Significado Bíblico de SIDON

Significado de Sidon

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(heb. Tsîdôn, tal vez «pescando [pesca]» o «pueblo de peces [pesqueros]»; ac. y
Cartas de Amarna, Tsidunu; egip. 9ydwn3; fen. Tsdn; gr. Sidon).

1. Primogénito de Canaán (Gn. 10:15; 1 Cr. 1:13); muy probablemente el constructor
de la ciudad-puerto homónima.

2. Puerto fenicio situado en un pequeño promontorio que penetra en el Mar
Mediterráneo, a unos 37 km al norte de Tiro, y más o menos a la misma distancia
de Beirut (fig 463). Señalaba el límite norte de Canaán (Gn. 10:19). En el 2º
milenio a.C. Sidón era la ciudad más importante de los fenicios, de tal manera
que «sidonio» era, en general, sinónimo de «fenicio». Pero tuvo que ceder su
supremacía a Tiro hacia fines del milenio. Sidón aparece por 1ª vez en los
registros seculares de los textos cuneiformes de Ebla del período
prepatriarcal. En la época de Amarna (s XIV a.C.) la ciudad le pertenecía a
Egipto. De acuerdo con esos registros, Simreda, el rey de Sidón, le notificó
al faraón de Egipto que Aziru, el gobernante amorreo, amenazaba la soberanía
egipcia sobre la ciudad. Mapa VI, A-3.

463. Vista aérea del puerto y de la ciudad de Sidón, sobre la costa fenicia.

Cuando los israelitas se establecieron en Canaán, se asignó Sidón a Aser, pero
la tribu nunca la ocupó (Jos. 19:28; Jue. 1:31). Durante el período de los
jueces, el pueblo de Israel adoptó el culto idolátrico de los sidonios,* junto
con el de las deidades paganas de otras naciones (Jue. 10:6). También durante
ese período los sidonios oprimieron a los israelitas (v 12). Las divinidades
sidonias, incluso Baal* y Astoret,* volvieron a recibir adoración por parte de
Israel en la época de los reyes (1 R. 11:5, 33; 16:31; 2 R. 23:13), cuando
Sidón estaba subordinada a Tiro.

En el 701 a.C. Sidón se sometió a Senaquerib de Asiria, pero se rebeló en
tiempos de 1092 Esar-hadón, y como consecuencia de ello fue tomada y destruida
en el 678 a.C. Esar-hadón la reconstruyó y la llamó «el Castillo de
Esar-hadón». Pero Asiria poco después entró en decadencia y desapareció, por
lo que la ciudad, con su antiguo nombre, resurgió políticamente y volvió a ser
importante. Jeremías predijo su sometimiento por parte de Nabucodonosor, rey
de Babilonia (Jer. 27:3, 6), pero hasta ahora no han aparecido registros
históricos referentes al cumplimiento de esta profecía. Ezequiel denunció a la
ciudad por su hostilidad hacia Israel (Ez. 28:21-23), y Joel declaró que los
sidonios habían saqueado los tesoros de Jerusalén, y habían vendido como
esclavos a sus habitantes (Jl. 3:4-6). No se sabe a qué época de la historia
se refiere esta declaración.

Cuando Cambises, el 2º rey del Imperio Persa, marchó rumbo a Egipto, Sidón se
le sometió (526 a.C.). Más tarde, los sidonios demostraron que eran grandes
amigos de los persas, y por consiguiente se les concedió la llanura de Sarón
como recompensa por su lealtad. Cuando los judíos regresaron del exilio,
Zorobabel consiguió que los sidonios le trajeran cedros para el nuevo templo
(Esd. 3:7). Sidón se rebeló contra Artajerjes III en el 351 a.C., pero
nuevamente fue tomada y destruida. Después de su reconstrucción llegó a formar
parte del Imperio Helenístico de Alejandro Magno en el 333 a.C. Al morir éste,
sus sucesores la recibieron como herencia. Cuando Pompeyo conquistó en favor
de los romanos las posesiones de los seléucidas en Siria y Fenicia en el s I
a.C., Sidón se convirtió en una posesión romana y, lo mismo que Tiro, disfrutó
del título de «ciudad libre». Quizás ésa era la situación de la ciudad en
tiempos de Cristo.

Gracias a varios documentos se conocen por nombre los siguientes reyes antiguos
de Sidón: Simreda (s XIV a.C.; por las Cartas de Amarna*); Tubalu (701 a.C.),
en la época de Senaquerib; Abdimilkutte (s VII a.C.), en tiempos de Esar-hadón;
Tabnit y Eshmunazar (c. 450 a.C.; por algunos sarcófagos); y Tennes (s IV
a.C.), en tiempos de Artajerjes III.

Gente de Sidón vino a Galilea y escuchó la predicación de Jesús (Mr. 3:8: Lc.
6:17). En cierta oportunidad el Señor visitó la zona de Sidón (Mt. 15-21; Mr.
7:24, 31). El rey Agripa I de Judea tenía ciertas diferencias con Tiro y
Sidón, pero los administradores de esas ciudades lo apaciguaron con la ayuda de
uno de sus más íntimos cortesanos (Hch. 12:20). Aparentemente, había una
iglesia cristiana en Sidón cuando Pablo pasó por ese puerto como prisionero
rumbo a Roma, c 60 d.C., porque se le permitió visitar a los amigos
(cristianos) que tenía allí (27:3). Siglos después se libraron varias batallas
en Sidón, especialmente en el tiempo de las cruzadas. La ruina más notable de
la antigua ciudad, la Torre de Sagette, es de la época de los cruzados.

