[952] (1596-1670)
Mística francesa y fundadora de las «Hermanas del Verbo Encarnado», dedicadas preferentemente a la actividad educadora, en monasterios especialmente dispuestos para el apostolado. Rompió los moldes humanos de la razón con sus comunicaciones divinas y sus intuiciones teológicas, basadas en un profundo conocimiento de la Escritura.
Su vida mística singular, llena de comunicaciones celestes y dones místicos, fue el motor que impulsó su actividad apostólica infatigable, a pesar de las desconfianzas de las autoridades religiosas y civiles, entre ellas del Arzobispo Richelieu, hermano del poderoso político parisino.
Su primer monasterio, de los cinco de su proyectó en honor de las cinco llagas de Jesús, lo abrió en Avignon en 1639. Los otros fueron realizados en Grennoble, Lyon, París, dejando el quinto para sus seguidoras, cuando la sorprendió la muerte en París el 11 de Septiembre de 1670.
Su pensamiento místico sorprendía por su solidez teológica y bíblica, aunque ella no tenía ningún estudio. Su lenguaje resultaba desconcertante. Sus mejores ideas quedaron en su «Autobiografía» y los escritos que al dictado recogieron de sus labios: «Diario espiritual», «Tratado sobre las bienaventuranzas», «Explicación del Cantar de los Cantares».
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa