TELEFONIA

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Transmisión de la voz a distancias lejanas, mediante impulsos eléctricos enviados por un cable de cobre antes y por sofisticados procedimientos actuales de fibra óptica o de radiotelefoní­a.

El teléfono está en proceso de rápida transformación, de modo que en los paí­ses desarrollados ha saltado de los aparatos fijos en los hogares o en las cabinas urbanas, al teléfono móvil que se lleva en el bolsillo y que, con costos asequibles a cualquier economí­a blanda, permite una comunicación fácil con cualquiera que lleve otro móvil similar.

La tecnologí­a abre las puertas a nuevas formas de comunicación telefónica, desde la que incorpora la imagen captada y transmitida (videofoní­a) hasta la conexión con cualquier red de datos o de recursos asimilables para llevar de manera cómodamente alcanzable cualquier documentación que se desee o precise.

El teléfono ha sido en los últimos tiempos instrumento de apoyo a multitud de obras buenas: consultas, alientos (es el caso del «Teléfono de la esperanza») ví­nculos de unión o asociación, etc. Mediante llamadas telefónicas, el que habla o escucha, consuela, alivia, ayuda, dispensa apoyos a personas aisladas.

En los tiempos venideros la telefoní­a sin hilos representa una red tan nueva y sorprendente de nuevas comunicaciones que pronto las distancias y los anonimatos quedarán anulados por tantos recursos de enlace y relación. El problema es si la intimidad y la discreción quedarán suficientemente protegidas y será salvaguardado el respeto a las personas.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa