Cades (heb. Qâdêsh, «lugar santo [sagrado, consagrado]»). 1. Forma abreviada de Cades-barnea.* 2. Cades sobre el Orontes, mencionada en la Biblia sólo en 2Sa 24:6 (BJ): «Al país de los hititas, a Cadés». El texto hebreo dice: tajtîm Jodshî, «la tierra baja de Hodsi» (RVR), un lugar desconocido. Por ello, algunos eruditos aceptan el texto griego de Luciano, j’t-tieim Kad’s, y lo traducen como «Cades de los hititas» o «Cades en la tierra de los hititas» (versión que supone la forma heb. jittîm Qâdêsh). Si la lectura «Cades de los hititas» es correcta, se referiría a la ciudad de Cades sobre el Orontes -que desempeñó un papel importante en el 2º milenio a.C.-, cuyo rey fue líder de una coalición de príncipes sirios y cananeos que lucharon contra Tutmosis III en la primera batalla de Meguido. Más tarde, fue escenario de una gran batalla entre Ramsés II y el rey de los hititas (Muwatallis), en la que Ramsés casi perdió su ejército. El lugar se conoce actualmente como Tell Neb§ Mend, a unos 70,5 km al sur de Hamat de Siria. Una expedición francesa dirigió excavaciones allí en 1921 y 1922, las que fueron reiniciadas por una expedición británica en 1976. Mapa III, C-4.
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
santo. Nombre del principal oasis del norte del desierto de Sinaí, al sudoeste de Berseba, en el extremo meridional del país de Canaán. Este era punto de llegada de las caravanas. Según Gn 14, 7, este oasis inicialmente se llamó Mispat; y es la misma C. Barnea mencionada en Dt 1, 2; Jos 15, 3, y en otros sitios de la Escritura. Abraham vivió en Guerar, situada entre C. y Sur, Gn 20, 1. En la travesía de Israel por el desierto hacia Canaán, C. fue la etapa más importante y donde el pueblo permaneció un largo tiempo, donde se presentó la incredulidad de los israelitas con respecto a la Tierra Prometida por Yahvéh, tras los informes de los espías enviados por Moisés, por lo que dicha generación fue condenada a errar cuarenta años por el desierto y no ver esa tierra, con excepción de Caleb y Josué, porque fueron fieles a Yahvéh, Dt 1; 9, 22-24; Nm 13; 14; 32, 6 15. En C. murió y fue sepultada María, hermana de Moisés y Aarón, Nm 20, 1.
En C. se amotinaron Coré Datán y Abirón contra Moisés, lo que les valió el castigo de Yahvéh, a los cuales se los tragó la tierra junto con su familia y todos sus haberes, Nm 16. Aquí sucedió lo de las aguas de Meribá, cuando el pueblo sediento se amotinó pidiendo de beber a Moisés. Este consultó a Yahvéh y recibió la orden de golpear la roca para que brotara agua, pero Moisés lo hizo dos veces, lo que posiblemente fue falta de fe, por lo que recibió el castigo de no entrar en la Tierra Prometida, Ex 17, 1-17; Nm 20, 2-13; 27, 14; Dt 32, 51. Araíz de este episodio, el sitio se llamó Meribá de C., querella de C.
Desde C. Moisés envió mensajeros al rey de Edom para pedirle que dejara pasar a los israelitas por su territorio, pero ante su negativa pasaron rodeando el territorio de Edom, Nm 20, 14-21. Cafarnaúm, hebreo Kfar Nahúm, Pueblo de Nahúm. Ciudad palestina en la costa noroeste del mar de Galilea o lago de Genesaret, hoy lago Tiberíades, cuya construcción se dio ca. siglo XIII a. C. Jesús residió en C., Mt 4, 12-13. Allí había un destacamento militar romano; un centurión se acercó a Jesús y le pidió que curase a un criado paralítico, Mt 8, 5-13.
En Lc 7 1-10, se dice que un centurión romano, al enterarse que Jesús estaba en C., le envió unos notables de la ciudad para que le pidieran la curación de un servidor del militar, el cual era simpatizante de los judíos, pues había hecho construir en C. una sinagoga. En la sinagoga de C. se puso Jesús a enseñar en sábado y allí expulsó un espíritu inmundo que tenía poseído a un hombre, Mc 1 21-16; Lc 4, 31-37. Esta sinagoga, posiblemente, estuvo en el mismo sitio de aquella cuyas ruinas se encontraron, levantada entre los siglos II y IV. Al salir de la sinagoga, Jesús fue a casa de Simón y Andrés, pues la suegra del primero estaba con fiebre y la sanó, tras lo cual realizó muchas curaciones en la ciudad, Mc 1, 29-34; Lc 4, 38-39. Pedro y Andrés eran de C., y al sur de la población se excavó una basílica del siglo V, erigida sobre las ruinas de una casa, que la tradición considera fue la de Pedro. En la sinagoga de C.
Jesús pronunció el discurso del pan de la vida Jn 6 24-59. En Jn 4, 4653, se habla de un funcionario real que le pidió a Jesús que curase a su hijo, enfermo en C. Estando en C. Jesús con los discípulos, un cobrador de impuestos se acercó a Pedro para pedirle el tributo del Templo, y Jesús envió a Pedro al mar a tirar el anzuelo y en la boca del primer pez que sacó encontró un estáter con el que pagó el tributo, Mt 17, 24. Siendo múltiples milagros que realizó Cristo en C., le reclama a esta ciudad, y la maldice lo mismo que a las de Corazín y Betsaida, por no convertirse, y dice que será tratada con más rigor en el juicio final que Sodoma y Gomorra, Mt 11, 23-24; Lc 10, 13-15.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
tip, CIUD
sit, a4, 162, 282
vet, = «santo». Mencionada por primera vez en relación con la batalla de los reyes, en la que Lot fue hecho cautivo (Gn. 14:7). Fue una de las etapas de los israelitas. Estuvieron allí detenidos durante bastante tiempo. De allí salieron los doce espías a reconocer la tierra de Canaán. Después de pasar 38 días recorriendo la tierra, volvieron a Cades. Miriam murió allí. Fue también allí que Moisés golpeó la roca cuando el pueblo murmuró ante la falta de agua. El agua entonces obtenida se conoce como el «agua de Meriba», o «contienda» (Nm. 20:13; 27:14; Sal. 81:7), y las «aguas de las rencillas en Cades» (Ez. 47:19; 48:28). Estaba en el desierto de Parán, en el extremo meridional de la tierra de Canaán, desde donde Josué atacó a sus moradores, y vino a formar parte del límite de la posesión de Judá (Nm. 13:26; 20:1-22; 32:8; Dt. 1:2, 19, 46; 9:23; 32:51. Meriba de Cades: Jos. 10:41; 15:3, etc.). Está identificado como «Ain-Kadès», a unos 124 Km. al sur de Hebrón, y a 82 Km. al sur de Beerseba, 30° 33′ N, 34° 32′ E.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
Comúnmente es llamado Cades-barnea. Posiblemente significa «el lugar santo del desierto de peregrinación». Es el sitio de muchos eventos importantes en la historia bíblica. Fue el punto más lejano que Israel alcanzó en el camino directo a Canaán. Su sitio no puede ser probado exactamente, pero toda la información que tenemos muestra un lugar que ahora se llama Ain-gadis, situado cerca de 96 kms. al sudoeste del mar Muerto y cerca de Sabá. Es una región extensa rodeada de colinas, bañada por algunos manantiales espléndidos y a unos 11 días de jornada o como 241 ó 257 kms. desde Horeb, Deuteronomio 1:1, 19. Otros informes de la Biblia que nos ayudan a localizarlo son: que Quedarlaomer y sus confederados hirieron a los amorreos y amalecitas allí, Génesis 14:1-7; y que el pozo donde Agar se paró cuando huyó de la ira de Sara y el ángel le habló, estaba entre Cades y Bered,
Génesis 16:14; y Abraham moró entre Cades y Shur después de la destrucción de Sodoma y Gomorra, Génesis 20:1; que estaba en el lindero al sur del territorio asignado a las tribus cuando ellos habitaron en Canaán, Josué 15:3;
Ezequiel 47:19; 48:28; que estaba «en la extremidad del país de Edom»,
Números 20:16; Deuteronomio 1:2; que estaba en el desierto de Zin,
Números 20:1; 33:36, 37.
Fue un importante campamento de Israel y está conectado tanto con él, que se justifica el creer que aquí Israel hizo su cuartel general durante los 38 años, desde que enviaron a los espías hasta que el pueblo entró en Canaán.
De aquí fueron enviados los espías, Israel pecó y Dios los castigó, Números 13, 14;
32:8; Deuteronomio 9:23.
La rebelión de Coré, la murmuración de la gente, el retoñar de la vara de Aarón, Números 16, 17 (no muy cierto que fue aquí).
La muerte de María, el pecado de Moisés, a Israel le es negado pasar por Edom,
Números 20:1-21; 27:14; Deuteronomio 32:51; Ezequiel 47:19; 48:28. Caleb recuenta sus acciones como espía, Josué 14:6-15 (vv. 6-7).
En la frontera sur de Judá, Josué 15:3; Ezequiel 47:19.
Jafté mandó un mensaje al rey de Amón y lo venció, Jueces 10 y 11. Mencionado por David, Salmo 28:8.
Otros lugares deben mencionarse:
Otros lugares
(1) Mara. Este fue el primer campamento de Israel después de dejar el mar Rojo
(Exodo 15:23; Números 33:8 sig.). El nombre se deriva del hecho de que las aguas eran amargas y fueron hechas dulces por un árbol que Moisés echó en ellas. El nombre vino a ser simbólico de cualquier experiencia o condición infeliz o amarga como en el caso de Noemí, Rut 1:20.
(2) Elim. Aquí había doce manantiales o fuentes excelentes y setenta palmeras. Fue el segundo campamento de Israel después de cruzar el mar Rojo (Exodo
15:27). El sitio tradicional está como a 101 kms. del Suez, en Vadi Ghurundal.
(3) Refidim. Este es uno de los lugares de acampar de Israel, en algún lugar entre el desierto de Sin y Sinaí (Exodo 17:1, 8; 19:2; Números 33:14). Es un gran contraste con Elim porque ahí no había agua. Este hecho condujo al milagro notable de Moisés, cuando le pegó a la roca, y abrió una fuente de agua para la nación.
Aquí a Moisés se le unió su familia y Jetro su suegro, quien al oír de las maravillas de
Dios hechas por Moisés salió de Madián para encontrarlo (Exodo 18). Aquí
Moisés, con la ayuda de Josué, Aarón y Hur, derrotó a los amalecitas (Exodo
17:8-15).
También se podría mencionar a Tabera, donde el fuego de Jehová se encendió en el campamento, y las codornices fueron enviadas, Números 11:1-3, 31, y Hazerot, donde María se volvió leprosa, Números 11:35; 12:1-6.
Fuente: Diccionario Geográfico de la Biblia
1. Cades-barnea. Lugar aparentemente ubicado en el NE de la península de Sinaí: un pozo, un poblado, y una región desértica (Sal. 29.8). Cuando Quedorlaomer y sus aliados marcharon hacia el S, a través de la Transjordania, entraron en la zona del
En Cades, después de dudar de la capacidad de Dios para darles la tierra prometida, Israel fue condenado a deambular 40 años, hasta que surgiera otra generación (Nm. 14.32–35; cf. Dt. 2.14). Después de algún tiempo, Israel regresó a Cades (Nm. 33.36–37) y María fue enterrada allí (Nm. 20.1). En esa época, también, por no haber glorificado a Dios cuando sacaba agua de la roca (Nm. 20.10–13; 27.14; Dt. 32.51) le fue negada a Moisés la entrada a la tierra prometida; desde allí, además, envió mensajeros al rey de Edom, solicitando permiso para pasar por su territorio (Nm. 20.14–21; Jue. 11.16–17), lo que le fue negado. Cades-barnea debía ser el ángulo meridional de la frontera
A menudo se considera que Cades-barnea es el manantial de Ain Qudeis, unos 106 km al SO del extremo S del mar Muerto, o unos 80 km al SO de Beerseba. Sin embargo, la provisión de agua potable en Ain Qudeis es insignificante; veánse los comentarios poco halagüeños pero realistas de Woolley y Lawrence (“The Wilderness of Zin”, en Palestine Exploration Fund Annual 3, 1914–15, pp. 53–57, y láminas 10–12; también Baly, Geography of the Bible, 1974, pp. 250). Es probable, más aun, que el nombre Qudeis no tenga relación con “Cades” (cf. Woolley y Lawrence,
2. Cedes, en Jos. 15.23, en el territorio más meridional de Judá, es otra Cades sólo conocida por esta mención, o en caso contrario probablemente la misma que Cades-barnea (cf. 15.3).
Finalmente, la enmienda de “tierra bajo de *Hodsi” (“Tahtimhodsi”, °vm), en 2 S. 24.6 (°vrv2) a “tierra de los hititas hacia Cades” (cf.
