Comentario de Juan 2:22 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Por esto, cuando fue resucitado de entre los muertos, sus discípulos se acordaron de que había dicho esto y creyeron la Escritura y las palabras que Jesús había dicho.

2:22 — Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho. — La implicación necesaria es que también nosotros debemos creer la Escritura (Luc 24:44, en particular, Sal 16:10). Véanse Hch 2:31; Hch 13:35).

En ese momento los discípulos no entendieron las palabras de Jesús, pero las guardaron en su corazón; después las entendían. Esto sirve como ejemplo para nosotros: nos conviene estudiar la Palabra y, aunque a veces haya textos difíciles de entender, si los guardamos en la memoria y los meditamos, después los entenderemos mejor.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

sus discípulos se acordaron. Jua 2:17; Jua 12:16; Jua 14:26; Jua 16:4; Luc 24:7, Luc 24:8, Luc 24:44; Hch 11:16.

y creyeron la Escritura. Jua 2:11; Jua 20:8, Jua 20:9.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

2:22 — Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho. — La implicación necesaria es que también nosotros debemos creer la Escritura (Luc 24:44, en particular, Sal 16:10). Véanse Hch 2:31; Hch 13:35).
En ese momento los discípulos no entendieron las palabras de Jesús, pero las guardaron en su corazón; después las entendían. Esto sirve como ejemplo para nosotros: nos conviene estudiar la Palabra y, aunque a veces haya textos difíciles de entender, si los guardamos en la memoria y los meditamos, después los entenderemos mejor.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Algunas versiones traducen este versículo con verbo en pasivo, acercándose más literalmente a lo expresado en el original griego: «Cuando fue levantado, pues, de entre los muertos» (BJ), considerando a Dios como el agente de la acción. La mayoría de las versiones traducen: «Cuando Jesús resucitó de entre los muertos» (RV60, RV95, BA). En algunos idiomas una posición intermedia puede resultar apropiada: “Cuando Jesús regresó de la muerte”. Sin embargo, algunas traducciones prefieren tomar la forma pasiva colocando a Dios como el agente de la acción, en el siguiente sentido: “Cuando Dios permitió que Jesús resucitara de entre los muertos”.

Reflexión bíblica y pastoral

Dos son los grandes temas que se entrelazan en este pasaje, el de la expulsión de los mercaderes que negocian en el templo y la discusión de las autoridades judías con Jesús respecto a este suceso y al templo. El templo de Jerusalén dominaba toda la vista de la ciudad así como era el centro de la vida religiosa y económica de la población. Su administración se había convertido en un complicado sistema donde muchos lograban ganancias en torno a las actividades comerciales y de cambio de divisas necesarias para los rituales sacrificiales y de ofrenda. Cada vez se estaba más lejos del sentido original del templo, de ser lugar de oración y piedad, espacio de encuentro entre Dios y su pueblo por medio de los rituales de purificación y los sacrificios. Jesús siente un celo profundo ante la mercantilización de la religión operada en las áreas del templo, con actitudes poco relacionadas con actividades de orden religioso y espiritual. El celo que consume a Jesús tal vez Juan lo relaciona en su doble significación, tanto como un fervor religioso intenso, así como el con el aspecto devorador o destructivo que implica. Jesús se ve devorado por el celo, pero precisamente ese celo acabará devorándolo a él, esto es, lo llevará a la muerte.

En la discusión con los comerciantes Jesús expresa una de las ideas más profundas de la fe cristiana, la relativa a la de su resurrección, que es el fundamento de la fe en la resurrección esperada de todos los creyentes. Los judíos tienen fijo su entendimiento en el templo de Jerusalén, en tanto que Jesús se refiere a su propio cuerpo como templo, que ha de convertirse en el lugar de encuentro de los creyentes y Dios, espacio salvífico que se hará plenamente manifiesto en la muerte y resurrección. El tiempo nuevo que se inicia con Jesús también encuentra un espacio de encuentro y salvación nuevo, el cuerpo mismo de Jesús, Dios encarnado que ha ingresado a la historia de hombres y mujeres, permitiéndonos así una dimensión diferente de comunión con lo divino.

En este pasaje aparece dos veces el verbo “recordar”, aunque también aparecerá en otras escenas del evangelio. Esta capacidad de recordar tiene una dimensión muy significativa en Juan, donde no se trata del simple traer a la memoria algún dicho o hecho más o menos reciente. Este recordar es obra del Espíritu, quien ayuda a mantener viva la tradición de Jesús y de la Iglesia, es un recuerdo que ayuda a entender y profundizar el significado de los actos y palabras de Jesús, permitiendo especialmente una comprensión profunda del sentido de la cruz y la resurrección, eventos hacia los que apuntan las “señales” de este evangelio.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Jua 12:16; Jua 16:4; Luc 24:6-8.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

v 104 Luc 24:8; Jua 12:16; Jua 14:26; Jua 20:9

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

cuando resucitó. Mucha de la enseñanza de Jesús podía ser comprendida solamente a la luz de su resurrección.

creyeron en la Escritura y en la palabra. La palabra es la predicción del vers. 19. Aquí la Escritura pudiera significar todo el A.T. que hace referencia a Jesucristo, o pudiera referirse a un pasaje específico (cp. Sal 16:10; Hch 13:34– 37). Este incidente sirvió para fortalecer la fe de los discípulos.

Fuente: La Biblia de las Américas