Por eso Dios bendijo y santificó el séptimo día, porque en él reposó de toda su obra de creación que Dios había hecho.
y bendijo Dios. Éxo 16:22-30; Éxo 20:8-11; Éxo 23:12; Éxo 31:13-17; Éxo 34:21; Éxo 35:2, Éxo 35:3; Lev 23:3; Lev 25:2, Lev 25:3; Deu 5:12-14; Neh 9:14; Neh 13:15-22; Pro 10:22; Isa 56:2-7; Isa 58:13, Isa 58:14; Jer 17:21-27; Eze 20:12; Mar 2:27; Luc 23:56; Heb 4:4-10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Dios bendijo las aves y los peces (Gén 1:22), a los humanos (Gén 1:28), y ahora, bendice el día séptimo (sábado). Lo santificó, lo hizo sagrado. Desde el principio de todos los tiempos, Dios le da especial importancia a cierto día de la semana.
EN PROFUNDIDAD
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Un día de reposo
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Cuando Dios «reposó el día séptimo de toda la obra que hizo» (Gén 2:2) enseñaba a la humanidad su intención de que existiera un día de reposo semanal. Claramente, Jehová hizo esto por el bienestar de Adán y Eva (y también por el nuestro), porque de más está decir, que Dios no reposó porque estuviera cansado o porque lo necesitara, así como nosotros lo necesitamos. Entonces, ¿por qué razón lo hizo y, por otro lado, de qué forma deberíamos hacerlo nosotros?
El término Sabbat tiene su raíz en la palabra «cesación». El día séptimo, Dios cesó su trabajo de la creación del mundo (Éxo 20:8-11). Sin embargo, no cesó su tarea de sustentar y mantener el mundo (Sal 145:15, Sal 145:16; Col 1:17). Esta distinción nos ayuda a aclarar el significado del Sabbath, un día de reposo que se aparta para Dios (o se santifica) y se bendice. Su intención es clara, quiere que la gente lo emule, y cese su labor diaria; el ejercicio de su dominio sobre la creación (Gén 1:28-31); solo por un día entre siete.
Pero este día, ¿debería ser solo para descanso? Por supuesto que no, ya que uno de los propósitos más importantes del reposo hoy es proveer un día para los creyentes con el fin de adorar y centrarse en Dios, como seres individuales y como comunidad (Isa 58:13, Isa 58:14). Esto, obviamente no significa que somos libres de ignorar a Dios los seis días restantes; todos los días pertenecen a Dios (comparar con Rom 14:5-13), pero este día nos da la especial oportunidad para ir ante el Señor, demostrar nuestra dependencia en Él como Creador y demostrar nuestra obediencia a Él como Señor.
Esto es lo que el día de reposo, o en los tiempos del N.
T. el día del Señor significa: no solo es un día de descanso para entretenerse en actividades ociosas, sino que «considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca» (Heb 10:24, Heb 10:25).
Existe una obvia tensión acera de cómo deberíamos lidiar con el Día del Señor, como un reposo verdaderamente cristiano. En definitiva, el tema es recordar que Jesús declaró que Dios estableció «el día de reposo por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo» (Mar 2:27). La observancia del reposo tampoco debe llegar a ser una obligación legal. En realidad muchas veces, las circunstancias requieren que desarrollemos ciertas labores durante ese día: un buey podría caer en una zanja y deberíamos sacarlo de allí (Luc 14:5). Asimismo, los seres humanos tenemos necesidades básicas, que debemos llevar a cabo, incluso durante el domingo (Jua 5:8, Jua 5:9).
Cuando Dios reposó y apartó el séptimo día, su intención no era mantener la observancia del reposo como una regla sofocante que estamos obligados a seguir. El reposo tenía el objetivo de proveernos de verdadera libertad, para no convertir el trabajo en tiranía y para poder gozar de la compañía de Dios, de nuestros vecinos y de nuestros seres amados.
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Y BENDIJO DIOS AL DÍA SÉPTIMO. Dios bendijo el séptimo día (i.e., el día de reposo) y lo designó como un día sagrado y especial de descanso y como un recuerdo de la terminación de toda su obra creada. Después Dios hizo del día de reposo un día de bendición para su pueblo fiel (Éxo 20:8). Él lo concibió como día de reposo, servicio y comunión con Él (Éxo 16:29 Éxo 31:12-17; véase Mat 12:1, nota).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
NOTAS
(1) “Y a hacerlo sagrado.” O: “y procedió a santificarlo (tratarlo como santo)”. Heb.: wai·qad·désch ’o·thóh; lat.: et sanc·ti·fi·cá·vit íl·lum. Véase Éxo 31:13, n.
(2) O: “él sí descansa (desiste)”. Heb.: scha·váth, estado perfecto. Muestra la característica de una persona, a saber, Dios, en el séptimo día de su semana creativa. Esta traducción de scha·váth concuerda con el argumento del escritor inspirado que se halla en Heb 4:3-11. Véase Gén 2:2, n.
(3) “Hacer”, es decir, todas las cosas definidas en el cielo y en la tierra.
REFERENCIAS CRUZADAS
c 59 Éxo 20:11
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
bendijo. Esta es la tercera bendición en el relato de la creación (v. 1:22, 28).
lo santificó. Es decir, lo separó, lo consagró.
Fuente: La Biblia de las Américas
rehacer… Lit. para hacer → §149; §193; §284.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit., su
Lit., Dios
Lit., para hacer