Bibliografía. R. de Vaux, Historia antigua de Israel, 1975, t(t). I, pp. 401–407; t(t). II, pp. 85–96;
Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico
El nombre, según la Vulgata y Los Setenta, de tres, o probablemente cuatro, ciudades mencionadas en las Escrituras.
1. Cadés, o Cadés Barnea (Hebreo Qadesh «Santo», y Q. Barnea; el significado de Barnea es incierto), una ciudad en el extremo de la frontera meridional de Palestina (Núm. 20,16; 34,4; Josué 15,3). En el Salmo 29(28),8 el nombre se extiende hasta el desierto de los alrededores. Que Cadés y Cadés Barnea son el mismo lugar se observa al comparar Núm. 13,27, con Núm. 32,8, Deut. 1,19, etc. En Génesis 14,7, se le llama En Mispat (Vulgata, fontem Misphat), «fuente de la decisión», o «juicio», el cual probablemente fue su nombre anterior. Los dos nombres parecen indicar que en ese lugar había un santuario con un oráculo en tiempos pre-israelitas. Cadés, después del Sinaí, ocupa el lugar más importante en la historia de los cuarenta años de peregrinaje de los israelitas en el desierto. Vinieron del Horeb (Sinaí) a través del desierto de Parán, después de un viaje de once días (Deut. 1,2.19), con la intención de invadir Canaán desde el sur (Deut. 1,20 ss.) Desde aquí enviaron espías a explorar el país, y aquí, a su regreso, cuarenta días después, los informes desalentadores de todos, excepto Caleb y Josué, provocaron un motín que cambió el curso de los acontecimientos. En castigo, el pueblo fue condenado a vagar por treinta y ocho años más, y todos los que habían llegado a la edad adulta, a excepción de Caleb y Josué, morirían en el desierto. Para escapar a este destino la masa del pueblo, en lugar de obedecer la orden de regresar hacia el Mar Rojo, dejó a Moisés en Cadés y subieron hacia el norte con el propósito de penetrar en la Tierra Prometida, pero se encontró con una derrota desastrosa, cerca de Jormá (Núm. 13,2 – 14,45; Deut. 1,22-44). Durante la estancia en Cadés se produjo la muerte de María, la hermana de Moisés, y el segundo flujo milagroso de agua, en cuya ocasión Moisés y Aarón fueron excluidos de la tierra prometida por su falta de confianza en Dios (Núm. 20,1-13). Cadés probablemente fue también el escenario de la rebelión de Coré, Datán y Abirón (Núm. 16). Por último, fue de Cadés que Moisés, cuando a punto de comenzar la marcha hacia la meseta de Moab y el Jordán, envió mensajeros al rey Edom para obtener el permiso para pasar por ese territorio. Éste les negó el permiso y los israelitas se vieron obligados a desviarse de Edom, pasando probablemente a través de Wady el-Ithm, en el extremo sur del valle del Arabá (Núm. 20,14 ss.; Deut. 2,1 ss.).
Las opiniones difieren acerca de la duración de la estancia en Cadés. Muchos sostienen que la orden de volver sobre sus pasos hacia el Mar Rojo se llevó a cabo después de la derrota de los israelitas cerca de Jormá, y que llegaron a Cadés por segunda vez a principios del cuadragésimo año de peregrinaje. Se dice que la segunda estancia aparece en Núm. 20,1 ss. En esta opinión las estaciones (lugar de acampar y del tabernáculo) en Núm. 33,19-35, es decir, desde Rimmón Peres hasta Esyón Guéber, pertenecen a los años de peregrinaje entre la primera y la segunda visita a Cadés. Es más probable, sin embargo, que la sede y el tabernáculo permanecieran en Cadés todos estos años, mientras que el pueblo deambulaba de conformidad con Deut. 1,40, 2,1 ss. En este caso, las estaciones hasta Jasmoná (Núm. 33,29) pertenecerían al viaje desde el Monte Sinaí a Cadés; aquéllos siguiendo a Jasmoná, a la marcha hacia Moab. Parecería entonces necesaria la inserción de los versículos 36-40 después del versículo 29, pero el cambio aclararía esta parte del itinerario.