La moderna ciudad de Saida tiene una población en su mayoría musulmana. En la
antigua necrópolis se han encontrado varios sarcófagos de la época helenística,
entre ellos el del rey Eshmunazar, que actualmente está en el Museo del
Louvre, en París, con una larga inscripción fenicia del s V a.C. (fig 202), y
el sarcófago de Tabnit, otro rey del s V a.C., cuyos restos todavía estaban en
el ataúd (ahora en el Museo del Antiguo Oriente en Constantinopla).

Bib.: FJ-AJ ix.14.2; ANET 287, 290,505.

Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: SIDON

SIDÓN según la Biblia: Antigua ciudad cananea (Gn. 10:15, 19), sobre el litoral, a unos 35 Km. al norte de Tiro. En el siglo XV a.C. Sidón estaba sujeta a Egipto. Homero da testimonio de la importancia de Sidón, cuyo nombre cita con frecuencia, en tanto que nunca menciona a Tiro.

Antigua ciudad cananea (Gn. 10:15, 19), sobre el litoral, a unos 35 Km. al norte de Tiro. En el siglo XV a.C. Sidón estaba sujeta a Egipto. Homero da testimonio de la importancia de Sidón, cuyo nombre cita con frecuencia, en tanto que nunca menciona a Tiro.

El poeta emplea los términos Sidón, sidonios, como sinónimos de Fenicia, fenicios. En un sentido riguroso, Sidón constituía el límite septentrional de los cananeos (Gn. 10:19). Su territorio se hallaba cercano a Zabulón (Gn. 49:13) y estaba limitado al sur por Aser.

En Jos. 11:8 y 19:28 recibe el nombre de «la gran Sidón». La tribu de Aser no desposeyó a los cananeos de Sidón (Jue. 1:31). En la época de los Jueces, los sidonios oprimieron a los israelitas (Jue. 10:12); el v. 6 acusa a estos últimos de haber adorado a los dioses de Sidón, de los que Baal era el principal (1 R. 16:31).

El culto más extendido era sin embargo el de Astarté, diosa de la fertilidad (1 R. 11:5, 33; 2 R. 23:13).

Et-baal, rey de Sidón, fue padre de Jezabel (1 R. 16:31). El profeta Isaías anunció que el juicio caería sobre Sidón, cuyos moradores se verían obligados a huir a Quitim (Chipre) (Is. 23:12).

Sidón estuvo un tiempo sometida a Tiro (Ant. 9:14, 2). En el año 701 a.C. se sometió a Senaquerib, rey de Asiria. Esar-hadón la destruyó en el año 677 a.C. Jeremías predijo que Sidón caería en poder de Nabucodonosor rey de Babilonia (Jer. 27:3, 6).

Ezequiel profetiza contra Sidón porque ha sido «espina desgarradora» para la casa de Israel (Ez. 28:20-24). Joel dice que los sidonios y otros pueblos han saqueado Jerusalén, arrebatado su plata y su oro, y vendido sus habitantes como esclavos (Jl. 3:4-6).

Hacia el año 526 a.C., Sidón se rindió ante Cambises, hijo de Ciro, rey de Persia.

Los sidonios vendieron madera de cedro del Líbano a los judíos para la reconstrucción del Templo emprendida por Zorobabel (Esd. 3:7). Sidón se rebeló contra Artajerjes III Oxus, rey de Persia (hacia el año 351 a.C.), pero fue vuelta a tomar y destruida en el año 345.

En el año 333, para librarse de los persas, abrió las puertas a Alejandro Magno. La ciudad pasó a continuación a los sucesores de Alejandro y, en el año 64 a.C., a los romanos.

Hubo sidonios que se dirigieron a Galilea para escuchar la predicación de Jesús y ver Sus milagros (Mr. 3:8; Lc. 6:17, etc.). El Señor se dirigió al territorio de Sidón, y es probable que entrara en la misma ciudad (Mt. 15:21; Mr. 7:24, 31).

Herodes Agripa I, hostil a los tirios y sidonios, recibió una solicitud de paz de parte de ellos, «porque su territorio era abastecido por el del rey» (Hch. 12:20). Durante su viaje a Roma, Pablo recibió permiso para recalar en Sidón y visitar a los cristianos allí (Hch. 27:3).

La moderna Sidón, llamada Saïda, se halla en el moderno Estado del Líbano; está situada sobre la ladera noroccidental de un pequeño promontorio que se adentra en el mar. Unas rocas paralelas a la costa formaban el antiguo puerto.

En el siglo XVII, Fakhr ed-Din, jefe de los drusos, la terraplenó parcialmente con piedras y escombros. Sidón, protegida por una muralla en el lado de tierra, está dominada por una ciudadela al este.

En el interior de la ciudad y a sus alrededores hay algunas columnas de granito agrietadas. Se han exhumado varios sarcófagos, entre ellos el muy famoso de Esmunazar, de los sepulcros de los alrededores, y llevados a Sidón.

Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: SIDON