CALDO

Caldo (heb. mârâq, «caldo», «sopa»). El término hebreo parece indicar lo mismo que hoy se entiende por caldo: una sopa liviana, por lo general el lí­quido en el que se hirvió una sustancia nutritiva, vegetal o animal. El caldo de un cabrito fue parte de lo que presentó Gedeón al mensajero celestial en Ofra, mediante lo cual quiso probar su identidad (Jdg 6:19, 20). Entre los que provocaban a Dios en tiempos de Isaí­as estaban los que comí­an carne de cerdo y en sus ollas tení­an «caldo de cosas inmundas» (Isa 65:4). El «caldo» de Eze 24:10 (DHH) es un término sugerente, por cuanto el original es oscuro y se basa en versiones (el hebreo indicarí­a «salsa» o «especias»).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico