[940](1256-1302)
Santa contemplativa de Sajonia, del Monasterio cisterciense de Helfta, mística y escritora, que pasó la vida en la oscuridad y brilló muchos después de su muerte con misteriosa luminosidad. Fueron los benedictinos de Solesmes en 1875 quienes publicaron sus escritos y resaltaron su gran sentido de la humanidad y del misterio de la Encarnación de Cristo, en cuyo contexto hay que situar su proclamada y precoz defensa de la devoción al Corazón de Cristo redentor.
Los dones místicos y las comunicaciones celestes se multiplicaron en su vida silenciosa y pronto se reflejaron en sólida teología cristocéntrica, sólo explicable por la objetividad de sus dones misteriosos.
Dejó consignado su pensamiento teológico y su experiencia mística en algunos escritos, entre los que «Ejercicios Espirituales» y «Embajador de la divina piedad», son los más expresivos y persuasivos, aunque no todo lo que se halla en los manuscritos procede de su pluma ni de sus palabras.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa