Significado Bíblico de SILO

Significado de Silo

Ver Concordancia

(heb. Shîlôh, Shîlô, Shilô y Shilôh, «tranquilo [tranquilidad, reposo]»,
«cómodo»).

Ciudad ubicada a unos 16 km al norte de Betel y a unos 5 km al sudeste de
Lebona, al este de la principal carretera que va de Jerusalén a Siquem. Su
nombre moderno es Seilûn. Las excavaciones practicadas han puesto de
manifiesto que esta ciudad ya existía algún tiempo antes de la invasión hebrea.
No se sabe como cayó en manos de los israelitas, quienes la poseyeron desde
los tiempos de Josué hasta que los filisteos la destruyeron 300 años más tarde.
En Silo se levantó el tabernáculo (Jos. 18:1), se distribuyó la tierra (vs
8-10) y, mientras los israelitas acampaban, Josué murió (24:1, 29). En Jue.
21:19-24 se nos dice que cada año se celebraba en Silo una «fiesta solemne de
Jehová», con jovencitas que danzaban. Hacia fines del período de los jueces
Elí oficiaba como sumo sacerdote en Silo, y bajo su tutela el profeta Samuel
llegó a la edad adulta (1 S. 1-3). En ese tiempo los filisteos se apoderaron
del arca en la batalla de Afec (4:1-11), y probablemente destruyeron Silo,
conclusión a la que se puede llegar gracias al hecho de que el arca no fue
llevada a ese lugar -cuando los filisteos se la devolvieron a los israelitas
(6:21-7:2)- sino a Quiriat-jearim. Las excavaciones practicadas demuestran que
su destrucción tuvo que haber ocurrido c 1100 a.C., fecha que concuerda con la
cronología bíblica, según la cual el arca habría sido tomada medio siglo antes
de la coronación de Saúl. La ciudad permaneció en ruinas por muchos siglos, y
parece que Jeremías no la conoció en otra condición (Jer. 7:12, 14; 26:6, 9).
Pero al parecer tenía algunos habitantes, puesto que allí vivía el profeta
Abías en la época de Jeroboam I (1 R. 14:2, 4), y también ciertos hombres que
fueron asesinados en Mizpa mientras iban a Jerusalén para llevar ofrendas al
templo que estaba en ruinas en tiempos de Jeremías (Jer. 41:5). Silo volvió a
ser una ciudad habitada en el período helenístico, y continuó siéndolo hasta la
época de Bizancio. Una expedición danesa bajo la dirección de H. Kjaer y A.
Schmidt excavaron partes de la antigua 1096 ciudad entre los años 1926 y 1932.
Mapa VI, D-3.

Bib.: H. Kjaer, PEFQS 59 (1927):202-213; 63 (1931):71-88; JPOS 10
(1930):87-174; W. F. Albright, AJA 39 (1935):143, 144.

464. Ruinas antiguas en Silo.

Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: SILO

SILO según la Biblia: Ciudad al norte de Bet-el, al sur de Lebona, al este de la ruta principal, comunicando Bet-el con Siquem (Jue. 21:19), hallándose en Efraín. Se identifica con Seilûn, a unos 16 Km. al nor-noreste de Bet-el.

Ciudad al norte de Bet-el, al sur de Lebona, al este de la ruta principal, comunicando Bet-el con Siquem (Jue. 21:19), hallándose en Efraín. Se identifica con Seilûn, a unos 16 Km. al nor-noreste de Bet-el.

Bajo el mando de Josué, los israelitas erigieron el Tabernáculo en Silo (Jos. 18:1) y procedieron a echar suertes sobre las partes de Canaán que aún no habían sido asignadas (Jos. 18:8-10; 19:51; 22:9).

Las tribus del oeste del Jordán se reunieron en Silo para convocar a sus hermanos establecidos al este del río para que explicaran la erección de su altar (Jos. 22:12).

En la época de los Jueces, los israelitas celebraban una fiesta anual en Silo en honor de Jehová (Jue. 21:19; 1 S. 1:3). En una de estas ocasiones, los benjamitas se apoderaron de jóvenes muchachas de Silo (Jue. 21:16-23).

En la época de Elí, y durante la infancia de Samuel, el tabernáculo y el arca se seguían hallando en esta localidad (Jue. 18:31; 1 S. 1:9, 24; 2:14, 22; 3:3, 21; 4:3, 4; 14:3).

La toma del arca por parte de los filisteos significa que Dios había abandonado a Silo (Sal. 78:60; Jer. 7:12, 14; 26:6, 9), dándose una suspensión del pacto concertado en Sinaí, simbolizado en el arca y el ritual. Cuando los filisteos devolvieron el arca, no fue devuelta a Silo (1 S. 6:21; 7:1, 2; 2 S. 6:2, 11, 17).

Samuel echó las bases de la reforma que llevaría a que los israelitas vieran restituidos sus privilegios del pacto.

Ahías, el profeta de Silo, había predicho la realeza futura de Jeroboam. La esposa de este soberano, cuyo hijo estaba gravemente enfermo, fue a Silo a preguntar al profeta si su hijo sanaría (1 R. 14:2, 4).

La ciudad seguía estando habitada en tiempos de Jeremías (Jer. 41:5) y siguió existiendo durante los imperios griego, romano y bizantino.

Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: SILO