Intervino Abraham y dijo: —He aquí, ya que he comenzado a hablar con mi Señor, a pesar de que soy polvo y ceniza,
He aquí ahora que he comenzado a hablar. Gén 18:30-32; Esd 9:6; Job 42:6-8; Isa 6:5; Luc 18:1.
aunque soy polvo y ceniza. Gén 2:7; Gén 3:19; Job 4:19; Sal 8:4; Sal 144:3; Ecl 12:7; Isa 6:5; Isa 64:8; Luc 5:8; 1Co 15:47, 1Co 15:48; 2Co 5:1, 2Co 5:2.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Abraham tomó la decisión de llegar a un trato, pero sabía que con quien argumentaba era con Dios. Entonces fue un paso a la vez, descendió en el número de justos poco a poco: desde 45 a 10. Probablemente, Abraham pensó que habrían a lo menos 10 justos en la ciudad; pero desgraciadamente, no había ni uno (como nos confirma el cap. Gén 19:1-38).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
aunque soy polvo y ceniza. La negociación de Abraham, lejos de ser necia o egoístamente manipuladora, expresaba de una manera humilde y compasiva su interés por los demás (cp. Gén 13:8-9), e intercedió en particular por el lugar donde vivían su sobrino Lot y su familia. Tampoco quería airar al Señor con sus insistentes peticiones (vv. Gén 18:28; Gén 18:30; Gén 18:32).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
NOTAS
(1) Véase Gén 18:3, n.
REFERENCIAS CRUZADAS
n 705 Gén 3:19; Job 30:19; Sal 113:7; 1Co 15:47
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Lit., he comenzado