Significado de Yelmo
Ver Concordancia
Protector de la cabeza usado principalmente para defender al soldado de las
flechas u otros proyectiles dirigidos a ella; también servía para diferenciar a
los amigos de los enemigos en medio de la batalla. Los yelmos más antiguos eran
de cuero, adaptados a la forma de la cabeza y con la forma de gorro, a veces
terminados en punta, y de vez en cuando provistos de orejeras. En períodos
posteriores se hicieron de metal. Los relieves egipcios que presentan escenas
de batallas, muestran una gran variedad de ellos entre las diversas naciones
que tomaban parte en la lucha, especialmente entre los Pueblos del Mar en la
Época de Ramsés III. A los filisteos se los presenta con adornos de plumas en
la cabeza (fig 223). No se sabe a ciencia cierta qué clase de yelmo llevaba
Goliat (1 S. 17:5, BJ; «casco» RVR). La Biblia menciona uno de bronce, que
pertenecía al rey Salomon (v 38), y los de los soldados del rey Uzías (2 Cr.
26:14). Los hebreos que defendían la ciudad de Laquis aparecen en los relieves
asirios con yelmos puntiagudos provistos de orejeras. En las excavaciones
llevadas a cabo en Laquis se encontro la cimera de metal de un yelmo o casco
asirio, en la cual se insertaban las plumas (fig 529). Pablo compara «la
salvación» y «la esperanza de la salvación» con un yelmo o casco (Ef. 6: 17; 1
Ts. 5 :8).
528. Yelmo de oro del príncipe Meskalamdug de Ur.
529. Cimera de un yelmo asirio encontrado en Laquis; a la izquierda y centro,
como se lo encontro; a la derecha, una réplica reconstruida.
Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: YELMO
YELMO según la Biblia: Para la protección de la cabeza en la batalla. Se hacían de cuero, hierro, bronce (1 Mac. 6:35).
Para la protección de la cabeza en la batalla. Se hacían de cuero, hierro, bronce (1 Mac. 6:35).
De ellos se servían los egipcios, filisteos, asirios, babilonios y persas (1 S. 17:5; Jer. 46:4; Ez. 23:23, 24; 27:10).
Ya en la época de Saúl (1 S. 17:5, 38), israelitas y filisteos llevaban ocasionalmente cascos de bronce.
Uzías equipó a sus tropas con cascos y cotas de malla (2 Cr. 26:14), En la armadura del cristiano, el yelmo es la «salvación» (Ef. 6:17).
Son los que tienen la conciencia de la salvación los que pueden tomar parte en la batalla contra los espíritus de maldad en los lugares celestes.