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Persona diplomática que representa toda la autoridad del que la recibe por delegación habitual o temporal y asume todas las decisiones y responsabilidades de las medidas o compromisos que adquiere.
En las negociaciones, acuerdos, concordatos, pactos y discusiones con otros poderes o autoridades, también la Iglesia ha empleado embajadores con todos los poderes (plenipotenciarios, ordinariamente cardenales) o con poderes ordinarios (nuncios, legados, representantes).
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa