Comentario de Génesis 2:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces Jehovah Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre llegó a ser un ser viviente.

Jehová Dios formó al hombre. Sal 100:3; Sal 139:14, Sal 139:15; Isa 64:8.

del polvo. Gén 3:19, Gén 3:23; Job 4:19; Job 33:6; Sal 103:14; Ecl 3:7, Ecl 3:20; Ecl 12:7; Isa 64:8; Rom 9:20; 1Co 15:47; 2Co 4:7; 2Co 5:1.

y sopló. Job 27:3; Job 33:4; Jua 20:22; Hch 17:25.

en su nariz. Gén 7:22; Ecl 3:21; Isa 2:22.

y fue el hombre un ser viviente. Núm 16:22; Núm 27:16; Pro 20:27; Zac 12:1; 1Co 15:45; Heb 12:9.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

formó es la palabra usada por un alfarero cuando da forma a su vasija. Debido a que el hombre fue hecho del polvo de la tierra, es allí donde vuelve cuando muere (Gén 3:9). A pesar que Dios creó la luz con tan sólo una palabra (Gén 1:3), creó al hombre dándole forma a su cuerpo con barro y arcilla, los que transforma en algo nuevo, y luego sopla aliento de vida en él. Este aliento es una manera en que el narrador describe la infusión del espíritu humano con su capacidad moral, intelectual, racional y espiritual. Dios demostró una gran ternura e íntima preocupación al moldear y dar forma al hombre.

ser viviente: Esta es la misma expresión usada para la vida animal en Gén 1:24. Aquí podemos ver cuán similares son la vida humana y la animal, justamente, lo que marca la diferencia de todas las otras criaturas y el ser humano, es el aliento de vida.

 EN FOCO

«Cielos»

(Heb. shamayim) (Gén 1:1, Gén 1:8, Gén 1:9; Gén 2:1; Sal 2:4) # en Strong H8064: La palabra hebrea para cielos, habla de los cielos físicos, el cielo o atmósfera terrestre (Gén 2:1, Gén 2:4, Gén 2:19) o a la morada de Dios (Sal 14:2), el cielo espiritual. Probablemente, la expresión deriva de una palabra que significa «estar alto, elevado». Para describir a Dios como el ser que vive en los cielos, es necesario describir su posición de exaltación sobre el resto de la gente. Los cielos físicos testifican la gloriosa altura de Dios y también su genio creador (Sal 19:1, Sal 19:6).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

UN SER VIVIENTE. El dar vida a 1os seres humanos se describe como recitado de un acto especial de Dios en distinción de la creación de todos los demás seres vivos. Dios impartió vida y aliento al primer hombre de una manera específica, indicando que la vida humana es superior y está en una categoría diferente de todas las demás formas de vida, y que la vida divina y la humana tienen una relación sin igual (cf. Gén 1:26-27). Dios es la fuente absoluta de la vida humana.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

formó. Muchas de las palabras empleadas en este relato de la creación del hombre retratan a un maestro artesano trabajando, conformando una obra de arte a la que da vida (1Co 15:45). Esto añade detalles a la declaración del hecho en sí en Gén 1:27 (cp. 1Ti 2:13). Cp. Sal 139:14. Hecho de barro, el valor del hombre no reside en sus componentes físicos que constituyen su cuerpo, sino en la calidad de la vida que constituye su alma (vea Job 33:4).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Este relato detalla el día 6 (cp. Gén 1:24-31).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

— modeló al hombre de arcilla del suelo: El texto hebreo hace un juego de palabras entre los vocablos adam, que significa hombre, (en el sentido amplio de “ser humano”) y adamá, que significa suelo o tierra cultivable (ver el mismo procedimiento en Gén 2:3; Gén 2:19). Con este juego de palabras se acentúa la estrecha vinculación que existe entre el ser humano y la tierra.

— modeló… sopló: La mención de estos actos especiales de Dios pone de relieve lo que distingue al ser humano de los demás seres creados. (Ver Isa 45:9-11; Jer 18:1-6; Rom 9:21, donde la soberanía de Dios se expresa igualmente con la imagen del alfarero que modela sus vasijas).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) O: “barro”, según el uso posterior de esta palabra heb. en la alfarería. Heb.: ‛a·fár.

(2) “Aliento de vida.” Heb.: nisch·máth (de nescha·máh) jai·yím.

(3) “Alma viviente [criatura respiradora].” Heb.: lené·fesch jai·yáh; gr.: ψυχὴν ζῶσαν (psy·kjén zó·san, “alma viviente”); lat.: á·ni·mam vi·vén·tem. Véanse Gén 1:20-21, Gén 1:30; 1Co 15:45; Ap. 4A.

REFERENCIAS CRUZADAS

h 64 Gén 3:19; Sal 103:14; Ecl 3:20; 1Co 15:47

i 65 Job 33:6; Isa 64:8

j 66 Gén 7:22; Job 27:3; Job 33:4; Isa 42:5; Hch 17:25

k 67 Eze 18:4; 1Co 15:45; 1Pe 3:20

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

hombre. Este es el relato de la creación del primer ser humano que se llamó Adán (3:17). El hecho histórico del primer hombre es importante porque el primer hombre, Adán, se contrasta con Cristo que recupera lo que Adán perdió (Rom 5:12– 21; 1 Co 15:22, 45). Como el apogeo de lo creado por Dios, el hombre es colocado en un puesto de preeminencia (1:28; v. coment. en 1:26).

Fuente: La Biblia de las Américas

El cuerpo del hombre fue formado de las pequeñas partículas de la tierra (las palabras hebreas para hombre y tierra son similares, cp. 1Co 15:47), pero su vida provino del aliento de Dios.

un ser viviente. I.e., una persona viviente. Esa frase se usa también referente a animales (Gén 1:21; Gén 1:24). El hombre se diferencia de los animales por haber sido creado a imagen de Dios.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Elohim… Se sigue LXX; alma viviente…1Co 15:45.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Lit., alma

Fuente: La Biblia de las Américas

g 1Co 15:45

Fuente: La Biblia Textual III Edición

[=] *Qo 3:20 *Qo 12:7 *Sal 104:29 *Job 34:14 *1Cor 15:45

Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana