BALAC

Num 22:2 vio B hijo de Zipor todo lo que Israel
Jos 24:9 después se levantó B hijo de Zipor, rey
Rev 2:14 que enseñaba a B a poner tropiezo ante


Balac (heb. Bâlâq, tal vez «vací­o [despojado]» o «devastar [devastador]»; gr. Balák). Rey moabita, de tiempos de Moisés, que contrató a Balaam* para maldecir a Israel (Num 22:2-24: 25; Jos 24:9; Jdg 11:25; Mic 6:5; Rev 2:14).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

(balaq, devastador). Un rey de Moab en los dí­as de Moisés que empleó a Balaam, un adivino del Eufrates, para pronunciar una maldición sobre los israelitas (Números 22—24; Jdg 11:25; Mic 6:5; Rev 2:14). En lugar de maldiciones, él escuchó bendiciones; pero consiguió su propósito cuando siguió el consejo de Balaam para seducir al pueblo de Israel a la idolatrí­a, un pecado que resultó en duro juicio sobre el pueblo escogido. Ver BALAAM.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(Destructor). Rey de los moabitas. Al enterarse de †œtodo lo que Israel habí­a hecho al amorreo† ofreció a †¢Balaam grandes riquezas para que maldijese al pueblo de Dios. Este vidente no pudo hacerlo, pero le recomendó que usara a las mujeres de su pueblo para atraer a los israelitas a los sacrificios de sus dioses. B. se llevó de ese consejo y puso †œtropiezo ante los hijos de Israel† (Miq 6:5; Apo 2:14). B. no hizo guerra contra Israel, pero por el consejo de Balaam le hizo un gran daño a ese pueblo (Jue 11:25).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, REYE BIOG HOMB HOAT

vet, = «vací­o, devastador» (heb.). Rey de Moab, hijo de Zipor. Intentó resistir el avance de los israelitas hacia la tierra prometida, y contrató a Balaam para que los maldijera; este falso profeta le enseñó a seducir a Israel a la idolatrí­a mediante la fornicación con sus mujeres (Nm. 22, 23, 24; Jos. 24:9; Jud. 11:25; Mi. 5:6).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

(El Ha Asolado).
Hijo de Zipor; rey de Moab del siglo XV a. E.C; era adorador de Baal. Los moabitas, súbditos de Balac, se atemorizaron y se llenaron de un †œpavor morboso† cuando vieron lo que los israelitas les habí­an hecho a los amorreos. De acuerdo con Madián, Balac envió a buscar a Balaam a la ciudad de Petor, situada junto al rí­o Eufrates, con el fin de que fuera desde Mesopotamia y maldijera a Israel con †œpoder mágico†. Así­ esperaba obtener una victoria militar sobre los israelitas. (Nú 23:21.) †œÂ¡Mira! —dijo Balac a Balaam— [los israelitas] han cubierto la tierra hasta donde se alcanza a ver, y están morando directamente enfrente de mí­.† En un principio Balaam rehusó ir, pero cuando Balac envió una delegación de prí­ncipes más honorables y elevó su oferta, el codicioso profeta por fin aceptó, con la autorización de Jehová. Al llegar a la margen del rí­o Arnón, Balac reprendió a Balaam, y le dijo: †œ¿Por qué no viniste a mí­ [al principio]? ¿No puedo yo real y verdaderamente honrarte?†. (Nú 22:2-37.)
Balac llevó a Balaam a tres lugares desde donde podí­a ver las huestes de Israel, y en cada uno de ellos se siguió el mismo procedimiento de sacrificios: Balac construyó siete altares sobre los que se sacrificaron siete toros y siete carneros. Sin embargo, en cada una de las ocasiones Balaam bendijo a Israel en lugar de maldecirlo. (Nú 22:41–24:9; Miq 6:5.)
Ante esto, †œla cólera de Balac se encendió contra Balaam†. Batiendo sus manos furioso, exclamó: †œFue para execrar a mis enemigos para lo que te llamé, y, ¡mira!, los has bendecido hasta el lí­mite estas tres veces. Y ahora vete corriendo a tu lugar†. No obstante, antes de marcharse, este profeta de Petor predijo la †œestrella† mesiánica que llegarí­a a través de la descendencia de Jacob. (Nú 24:10-17; Jos 24:9, 10; Jue 11:25.)
Los sucesos posteriores muestran que Balaam también †œanduvo enseñando a Balac a poner un tropiezo delante de los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a í­dolos y a cometer fornicación†. (Rev 2:14; Nú 25:1-18.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

El rey de Moab que empleó a *Balaam para que maldijese a los israelitas (Nm. 22–24). Se lo recordaba como ejemplo de la necedad de intentar frustar la voluntad de Dios (Jos. 24.9; Jue. 11.25).

N.H.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico