Comentario de Génesis 3:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces la mujer vio que el árbol era bueno para comer, que era atractivo a la vista y que era árbol codiciable para alcanzar sabiduría. Tomó, pues, de su fruto y comió. Y también dio a su marido que estaba con ella, y él comió.

Y vio la mujer. Jos 7:21; Jue 16:1, Jue 16:2.

y que era agradable. Eze 24:16, Eze 24:21, Eze 24:25.

a los ojos. Gén 6:2; Gén 39:7; Jos 7:21; 2Sa 11:2; Job 31:1; Mat 5:28; 1Jn 2:16.

y comió. 1Ti 2:14.

el cual comió, así como ella. Gén 3:12, Gén 3:17; Ose 6:7; Rom 5:12-19.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Cabe notar el paralelo de Gén 2:9, este árbol era agradable a la vista, exactamente como los otros. Era bueno para comer, esto implica que esta era la primera vez que Eva consideraba la desobediencia a una orden de Dios, después de todo, no existía nada venenoso ni dañino en el árbol y, además, era codiciable. El punto era sólo uno, la obediencia o la desobediencia a la Palabra de Dios.

Y tomó y comió: Una vez que ella desobedeció, todo el mundo cambió (hay que ver también que Rom 5:12 nos habla más del pecado de Adán que del de Eva). Ella no murió, dio también a su marido y él comió. Pero Adán pecó con sus ojos bien abiertos. No formuló siquiera una pregunta y sabía tan bien como ella que el fruto era prohibido. Ambos habían roto su fe en el Señor y su mundo había cambiado para siempre.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Este versículo nos lleva a la historia trágica de la caída del hombre en cuatro claros y definidos pasos. Primero, el pecado comienza con la vista (Gén 9:22; Job 31:1): La mujer vio. El acto de mirar el pecado no es un pecado en sí, pero eso es lo que nos lleva hacia él y a pecar. Segundo, luego deseó ir en esa dirección. El sólo acto de mirar no es un crimen, pero anhelar lo que tan inocentemente hemos visto y no nos pertenece, es pecado (Deu 5:21; Mat 5:28; Stg 1:13, Stg 1:14; Jua 2:15-17). El tercer paso de Eva en su camino hacia el pecado, fue ir más allá de sólo codiciar, también complació su deseo.

Ella tomó lo que no le correspondía según las instrucciones de Dios. Desear el fruto prohibido fue codiciar el pecado, tomar y comer fue complacerse y eso es un acto de pecado. El paso final fue involucrar a otro, ya que también dio a su marido. No existe el pecado que sea de sólo una persona, siempre envuelve a otro y en el caso de Eva, afectó a Adán; y en consecuencia, el pecado de Adán afectó a toda la raza. Toda la raza humana pecó en Adán. «Como el pecado entró en el mundo por un hombre» (Rom 5:12). El pecado siempre se complica, envolviendo a algún otro ser. Otro ejemplo de estos pasos hacia el pecado lo encontramos en la vida de Acán (Jos 7:21) y David (2Sa 11:1-5, 2Sa 11:15, 2Sa 11:24).

 PARA VIVIRLO

El pecado es una elección

¿Qué hay en la naturaleza humana, que Dios mismo creó, que nos hace fáciles de ser tentados y vulnerables al pecado? Adán y Eva fueron creados sin pecado y sin la necesidad de pecar, sin embargo, alguna característica en ellos permitió que el pecado entrase en su vida (Gén 3:6-7). ¿Cuál era esa característica?

Las Escrituras nos dan dos respuestas. En el caso de Eva, la elección de creer una mentira, fue la puerta de entrada para el pecado en su vida (Gén 3:13; 2Co 11:3; 1Ti 2:14). Para Adán fue la elección de ignorar la autoridad de la voz de Dios (Gén 3:17). Estas dos opciones, el engaño a sí mismo y la soberbia, son dos caras de la misma moneda. Ambas permanecen como realidades que complican nuestra vida en la actualidad, permiten que el pecado siga arraigado en nosotros y produzca su fruto de muerte en nosotros, hasta que Cristo entre en nuestra vida, rompa las ataduras del pecado y nos dé poder para resistirlo.

La tentación es el llamado del pecado a nuestras necesidades básicas y al deseo de satisfacción para nuestro propio provecho y con fines perversos. También, es un llamado para practicar el engaño de sí y encontrar los medios de justificación por lo que hacemos, aun cuando en el fondo de nuestro corazón sabemos que lo que hacemos está mal.

Por esta razón las Escrituras hablan frecuentemente de la ceguera como un acto de nuestra voluntad en que decidimos la practica de la rebelión y el engaño de sí mismo. Pero cuando Cristo entra en nuestra vida, regenera nuestro corazón y nos hace libres para elegir lo verdadero y justo (1Co 6:9; Stg 1:26, Stg 1:27; 1Jn 3:7, 1Jn 3:9).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Y VIO LA MUJER… Y TOMÓ. Véase Mat 4:1-11, nota sobre cómo vencer la tentación.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

LA MUJER… COMIÓ… SU MARIDO… COMIÓ ASÍ COMO ELLA. Cuando Adán y Eva pecaron, se produjo de inmediato la muerte moral y espiritual (cf. Gén 2:17), aunque la muerte física se produjo después (Gén 5:5).

(1) Dios había dicho: «El día que de él comieres, ciertamente morirás» (Gén 2:17) La muerte moral y espiritual ocurrió en seguida que ellos pecaron (cf. Jua 17:3, nota). La muerte moral consistía en la muerte de la vida de Dios en ellos y su naturaleza se volvió pecaminosa; la muerte espiritual significaba que estaba arruinada su anterior relación con Dios. Desde que el pecado de Adán y Eva, cada persona nace con una naturaleza pecaminosa (Rom 8:5-8) Esa corrupción de la naturaleza humana implica el innato deseo de actuar de manera independiente y egoísta, sin interés por Dios ni los demás, y se ha trasmitido a todos los seres humanos (Gén 5:3 Gén 6:5 Gén 8:21 véanse Rom 3:10-18 nota; Efe 2:3).

(2) Debe notarse, sin embargo, que en ninguna parte las Escrituras enseñan que todos pecaron cuando Adán peco, o que su culpa imputada a toda raza humana (véase Rom 5:12 notal La Biblia si enseña que Adán introdujo la ley del pecado y de la muerte en toda la raza humana (cf. Rom 5:12 Rom 8:2; 1Co 15:21-22)

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

bueno … agradable … codiciable. Ella decidió que Satanás le estaba diciendo la verdad, y que había comprendido mal a Dios, pero no sabía lo que estaba haciendo. No fue una rebelión abierta contra Dios, sino una seducción y un engaño que la hicieron creer que su acción era la correcta (cp. v. Gén 3:13). El NT confirma que Eva fue engañada (2Co 11:3; 1Ti 2:14; Apo 12:9). comió. Una transgresión directa, sin engaño (vea la nota sobre 1Ti 2:13-14).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

NOTAS

(1) “Para contemplarlo”, LXXSyVg. Lit.: “para impartir sabiduría (inteligencia; prudencia)”.

(2) O: “a su hombre”. Heb.: le’i·scháh.

REFERENCIAS CRUZADAS

k 104 Stg 1:14; 1Jn 2:16

l 105 Rom 5:12; 2Co 11:3; 1Ti 2:14

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

y él comió. El N.T. explica que Adán no fue engañado (1 Ti 2:14), sino que a sabiendas participó con Eva en el pecado.

Fuente: La Biblia de las Américas

Las tres áreas del auto-engaño de Eva se encuentran en las mismas categorías de tentación que aparecen en 1Jn 2:16. Eva fue engañada; Adán comió a sabiendas (cp. 1Ti 2:14). Su pecado fue más que el simple hecho de haber comido el fruto prohibido; era desobedecer la palabra revelada de Dios, creer la mentira de Satanás y poner sus propias voluntades por encima de la de Dios. El pecado, con todas sus terribles consecuencias, había entrado en la raza humana y en el mundo en general (véase nota en Rom 5:12).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

O, un deleite

O, hacer a uno sabio

Fuente: La Biblia de las Américas

comer. Lit. comida.

Fuente: La Biblia Textual III Edición