Comentario de Juan 2:24 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pero Jesús mismo no confiaba en ellos, porque los conocía a todos,

Jesús no se fiaba. Jua 6:15; Mat 10:16, Mat 10:17.

porque conocía a todos. Jua 1:42, Jua 1:46, Jua 1:47; Jua 5:42; Jua 6:64; Jua 16:30; Jua 21:17; 1Sa 16:7; 1Cr 28:9; 1Cr 29:17; Jer 17:9; Mat 9:4; Mar 2:8; Hch 1:24; Heb 4:13; Apo 2:23.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

fiaba es la misma palabra griega traducida «creyeron» en el versículo Jua 2:23. Hay un juego de palabras aquí. Estas personas confiaban en Jesús, pero este no se confió a ellos. Nicodemo es un ejemplo. Obviamente, Juan enlaza estos comentarios con la historia de Nicodemo. Él dice que Cristo «sabía lo que había en el hombre» (Gr.  anthrôpos, Jua 2:25) y entonces añade, «Había un hombre (Gr.  anthrôpos) de los fariseos que se llamaba Nicodemo» (Jua 3:1). Él, como José de Arimatea, era un discípulo secreto de Jesús (Jua 19:38, Jua 19:39). Así, el Señor no se confió de él como lo hizo con otros, como por ejemplo, sus apóstoles (Jua 15:15). Deberíamos preguntarnos qué tan confiables somos (Luc 16:1-13). Cristo debió estar usando el principio de disposición para recibir la verdad (p. ej. Jua 16:4; Jua 15:5).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

En el texto griego estos dos vv. forman una sola oración. El pero marca el gran contraste entre el creer de la gente y la confianza que Jesús le tenía. El tiempo del verbo es imperfecto, como acción continua: Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos. El verbo puede entenderse como “creer”, como en el v. Jua 2:23, pero el sentido es que Jesús «no se confiaba a ellos» (BJ) o «no se fiaba de ellos» (BL). En otras palabras: tenía desconfianza de la sinceridad de la gente.

El v. Jua 2:25 literalmente afirma que Jesús no necesitaba que nadie le explicara nada acerca del hombre, pues él sabía lo que hay en el hombre. Se entiende que Jesús no necesita que nadie le diga qué hay en el corazón de las personas, sean hombres o mujeres: «No necesitaba que le dijeran nada de nadie» (TLA). Se puede ampliar el sentido de “hombre” y seguir la idea del versículo anterior, donde “a todos” se refiere a “todas las personas” o “a toda la gente”. Él mismo tiene perfecto conocimiento del ser humano. Se puede traducir: “El mismo Jesús sabía cómo es que la gente piensa”, “lo que había en su corazón”, “lo que estaban pensando”. En algunas culturas se usan otras partes de la anatomía humana para expresar la actividad mental o lo que hay dentro de una persona: “lo que hay en la cabeza de la gente”, “lo que hay en su cerebro” o “lo que hay en el interior de su mente”.

Reflexión bíblica y pastoral

A pesar de las reacciones positivas y seguramente entusiásticas de la gente de Jerusalén, Juan nos comunica las reservas de Jesús ante estas formas de adhesión generadas por los signos que hacía, pero que tal vez no eran entendidas en toda su profundidad. Podemos trazar un paralelo con la situación de muchos creyentes contemporáneos que expresan una adhesión a Jesús basada más en acciones llamativas e impulsadas por entusiasmos momentáneos, pero que no han logrado captar en amplitud lo que significa creer en Jesucristo. Definitivamente son muy diferentes las formas de ver del ser humano y las del Señor. El Señor conoce bien el interior de cada persona, por eso nos auxilia siempre en los momentos de necesidad, pero igualmente sabe cuando las muestras de piedad no provienen de una fe sincera y firme.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Jua 4:16-19; Jua 10:14.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

z 108 Jua 6:15

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

no se confiaba a ellos. Esta expresión proviene del mismo verbo griego traducido creyeron en el vers. 23. Algunos creyeron en Jesús, pero El no confiaba en ellos porque era muy probable que ellos pensaban que tal vez El era el Rey y Mesías que los libraría del yugo romano. Su futuro ministerio no podía depender de la lealtad de tales seguidores.

Fuente: La Biblia de las Américas

R476 Aquí πιστεύω con el acusativo significa confiar: Jesús mismo no se fiaba de ellos.

R686 El énfasis del pronombre en αὐτὸς δὲ Ἰησοῦς, describe al mismo Jesús, a distinción de aquellos que creyeron en El.

R885 El imperfecto con el negativo comúnmente denota resistencia ante la presión o la desilusión, como ocurre en este versículo (ἐπίστευεν).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego