de la Biblia