Ha habido mucha controversia sobre el lugar de Cadés, habiéndose propuesto no menos de dieciocho lugares. Ésta ahora puede ser considerada como resuelta a favor de ‘Qadis Ain o Gadis, descubierta por J. Rowlands, en 1842, a cincuenta millas al sur de Beerseba. Su único rival serio, Ain el-Weibeh, en el borde occidental de la Arabá, cuarenta y cinco millas más al este, que fue defendido por Robinson y otros, ha sido generalmente abandonado. ‘Ain Qadis («Pozo Sagrado») conserva el nombre de Cadés tanto en significado como en etimología, y es el que mejor satisface los datos de la Escritura. Esto sitúa a Cadés al sur de y cerca del Négueb, el «sur» (Núm. 13,30), o «país del sur» (Gén. 20,1) de nuestra versión en inglés (cf. Gén. 20,1; Núm. 13,23.30; 14,43 ss.; Deut. 1,19-20), en el Desierto de Sin, que estaba al noreste del desierto de Farán (Cf. Núm. 20,1; 27,14; 33,36; Deut. 32,51), cerca de la mitad de la frontera sur de la tierra asignada a Israel (Núm. 34,4; Josué 15,3). Por lo tanto, debe buscarse en el norte de la meseta árida Badiet et-Tih, «el desierto de vagar», a medio camino entre el Arabá y el Mediterráneo, que está en la región en la que se encuentra ‘Ain Qadis. Por otra parte, la posición de ‘Ain Qadis, a una corta distancia de la confluencia de los caminos principales que llevan al norte, y su abundante suministro de buena agua, una cosa rara en el desierto, son ventajas que deben haber hecho de él un punto importante, y que probablemente atrajera más a los israelitas. El texto de Núm. 20,2 ss. no es una objeción para la identificación. Cadés, dondequiera que se encuentre, debe haber estado cerca de un suministro de agua. El milagro se produjo con toda probabilidad a una distancia de la ciudad. Sin embargo, es muy posible que las fuentes (hay varias) pueden haberse secado temporalmente por alguna causa, y el acantilado de debajo del que salió el agua de ‘Ain Quadis puede muy bien ser la roca golpeada por la vara de Moisés. En el texto de la Vulgata de Eclesiástico 24, se hace mención de las palmas de Cadés. Sin embargo, las variantes, en eggadois, en Gaddi, en Gaddois, halladas en algunos manuscritos, parecen demostrar que Engaddi, donde las palmeras eran abundantes, se remitió al escritor sagrado. La edición Sixtina de Los Setenta tiene en aiggialois, “en la orilla del mar».
2. Quedes (hebreo Qédésh «santuario»], una ciudad del Négueb o «país del sur» (Josué 15,23). A veces se identifica con Cadés Barnea, pero más probablemente es distinta de ella.
3. Cadés (o Quedes) de los heteos (hititas), una ciudad que la conjetura crítica substituye por Hodsi (2 Sam. 24,6). Se identifica con Qodshu de los monumentos egipcios, y se coloca generalmente sobre el Lago de Homs (Emesa), Siria, en el punto donde nace el Orontes a partir de él. (Véase también el artículo Quedes).
Bibliografía:
(1) PALMER, The Desert of the Exodus (Nueva York, 1872), 236, 282, sq., 420 ss.; TRUMBULL, Kadesh Barnea (Nueva York, 1884); HULL, Mt. Seir (Londres, 1889), 188; HOLLAND en Pal. Expl. Fund., Qu. St. (1879), 60; (1884) 9; ROBINSON en Biblic. World, XVII, 327 ss.; LAGRANGE en Rev. Bib. (1896), 440 ss.; (1899), 373; (1900), 273 ss.; GUTHE en Zeitschr. d. D. Pal. Ver. (1885), 182-232; LEGENDRE en Dict. de la Bible, II, 16-20.
(3) SAYCE, The Hitites (Londres, 1888), 100; TOMPKINS en Pal. Expl. Fund Qu. St. (1882), 47; CONDEN, ibid. (1881), 163-173; TOMPKINS en Transact. Bibl. Archoeol. (1882), 395, 401; LIPSIUS, Denkmaler, III, 158, 159, 164; VIGOUROUX en Dict. de la Bib., II, 367; ID., Melanges bibl. (2da ed.), 340 ss., 351 ss.; HUMMELAUER, Com. in Lib. Sam., 448.
Fuente: Bechtel, Florentine. «Cades.» The Catholic Encyclopedia. Vol. 3. New York: Robert Appleton Company, 1908.
http://www.newadvent.org/cathen/03130a.htm
Traducido por Luz María Hernández Medina.
Fuente: Enciclopedia Católica