[854]
Nombre con que se dominaba en la Edad media a los estudiantes irregulares, fueran monjes o laicos, que vagaban de una universidad a otra sin un plan demasiado fijo.
Solía vivir de oportunidades y ayudas, preparaban poemas que declamaban en demanda de limosnas. Tenía fama de disolutos, pendencieros y dados a los vicios de la carne y de la bebida.
A veces sus poemas tenían gracia y resonancia popular, sobre todo los satíricos, por lo que se hablaba de una poesía «gordialesca», que en ocasiones se recopiló en algunos manuales, como el «Carmina Burana».
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa