Significado de Sinai
Ver Concordancia
(heb. Sînay, quizás «espinoso»; el nombre se podría relacionar con Sin, la
diosa Luna de los babilonios; gr. Siná).
1. Desierto, que se extiende delante del monte Sinaí, en el cual acamparon los
israelitas cuando recibieron la ley y construyeron el tabernáculo (Ex. 19:1, 2;
Nm 1:1, 19:3: 4, 14; etc.). Lo más probable es que sea la llanura denominada
er-Râhah, de unos 3 km de largo y c 1,6 km de ancho, al norte de Ras
ets-Tsaf-tsafeh.
2. Monte desde el cual Dios dio el Decálogo; también llamado Horeb,* cuyo
significado es incierto (Dt. 1:2, 6, 19; 4:10; 5:2; 9:8; cf Ex. 19:11, 18, 20,
23; 24:16; 31:18; 34:2, 4, 29, 32; Lv. 7:38; etc.). Los hijos de Israel
llegaron al monte Sinaí después de recorrer Mara, Elim y Refidim en el 3er mes
después de su salida de Egipto (Ex. 15:23, 27; 16:1; 17:1; 19:1, 2). Estaba a
una distancia de 11 días de viaje de Cades-barnea (Dt. 1:2). Por lo general la
tradición cristiana ha ubicado esta montaña en el interior de la Península del
Sinaí, donde han sido identificados 2 montes como el Sinaí. Una tradición que
se remonta a Eusebio (s IV d.C.) establece que el Jebel Serbal sería la cima
desde la cual se dio la ley. Es una prominencia impresionante, de 2.070 m de
altura, al sur del Wâdî Feirân (identificado generalmente con Refidim). Pero
no hay en sus alrededores ninguna planicie capaz de contener a una multitud más
o menos considerable. La 2ª tradición, que viene de los días de Justiniano (s
VI d.C.), identifica al Sinaí con el Jebel Mfs~, el pico sudoriental de una
montaña de granito con 2 promontorios. El pico noroccidental, el Ras
ets-Tsaftsafeh, tiene una altura de 1.993 m, y el sudoriental, el Jebel Mfs~,
2.244 m. Mapa V, D-5.
471. Ras ets-Tsaftsafeh, el probable monte donde se dio la ley.
Frente al Ras ets-Tsaftsafeh se extiende una amplia llanura que se llama
er-Râhah, desde la cual se puede ver claramente el monte y en la cual se puede
instalar cómodamente un gran campamento. No así en las otras vertientes, 1104
por no existir espacio para el asentamiento de semejante multitud como era la
israelita.
También hay que tomar en cuenta que la cima del Jebel Mûs~ es visible sólo
desde una zona más bien reducida. Los visitantes modernos que ascienden hasta
la cumbre de ambos picos, y comparan sus detalles geográficos con la
descripción que se da en el Pentateuco, por lo general se sienten inclinados a
identificar Ras ets-Tsaftsafeh con el monte Sinaí, y casi no pueden entender
por qué el Jebel Mfs~ ha tenido por tantos siglos este honor.
En el valle (Wâd§ ed-Deir) que se extiende frente al Jebel Mfs~, se encuentra
el famoso Monasterio de Santa Catalina, fundado por el emperador Justiniano en
el 527 d.C. en honor de una mártir cristiana del mismo nombre, quien murió
torturada en la rueda y fue decapitada en Alejandría en el 307 d.C. Se
seleccionó este lugar para el monasterio, cerca del monte Sinaí, porque la
tradición pretendía que los ángeles habrían llevado su cuerpo hasta la cima del
Jebel Katherin, una imponente montaña de 2.614 m de alto, a unos 3,5 km del
Jebel Mfs~. El monasterio (fig 472), habitado por monjes griegos, posee una de
las mejores bibliotecas del Oriente. Allí descubrió Tischendorf en 1844 el
Códice Sinaítico, uno de los más antiguos manuscritos de la Biblia, del s IV
d.C. (fig 85).
472. El Monastereio de Santa Catalina tal como se lo ve desde las laderas del
monte Sinaí.
Algunos eruditos, que creen que la data de la ley tal como se la describe en el
Pentateuco (Ex. 19:18) estuvo acompañada de actividad volcánica, no aceptan la
identificación del monte Sinaí con ninguna de las montañas que se encuentran en
el perímetro de la Península del Sinaí, porque allí no hay volcanes. Señalan
más bien una región de Madián, al oriente del Golfo de Aqaba, donde se pueden
encontrar volcanes que han estado en actividad en tiempos históricos. Pero no
hay necesidad alguna de relacionar una erupción volcánica con las
manifestaciones divinas ocurridas en la comunicación del Decálogo. Dios, que
maneja todos los recursos de la naturaleza, no necesitaba de un volcán para
manifestarse mediante humo y fuego desde la cima del monte. Otros eruditos,
cuyos argumentos en favor de sus opiniones tampoco son convincentes, tratan de
ubicar el monte Sinaí cerca de Cades, o en el monte de Seir al sur del Mar
Muerto. Este Diccionario sostiene que Ras ets-Tsaƒtsaƒeh tiene las mayores
posibilidades de ser el verdadero monte Sinaí, más que cualquier otro del Asia
sudoccidental.
Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: SINAI
SINAÍ según la Biblia: Monte que recibe también el nombre de Horeb. Los israelitas llegaron a este lugar en el tercer mes después de su salida de Egipto, cuando hubieron pasado por Mara, Elim, y seguido un trecho de la costa del mar Rojo (Éx. 19:1).
Monte que recibe también el nombre de Horeb. Los israelitas llegaron a este lugar en el tercer mes después de su salida de Egipto, cuando hubieron pasado por Mara, Elim, y seguido un trecho de la costa del mar Rojo (Éx. 19:1).
Pasando por el monte Seir había once días de marcha desde Horeb a Cades-barnea (Dt. 1:2). Al pie del Sinaí se extendía una región desértica, donde el pueblo levantó sus tiendas (Éx. 19:2). El monte estaba tan cerca que se podía tocar (Éx. 19:12), y su cima se levantaba sobre el campamento (Éx. 19:16, 18, 20).
El Decálogo fue promulgado sobre este monte, a cuyo pie fue ratificado el pacto que hacía de Israel una nación de la que Jehová sería el Rey (Éx. 20:1-24:8). Se declara una y otra vez (Éx. 24:12; 31:18; 34:2; Lv. 1:1; 16:1; 25:1; 26:46; 27:34; Nm. 1:1; 9:1) que toda la legislación que figura entre Éx. 20:1 y Nm. 10 fue decretada sobre el Sinaí, o al pie del monte.
La única mención bíblica posterior de alguien que subiera a esta cima se refiere a Elías, que huía de la ira de Jezabel (1 R. 19:8).
Según un reducido número de autores, el monte Sinaí estaría en la región de Seir, pero la postura prevalente lo sitúa entre las eminencias de la península del Sinaí.
Una tradición que se remonta a la época de Eusebio de Cesarea, asimila el Sinaí al Serbal, sobre el wadi Feirãn. La que lo sitúa en el Jebel Musa data sólo de la época de Justiniano.
Sin embargo, ello no prueba que la tradición no existiera antes. Las dos opiniones siguen siendo objeto de debate. El Serbal es el más imponente de los dos.
Visible de lejos, se eleva solitario, majestuoso, hasta una altura de 2.050 m., pero no tiene en la base una extensión de desierto que se corresponda con el que recibe el nombre de Sinaí.
El Jebel Musa forma parte de una cresta de granito que mide algo más de 3 Km. de noroeste a sureste. Esta cresta presenta dos cimas: Rãs es-Sûfsãfeh (pico de sauces), en el extremo norte, tiene una altitud de alrededor de 2.000 m.
El Jebel Musa, el Sinaí tradicional, en el extremo sur, alcanza los 2.314 m. Ciertos eruditos, Tischendorf entre ellos, consideran que la meseta del extremo superior del wadi es-Sadad, casi al este del Jebel Musa, fue el emplazamiento del campamento de los israelitas.
Pero éste es un espacio demasiado reducido para haber contenido a todo el pueblo. La parte inferior de Rãs es-Sûfsãfeh consiste, en su parte noroccidental, en un escarpado muro.
Más abajo de esta pared se extiende la llanura de er-Rãha, con una superficie ligeramente inferior a 3 km2. Esta llanura, cercana a los wadis esh-Sheikh y ed-Deir, sería muy apropiada para un campamento.