Significado Bíblico de SANSON

Significado de Sanson

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(heb. Shimshôn, «semejante al sol», «fuerte» o «hijo del pavor»; gr. Sampson).

Algunos entienden que el nombre se deriva de shemesh, «sol», con una desinencia
diminutivo que le da el sentido de «solecito»; otros lo relacionan con el verbo
shâmam, «destruir», y argumentan que Sansón significa «destructor». Josefo
afirma que quiere decir «el fuerte», pues lo deriva de shâmên, «gordo»,
«robusto».

Héroe del período final de los jueces y quien llevó a cabo hazañas -las que
revelan que poseía una fortaleza sobrehumana- durante la opresión filistea
sobre Judá y Dan, poco antes de que Saúl llegara a ser rey de Israel. Aunque
se le da el título de «juez», es tan diferente en carácter y actividades de los
otros jueces que difícilmente se lo pueda 1052 comparar con los líderes mayores
(Otoniel, Aod, Barac, Gedeón, Jefté) o con los menores (Tola, Jair, lbzán,
Elón, Abdón). Poseía una fortaleza singular, mediante la cual llevaba a cabo
hechos heroicos de extraordinario valor. Si su carácter moral hubiera estado a
la altura de su fortaleza física, Dios lo habría usado poderosamente para
librar a su pueblo. Como consecuencia de su debilidad moral, fracasó y no
cumplió plenamente la obra que Dios le había encomendado, y finalmente murió en
cautiverio y sumido en la ignominia.

Un ángel le anunció el nacimiento de Sansón a su madre, que era estéril, y al
mismo tiempo le dio instrucciones con respecto a cómo debía criarlo y cuál
sería la tarea que llevaría a cabo su hijo. Tenía que ser nazareo,* y por eso
se debía someter a ciertas restricciones (Jue. 13). La familia de Sansón
pertenecía a la tribu de Dan y vivía en Zora (v 2), en la región del valle, no
lejos de donde moraban los filisteos. De allí que probablemente haya
experimentado la dureza del opresor dominio de estos. Los hechos de Sansón que
aparecen registrados se pueden dividir en 5 episodios, pero es necesario
recordar que no toda su vida ni todos sus actos de heroísmo aparecen en la
Biblia.

1. Después que Sansón, bajo la influencia del Espíritu de Dios, hubo llevado a
cabo definidos actos de heroísmo (Jue. 13:25), se enamoró de una joven filistea
de Timnat y se casó con ella. En la fiesta de bodas les presentó a sus
huéspedes filisteos un acertijo que se basaba en la experiencia tenida con un
león, al que había dado muerte. La incapacidad de estos para resolver el
acertijo produjo una cantidad de complicaciones que desembocaron en su total
enemistad con ellos. Más tarde entregaron a su esposa a otro hombre y él se
vengó incendiando algunos campos y olivares enemigos. Cuando tomaron
represalias quemando a su esposa y al padre de ella, Sansón dio muerte a muchos
filisteos (14:1-15:8). Mapa VI, E-2.

2. Luego Sansón encontró refugio en la «peña de Etam». Mientras se encontraba
allí los filisteos invadieron Judá para vengarse de él. Temerosos de ellos,
3.000 habitantes de Judá fueron a buscar a Sansón para entregarlo a sus
enemigos, y él convino con ellos para que lo ataran con ese fin. Pero cuando
lo llevaron ante los filisteos, el Espíritu del Señor descendió sobre él y,
después de romper las cuerdas con que lo habían atado, dio muerte a 1.000 de
ellos y los demás huyeron. Cuando terminó la matanza estaba tan sediento que
tuvo miedo de morir, pero Dios respondió su oración y milagrosamente le
proporcionó agua. Luego de este incidente su pueblo lo nombró juez (Jue.
15:9-20).

3. El siguiente acontecimiento que se registra lo presenta de nuevo como esclavo
de sus inclinaciones carnales. Se fue a la fortaleza filistea de Gaza a
visitar a una prostituta, poniéndose de este modo en manos de sus enemigos,
quienes decidieron vengarse de él. Pero Sansón se fue de la casa de la mujer a
medianoche, y cuando se encontró con la puerta cerrada de la ciudad, la arrancó
de sus goznes y la llevó a la cima de la colina que se hallaba en dirección de
Hebrón (Jue. 16:1-3).

4. Una vez más sus pasiones se adueñaron de él. Se enamoró de Dalila, una mujer
del valle de Sorec. Al enterarse de esto, los filisteos le ofrecieron a ella
una gran suma de dinero si averiguaba cuál era el secreto de su fuerza.
Fallaron en 3 intentos para apoderarse de él, porque Sansón le dio a la mujer
explicaciones engañosas acerca de su fortaleza sobrenatural y de cómo se lo
podría debilitar. Pero finalmente cedió, y le reveló que su largo cabello,
símbolo de su fuerza, nunca había sido cortado. Mientras dormía, Dalila se lo
cortó y su fortaleza lo abandonó. Los filisteos lo capturaron, le sacaron los
ojos y lo encerraron en la cárcel de Gaza (Jue. 16:4-21), donde lo pusieron a
moler granos en un molino,* para que así llevara a cabo la humillante tarea de
un esclavo.

5. En ocasión de una gran fiesta filistea que se celebró en Gaza para ofrecer
sacrificios al dios Dagón, trajeron a Sansón para exhibirlo en público en el
templo. Este se encontraba lleno de gente y unos 3.000 más estaban en la
terraza. Aparentemente Sansón conocía el edificio, porque había estado en Gaza
antes. Aferrándose de las 2 columnas centrales que sostenían el techo, oró a
Dios y pidió que le diera la fuerza necesaria para vengarse de la humillación
sufrida a manos de los filisteos. Recurriendo a toda su fuerza, sacó las
columnas de sus fundamentos, con el resultado de que el techo, sobrecargado, se
derrumbó, dando muerte a una gran cantidad de los que estaban en la terraza, y
sepultando a Sansón y a la mayor parte de los que se encontraban reunidos en el
templo (Jue.16:22-30). Sus parientes vinieron después, reclamaron el cadáver y
lo sepultaron en la tumba de su padre, cerca de Zora. Juzgó a Israel c 20 años
(v 31).

A pesar de sus graves defectos, Sansón figura entre los grandes héroes de la fe
del NT (He. 11:32), posiblemente porque al final fue consciente de su total
dependencia de Dios, a 1053 quien invocó en su último acto de valor. Su muerte
no debería considerarse suicidio, sino un acto de sacrificio propio llevado a
cabo en cumplimiento de su vocación. Así, la historia de Sansón no sólo nos
presenta a un instrumento escogido por Dios, cuyas complacencias, debilidades y
pasiones imposibilitaron el cumplimiento de su misión, sino que también nos
proporciona valiosa información con respecto a las costumbres de la época de
los jueces, de la cual sabríamos muy poco si no fuera por esto. Nos enteramos,
por ejemplo, que las fiestas relacionadas con los ritos nupciales duraban
varios días; que en tales ocasiones a veces se proponían acertijos a los
invitados; que el padre le entregaba la novia al novio; y que se daba a otro
hombre la esposa rechazada por su marido. Este relato también arroja alguna
luz acerca de cómo se castigaban los crímenes y cómo se trataba a los
encarcelados.

Bib.: FJ-AJ v.8.4.

Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: SANSON

SANSÓN según la Biblia: «pequeño sol».
Uno de los jueces israelitas más destacados. Hijo de un danita llamado Manoa, nació en Zora, localidad del territorio meridional de Dan.

«pequeño sol».
Uno de los jueces israelitas más destacados. Hijo de un danita llamado Manoa, nació en Zora, localidad del territorio meridional de Dan. El ángel de Jehová predijo el nacimiento de Sansón, y anunció que libraría a Israel del yugo filisteo.

Nazareo desde su nacimiento, Sansón no debía beber ni vino ni cualquier otro tipo de bebida fermentada, y no debía pasar navaja sobre su cabeza. En tanto que observó el voto de nazareato, Sansón fue victorioso sobre los filisteos (Jue. 13:1-24).

Judá y Dan, separados de las otras tribus por dificultades geográficas, especialmente por el hecho de que los jebuseos dominaban la ciudad de Jebus (Jerusalén), estaban expuestas a los ataques de los filisteos. Judá, aislada, sólo podía responder con contragolpes guerrilleros. El Espíritu de Dios empezó a manifestarse pronto en Sansón en los campos de Dan (Jue. 13:25).

Sansón, enamorado de una filistea de Timnat, se desposó con ella, pero pronto fue entregada por su padre a otro hombre. Entonces, el hijo de Manoa se apoderó de trescientas zorras, y las ató dos a dos por la cola, atando asimismo una tea encendida entre cada dos colas, soltándolas a continuación por las mieses de los filisteos (Jue. 14:1-15:5).

Éstos invadieron la tierra de Judá, y exigieron que Sansón les fuera entregado; él se dejó atar por los hombres de Judá, que no sabían que estaban atando a su futuro libertador. Animado repentinamente del Espíritu del Señor, el nazareo rompió las cuerdas en el momento en que iba a ser entregado a los incircuncisos.

