[010]
Se denominan así los libros bíblicos que siempre fueron admitidos y que entraron desde siempre en el «Canon» de la Escritura. Y se les distingue así de los Deuterocanónicos, que son lo que alguna vez fueron puestos en duda o negados por diversas comunidades primitivas, antes de que se fijara el canon en el siglo V.
Deuterocanónicos son, en relación al Antiguo Testamento, el libro de Esther o los libros Macabeos. Y del Nuevo Testamento, fueron tales la Epístola de Santiago o el Apocalipsis.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa