Significado de Langosta
Ver Concordancia
(heb. arbeh; gr. akrís).
Insecto común en Palestina, que a menudo representa una temida plaga que
destruye toda la vegetación. Se conocen más de 50 diferentes clases de
langostas en ese país, y no es fácil identificar correctamente las 9 ó 10
palabras hebreas que, según se cree, se aplican al insecto y describen diversas
etapas de su desarrollo. Generalmente se acepta que las langostas bíblicas
pertenecen al orden Orthoptera, bajo la cual se clasifican insectos de 4 alas,
específicamente la variedad migratoria. La langosta plenamente desarrollada
tiene unos 5 cm o más de longitud, 4 alas y 6 patas, 2 de las cuales sirven
sólo para saltar. Posee mandíbulas fuertes como para cortar hojas, con las que
incluso pueden comer la corteza de las ramas de los árboles (figs 258, 259).
Las langostas figuran como comestibles en Lv. 11:22, y muchos orientales
todavía las comen, generalmente tostadas. Les quitan la cabeza, 696 las
patas, las alas y los intestinos, y comen la parte carnosa. Muchos
comentadores creen que Juan el Bautista comía langostas, mientras que otros
sostienen que los akrís de Mt. 3:4 y Mr. 1:6 se refieren al fruto de una
variedad similar al algarrobo. Las langostas que invadieron Egipto llevadas
por un viento oriental, probablemente del Sinaí o del desierto de Arabia,
fueron usadas por Dios en la 8ª plaga para atormentar a Faraón y a los egipcios
cuando rehusaron dejar salir a los hebreos (Ex. 10:12-19). En el AT se
mencionan con frecuencia las plagas de langostas, como la que probablemente
devastó Palestina en tiempos de Joel. En su vívida descripción (Jl. 1:2-7;
2:25) menciona 4 clases diferentes: la langosta cortadora, la que enjambra, la
saltadora y la destructora (1:4).
302. Langostas en estado de desarrollo cruzando un muro (lo que ilustra muy
bien Ji. 2:7).
Como ilustración de una severa plaga de langostas en Palestina, presentamos el
informe de un testigo ocular, H. Schneller, director del orfanato sirio en
Jerusalén: «Tuvimos una hambruna el 2º año de la guerra [1915] tal como no se
había experimentado en 50 años. El cielo se oscureció por gigantescas mangas
de langostas que cubrieron toda la región, y no se podían ver ni el sol ni la
luna. Toda Palestina se transformó en un desierto en pocos días. Todos los
árboles, desde la copa hasta el tronco, incluyendo la corteza, quedaron
pelados; nuestras huertas, cultivadas con tanto esfuerzo, desaparecieron como
por magia. La primavera siguiente surgieron de los huevos miles de millones de
larvas que consumieron lo poco que había quedado. El resultado fue una
hambruna terrible».
A continuación hay una lista de palabras que se refieren a las langostas -en
sus etapas de no desarrolladas, adultas y en diferentes momentos del
crecimiento- con el posible significado de ellas. Como las traducciones no
siempre han sido confiables, están clasificadas según el hebreo: 1. Arbeh,
«langosta» (20 veces), «saltón» (2 veces), y «langostón» y «oruga» (una vez
cada una). La más común de las palabras usadas y la de las 4 clases
comestibles (Lv. 11:22; también incluiría al saltamontes). Se piensa que es la
langosta migratoria africana en su etapa madura, alada, que invade un país en
mangas y desova después de devorar insaciablemente. Esta langosta es muy común
en Palestina. Algunos textos que la citan: Ex. 10:4-19; Jue. 6:5; 7:12; 1R.
8:37; Jer. 46:23; Jl. 1:4; etc. 2. Sol{âm, «langostín» 697 (Lv. 11:22). El 2º
de los 4 tipos comestibles. Sólo aparece en este pasaje, y se cree que quizá
se refiera a la langosta migratoria europea. 3. Jârgôl, «argol» (Lv. 11:22).
La 3ª variedad comestible. Sólo se la menciona en este texto. El término
hebreo tal vez describa a un insecto alado, saltador, de la familia Orthoptera,
a la cual también pertenecen el saltamontes, la langosta y el grillo. Por el
significado de esta palabra en los idiomas afines, algunos identifican este
insecto con la langosta saltadora llamada Tettigonia vividissima. 4. Jâgâb,
«hagab» (Lv. 11:22). La última de las 4 comestibles. Su identificación es
insegura, aunque más de un erudito ha sugerido que es la llamada Stauronotus
maroccanus. Otros pasajes que la citan, traduciéndola «langosta», son: Nm.
13:33; 2 Cr. 7:13; Ec. 12:5; Is. 40:22. 5. Gâzâm, «oruga» (Jl. 1:4) y
«langosta» (Jl. 2:25; Am. 4:9). Lo más probable es que se refiera a la 1ª
etapa de su desarrollo, sin alas, en estado de larva. Otros la consideran una
langosta adulta joven. 6. Yeleq, «pulgón» (Sal. 105:34; Nah. 3:15), «revoltón»
(Jl. 1:4), «saltón» (Jl. 2:25) y «langosta» (Jer. 51:14, 27; Nah. 3:15, 16).
Probablemente sea la langosta en su etapa de saltona, no voladora, caminadora y
migratoria. Otros la identifican con la langosta recién nacida, en estado
inmaduro, que puede saltar pero no caminar. 7 y 8. Gêb, «langosta» (ls. 33:4;
única vez que aparece); y gôbay y gôb, «langosta» (Am. 7:1; Nah. 3:17). Quizá
representen «mangas de langostas». 9. Tselâtsal, «langostas» (Dt. 28:42; Is.
18:1). Tal vez sea un insecto que hace el ruido que expresa su nombre.
Algunos eruditos lo identifican con el grillo. 10. Jâsîl, «pulgón» (1 R. 8:37;
2 Cr. 6:28), «oruga» (Sal. 78:46; Is. 33:4), «langosta» (Jl. 1:4) y «revoltón»
(Jl. 2:25). Su identificación es incierta. Bodenheimer la identifica con la
cucaracha (barata), mientras que el danés Bruijel ve en ella la langosta adulta
en la etapa cuando deja Palestina. Otros la consideran una langosta a mitad de
su crecimiento, cuando puede caminar y saltar pero no volar.
Bib.: H. Schneller, Evangelisches Sonntagsblatt für Bonn [Hoja dominical
evangélica para Bonn], 26 de abril de 1925; CBA 5:296-298; ALP 313; F. Bruijel,
Bijbel en Natuur [La Biblia y la naturaleza] (Kampen, 1939), pp 182-201; 0. R.
Sellers, JAOS 53 (1933):405.
Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: LANGOSTA
LANGOSTA según la Biblia: Hay ocho palabras que designan diversas especies o estados de la langosta. Es imposible determinar de una manera exacta los matices indicados por cada una de ellas.
Hay ocho palabras que designan diversas especies o estados de la langosta. Es imposible determinar de una manera exacta los matices indicados por cada una de ellas, y nuestras versiones utilizan según los casos los términos de langosta saltón; en ocasiones se les deja su nombre heb., particularmente el hagab (Lv. 11:22), etc.
En todo caso, se deben considerar como sinónimos. Los ortópteros saltadores se reparten en dos subórdenes. El primero incluye los saltamontes y langostas, con antenas largas y delicadas, que por lo general son más largas que el cuerpo; en las hembras el aparato de puesta, u oviscapto, está fuertemente desarrollado en forma de sable («Locusta viridissima»). El otro incluye los grillos, que se distinguen en particular por sus antenas cortas y fuertes («Pachytylus migratorius»).
La langosta pasa por tres estados: la hembra deposita sus huevos en una cavidad cilíndrica del suelo, en abril o mayo. El insecto joven, que sale del huevo en junio, es una larva sin alas. Pasa al estado de ninfa cuando tiene alas rudimentarias, encerradas en vainas. Un mes más tarde viene a ser el insecto perfecto, alado, de una voracidad proverbial.
Las devastaciones producidas por las langostas son una plaga digna de figurar entre las de Egipto (la octava, Éx. 10:4). Las dos especies más comunes son la «Aedipoda migratoria» y el «Acridium peregrinum». Se hallan siempre en los desiertos del suroriente, pero de vez en cuando estos insectos se multiplican de manera prodigiosa, invadiendo las zonas habitadas, llevando por todas partes la ruina y la desolación.
Los libros poéticos y proféticos de la Biblia abundan en descripciones casi dramáticas de su poder de destrucción y de la incapacidad humana de resistirlos. En todo caso, los orientales se han nutrido de este insecto, clasificado entre los animales limpios (Lv. 11:21-22; cfr. el ejemplo de Juan el Bautista, Mt. 3:4). Ligeramente asadas, las langostas son secadas al sol y saladas a continuación. Se consumen las partes carnosas, después de eliminar las alas y los intestinos.
Jahn (Bibl. Archeol § 23 ss.) da una descripción sobrecogedora de las langostas. Inmensos enjambres de grillos migratorios, que los orientales denominan los ejércitos de Dios, asolan el país. Marchan en orden, como un regimiento.
Por la tarde, se abaten sobre la tierra y cubren los campos. Por la mañana, cuando el sol ya está alto, se levantan y, si no han encontrado alimento, vuelan a favor del viento (Pr. 30:27; Nah. 3:16-17).
Estas langostas se desplazan en enjambres innumerables y forman frecuentemente una nube de 16 a 18 Km. de largo y de 6 a 8 Km. de ancho, de tanto espesor que el sol no puede pasar a su través; cambian la luz del día en tinieblas nocturnas, y dejan la región visitada sumida en la oscuridad (Jl. 2:2, 10; Éx. 10:15). El ruido de sus alas es ensordecedor (JI. 2:10).
Cuando descienden sobre la tierra forman una capa de hasta 40 cm. de espesor; si el aire está frío y húmedo, o si están mojadas por el rocío, se quedan allí hasta que el sol las haya secado y calentado (Nah. 3:17). Nada las detiene.
Apagan por su inmensa cantidad los fuegos encendidos para auyentarlas llenan las fosas cavadas para impedirles el camino. Escalan las murallas, entran en las casas por las puertas y ventanas (JI. 2:7-9). Devoran todo el verde, arrancan la corteza de los árboles e incluso quiebran las ramas bajo su peso (Éx. 10:12-19; 11. 1:4-12; 2:2-11).
En el lenguaje de Apocalipsis las langostas son la imagen de una plaga sobrenatural que se anuncia para el fin del tiempo. Estas langostas salen del pozo del abismo, teniendo a Apolión como su caudillo. No tocan las plantas verdes, sino que atormentan a aquellos de los humanos que no tienen el sello de Dios sobre su frente (Ap. 9:1-11).