Asiendo una quijada de asno, persiguió a los filisteos, dando muerte a mil de ellos. Sansón, ardiendo de sed, proclamó que esta liberación procedía de Jehová, a quien suplicó que le diera agua. Dios hizo entonces brotar agua de la cavidad de una roca.

Los hombres de Judá consideraron desde entonces a Sansón como su liberador (Jue. 15:6-20). Se dirigió a Gaza, y cayó allí en pecado. La gente de la ciudad cerró las puertas para apoderarse de Sansón.

A medianoche salió de la ciudad, habiendo arrancado de quicio las puertas de la muralla, con sus dos pilares y cerrojo, dejando todo en la cumbre del monte que se halla frente a Hebrón (Jue. 16:1-3).

Su relación con Dalila, mujer filistea de Sorec, lo perdió. Instigada por los príncipes filisteos, apremió a Sansón a que le revelara el secreto de su fuerza.

Al principio él le respondió con mentiras, pero finalmente le reveló que si se le cortaba la cabellera, perdería su vigor y sería como todos los otros hombres. Dalila vendió su secreto a los filisteos.

Éstos le cortaron el cabello mientras dormía y lo prendieron con facilidad. Sacándole los ojos, lo llevaron a la cárcel de Gaza para que hiciera girar una rueda de molino. Durante una gran fiesta en el templo de Dagón, dios de los filisteos, llevaron allí a Sansón para mostrarlo como espectáculo a la muchedumbre.

Sus cabellos habían vuelto a crecer. El interior del gran edificio estaba lleno de filisteos, y había unas tres mil personas en su terraza. Habiendo estado en Gaza antes de haber perdido la vista, Sansón conocía el edificio.

Pidió entonces al joven lazarillo que le conducía que le dejara apoyar sobre las dos columnas centrales que sostenían el techo. Oró entonces a Jehová, y, empujando violentamente las dos columnas, una con cada mano, las hizo caer, derrumbándose toda la casa. Sansón murió junto con un gran número de filisteos (Jue. 16:1-31). A pesar de sus debilidades morales, figura entre los héroes de la fe (He. 11:32).

Sansón estaba dotado de una fuerza sobrenatural. Cuando el Espíritu del Señor lo impulsó, llevó a cabo grandes hazañas. Su fuerza no residía en sus cabellos, sino en su consagración al Señor, de lo que ellos eran el símbolo.

Cuando Sansón hubo violado su consagración al Señor, no tuvo la fuerza moral para mantener su cabellera. Al perder su testimonio, el Señor lo abandonó. La fuerza le fue restaurada en respuesta a la oración que pronunció.

Este poder sobrenatural dio testimonio a los hombres de Judá que Dios había llamado a este nazareo a que fuera su libertador de los filisteos, que sintieron en sus carnes la superioridad del siervo de Jehová.

Hay críticos que han querido ver en este relato una de las leyendas que pretenden descubrir en la Biblia. Pero es cosa cierta que los antiguos hebreos consideraban a Sansón como una persona real, perteneciente a la historia anterior a Samuel y a Saúl.

El relato bíblico da detalles precisos acerca de la situación de su pueblo natal, de su familia, de sus hazañas, del lugar donde fue sepultado. Toda la vida de Sansón es una gran historia espiritual, como ejemplo que no se debe seguir de un hombre extraordinariamente dotado y que sin embargo juega con el pecado y con la paciencia de Dios.

En el momento en que se imagina, lleno de presunción: «Esta vez saldré como las otras y me escaparé», «no sabía que Jehová ya se había apartado de él» (Jue. 16:20).

De esclavo de sus pasiones vino a ser esclavo de sus enemigos hasta su muerte; perdió aquellos ojos que no habían sabido ver con claridad. En el último momento, sin embargo, volvió al favor de Dios, que dio respuesta a su oración.

No obstante, su oración delata que no estaba en plena comunión con Dios, porque estaba más deseoso de venganza por haber perdido sus ojos que por desear vindicar el nombre de Jehová frente a Dagón (Jue. 16:28).

¡Qué advertencia tan solemne! Se tiene que señalar que otros hombres del AT recibieron en circunstancias excepcionales la fuerza de llevar a cabo hazañas análogas a las de Sansón: Jonatán y su escudero, el joven pastor David dando muerte a un león y a un oso, Eleazar, Sama y Abisai (1 S. 14:1-17; 17:34; 2 S. 23:9-12, 18).

Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: SANSON